Aparte de la franja del Sahel y el desierto del Sáhara, el delta del Okavango, en Botsuana, es uno de los pocos espacios de África que se mantienen intactos. África es el continente que más rápidamente crece demográficamente.
Estos son los pocos espacios naturales del planeta todavía intactos
En el Día de la Tierra, recogemos las imágenes de algunos de los pocos lugares del mundo que no han sido modificados por el hombre


Hace solo un siglo, el 15% de la superficie de la Tierra se usaba para cultivos y ganadería. Actualmente, el 77% de la tierra (sin contar la Antártida) y el 87% de los océanos ya han sido modificados por el impacto directo del ser humano. O dicho de otro modo, solo un 23% de la superficie terrestre y un 13% de los océanos permanecen intactos, según un estudio publicado en 2018 en la revista Nature. El estudio científico ubicaba sobre el mapa estos espacios, y partiendo de esto, con motivo este viernes del Día Mundial de la Tierra, hemos hecho una compilación de imágenes que muestran algunos.
Solo 20 países concentran el 94% de estos espacios todavía silvestres, y la gran mayoría (un 70%) están en solo cinco estados: Rusia, donde las inclemencias de la tundra siberiana mantiene una región muy extensa todavía salvaje (a pesar de que sufre, eso sí, cada vez más los impactos del calentamiento global); Canadá, donde el bosque boreal se mantiene todavía bastante preservado; Australia, sobre todo por la gran extensión de su desierto inhabitado; Estados Unidos, principalmente en la zona ártica de Alaska, y Brasil, que a pesar de la intensa presión explotadora sobre la Amazonia aún conserva intactos algunos rincones de esta inmensa selva.
El estudio de Nature alertaba que estos entornos todavía salvajes pueden actuar "como importantes amortiguadores contra los efectos del cambio climático y otros impactos humanos" y que, por lo tanto, preservarlos es imperativo. Precisamente en este 2022, en octubre, China acogerá una cumbre de la ONU sobre biodiversidad de la que tendría que salir un tratado internacional que comprometa a los gobiernos del mundo a declarar al menos el 30% de la tierra y el 30% de los océanos como áreas protegidas.
Aquí os dejamos las extraordinarias imágenes de algunas de estas zonas que proteger. Entornos silvestres que se mantienen todavía intactos, no sabemos por cuánto tiempo. Es nuestra manera de celebrar el Día de la Tierra, instaurado en el 22 de abril en 1970. Aquel año hubo una serie de manifestaciones en varios países que dieron lugar a un potente movimiento ecologista global que llevó a Estados Unidos y otros gobiernos a liderar una iniciativa para fijar el 22 de abril como el Día Mundial de la Tierra. Este viernes también están previstas protestas climáticas en todo el mundo, al calor del movimiento impulsado por las nuevas generaciones en defensa del planeta.
En el centro de Asia, la zona montañosa del Tíbet, en muchos lugares inexpugnable, permanece en buena parte intacta y es el hogar de algunos de los glaciares más importantes del planeta.
El desierto australiano es una de las regiones intactas del planeta, según el estudio de Nature, probablemente por su climatología inhóspita.
Las llanuras de Siberia se extienden a lo largo de millares de kilómetros y concentran una de las partes del planeta menos explotadas por el hombre, probablemente por su clima inhóspito.
El Refugio Nacional de Vida Salvaje del Ártico, en el estado norteamericano de Alaska, es una zona muy verde también en otoño. Como su nombre indica, es un gran refugio para la vida salvaje en la zona más al norte de Estados Unidos.
Pese a los devastadores incendios y la creciente explotación de recursos, la gran selva de la Amazonia todavía guarda algunos de los rincones más intactos del planeta.
Los bosques boreales del Canadá no solo todavía son uno de los espacios más salvajes de la Tierra, sino también una importante zona amortiguadora de los impactos de la crisis climática.
En una escala mucho más pequeña, el archipiélago de Kiribati, en el Pacífico, también acoge algunas islas todavía preservadas de los impactos humanos. Aun así, la crisis climática provocada por el ser humano amenaza con hacerlas desaparecer a medida que suba el nivel del mar.