El avance de los talibanes vuelve a poner a prueba la descoordinación migratoria europea

Alemania, Francia y Países Bajos han parado ya las deportaciones de afganos

Laia Ros
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Migrantes afganos en un camión de camino hacia Turquía.

BruselasA medida que los talibanes ganan terreno en Afganistán, centenares de miles de personas huyen de la violencia. Solo en los últimos dos meses, el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que unos 400.000 afganos han tenido que irse de su casa y desplazarse internamente. En Afganistán, un país de 38 millones de habitantes, ya había cinco millones de desplazados internos, según la Organización Internacional de las Migraciones (IOM).

La misma Unión Europea reconocía la gravedad de la situación hace pocos días, con un comunicado en el que condenaba los ataques talibanes y pedía un alto al fuego. Bruselas advertía que algunos de los actos de los fundamentalistas podrían ser considerados crímenes de guerra y preveía que el conflicto elevaría el número de desplazados internos y externos. La situación hace que algunos países europeos teman ya un aumento de los inmigrantes que lleguen al continente, tal y como sucedió en 2015 debido a la guerra de Siria. Y algunos de ellos han optado ya por endurecer el discurso migratorio.

Seis países europeos enviaron el 5 de agosto una carta a la Comisión Europea en la que pedían no suspender las devoluciones forzadas de migrantes afganos, que se dan cuando una solicitud de asilo es rechazada. Ministros de Alemania, Holanda, Austria, Dinamarca, Grecia y Bélgica firmaban la misiva, donde pedían que se destinaran más esfuerzos a ayudar los desplazados en su lugar de origen o en los países fronterizos que los acogen. Pero poco después, Alemania y Holanda rectificaron esta posición y, ante el deterioro de la situación en Afganistán, anunciaron que paraban las deportaciones de afganos. Francia, por su parte, ha anunciado este jueves que desde julio ya las había congelado.

El mismo gobierno afgano pidió a mediados de julio la suspensión temporal de estos regresos, al menos hasta octubre, debido al incremento de la violencia.

Fuentes de la Comisión recordaban este jueves que las decisiones sobre política migratoria son competencia de cada país, como también lo es considerar Afganistán un país seguro o no donde devolver a los desplazados, pero señalaban que “dada la situación, no se espera que se lleven a cabo operaciones de regreso forzosas". España, por su parte, habría empezado a preparar la evacuación de los traductores afganos que trabajaron para las misiones española y europea en el terreno, según confirmaron fuentes de Exteriores a Europa Press.

Durante 2021 se devolvieron 1.200 afganos, 200 de ellos de forma forzosa y 1.000 de forma voluntaria, según datos oficiales de la Comisión. Y esto, a pesar de que el Índice de Paz Global de 2020 ya clasificó Afganistán como el país menos pacífico por segundo año consecutivo, meses antes de la violenta ofensiva de los talibanes de este verano.

La UE “tendría que ofrecer una respuesta coordinada para evitar repetir los errores de la crisis de 2015”, dice la experta en política migratoria del Instituto de Política Migratoria Europea, Camille Le Coz. A pesar de los esfuerzos por implementar un sistema migratorio comunitario, los países de la UE están muy divididos y han ido ganando terreno los discursos contra la inmigración, explica.

Desde la ONG Amnistía Internacional, la investigadora sobre migración en Europa Adriana Tidona insistía este julio que “Europa no puede seguir ignorando los peligros que afrontan las personas afganas que son devueltas. Los países europeos hace años que intentan evitar lo evidente: Afganistán no es un país seguro donde devolver a personas”.

Crisis humanitaria

Los afganos son el segundo grupo de población que más demandas de asilo presentó en Europa en 2020. Según ACNUR, en 2020 había 2,6 millones de refugiados afganos en el mundo, un 11% del total de personas refugiadas. La gran mayoría, el 90%, se encuentran en países vecinos: en Irán o en Pakistán. En las últimas semanas, las llegadas de afganos en Irán se han incrementado, advertía la agencia, que pedía a las autoridades iraníes que mantuvieran la frontera abierta.

Aún así, la Comisión considera que, de momento, la situación migratoria está estabilizada. La cifra de afganos que habría llegado irregularmente en Europa es la más baja desde 2015, unos 4.000 desde inicios de año. Estos datos se explicarían en parte por las buenas relaciones entre el gobierno afgano y la Unión Europea, que incluyen acuerdos sobre migración y que se recogen en la Declaración Conjunta sobre Materia de Migración, firmada en abril de este año. Según fuentes comunitarias, es más urgente aportar ayuda humanitaria en la zona.

La IOM recuerda que, aparte de la violencia, el país ha sufrido una fuerte sequía y la embestida de la pandemia. La ONU calculó a principios de año que 18,4 millones de personas del país necesitarían ayuda humanitaria, un 45% de la población. La Comisión Europea ha recordado que durante el año 2021, la UE había aportado 57 millones de euros en concepto de ayuda humanitaria al país.

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