Secuencias definitivas para el desenlace de Putin (y de Ucrania)

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El presidente de Rusia, Vladimir Putin

Secuencias decisivas sobrevuelan la guerra de Ucrania, pero sin indicios claros de cómo y cuándo puede acontecer lo que llamaríamos el desenlace final. O bien una parte del desenlace. Hay pocas dudas, eso sí, de que la escalada de Putin contra Kiev o Zaporiyia, acompañada de amenazas de lanzamiento de cohetes nucleares tácticos, expresa su impotencia. Sabe que no puede desplegar unidades de infantería y columnas de tanques porque el resultado sería desastroso, y se refugia en la amenaza de la catástrofe. Amenaza de la cual se hacen lecturas diversas.

Resulta interesante explicar la de Jamie Shea, considerado uno de los asesores más brillantes de la OTAN. Shea fue el portavoz de la Alianza durante los bombardeos contra la Serbia de Milosevic la primavera de 1999, y el otoño de ese mismo año fue una de las estrellas del congreso internacional audiovisual, que se hizo en Barcelona en el Hotel Feria Palace, actualmente Hotel Intercontinental. Un congreso al que asistió el ruso Borís Berezovski, propietario de una cadena de televisión, hombre clave del régimen oligárquico de Boris Yeltsin y padrino político y económico de Vladímir Putin. Entrevistándolo ahí mismo, Berezovski me aseguró que Putin era el futuro de Rusia, y no se equivocó. Mientras decía esto, yo oía los aplausos a Jamie Shea y observaba la indiferencia hacia un Berezovski al que pocos conocían y nadie reconocía. Ahora, 23 años después, con Berezovski muerto en el exilio en Londres en 2013, Jamie Shea cree que hay que apretar a Putin a pesar de la amenaza nuclear y que el dictador ruso intenta darnos miedo para que Occidente haga concesiones. Hay que apretar, dice Shea, y aprovechar el aislamiento de Rusia para provocar un zarandeo en los organismos de seguridad que acaben agrietando el poder de Putin y busquen un armisticio.

El riesgo de enloquecer

¿De verdad hay que apretar más todavía?, le preguntaría yo a Jamie Shea. ¿Se ha planteado que tanta presión podría hacer enloquecer a Putin y complicarlo todo todavía más? Soy de los que creen que ahora mismo, con el amo del Kremlin muy debilitado, habría que poner encima de la mesa una oferta de paz viable parecida a la que presentó hace pocos días Elon Musk, el magnate de Tesla. Musk propone que los plebiscitos de las regiones anexionadas del Donbass se repitan bajo control de la ONU y que se aplique lo que salga. Sobre el estatus de Crimea tiene claro que la península siempre fue rusa y tiene que seguir siéndolo. ¿Y sobre Ucrania? Pues estatus de neutralidad y nada de entrar en la OTAN. Quizás sí en la Unión Europea.

La propuesta de Musk la ha rechazado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, desde el primer minuto, mientras que Rusia la ve con buenos ojos. Y es que el Kremlin necesita respirar. ¿Qué podría pasar si el ahogo se hiciese insoportable? La respuesta la daba la periodista Tatiana Stanovaia en el New York Times en un artículo titulado Putin se piensa que está ganando. “Cuando sus planes se vean frustrados –escribía Stanovaia— y su decepción sea máxima, seguramente será cuando sea más peligroso. Si Occidente quiere evitar un choque catastrófico tiene que entender de verdad a qué se enfrenta cuando se enfrenta a Putin”. No soy ningún fan de Elon Musk, pero sí admirador de Tatiana Stanovaia, y los dos apuntan que ha llegado el momento decisivo de sentarse a negociar.

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