Tres buenas noticias y una muy mala para el clima en un solo día

Pequeñas victorias climáticas contra Chevron y Exxon se unen a la sentencia contra Shell, cuando los científicos dan una nueva alerta

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La petroliera ExxonMobil tindrà dos activistes climàtics al consell d'administració.

BarcelonaEl mismo día que la justicia holandesa daba una victoria histórica a la lucha contra la crisis climática al obligar a la gran petrolera Royal Dutch Shell a reducir sus emisiones de acuerdo con los objetivos del Acuerdo de París, dos otros gigantes de la industria petrolera han sufrido también duras derrotas que les obligarán a coger el mismo camino. Activistas climáticos han conseguido dos asientos en el consejo de administración de ExxonMobil, en contra de los deseos de la dirección de la empresa, y el mismo día los inversores de Chevron (la segunda empresa privada que más CO2 emite del mundo) votaban a favor de una resolución que obliga a la empresa a rendir cuentas y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Todo ello, sin embargo, horas antes de que se publicara, este jueves, un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial que alerta que nos estamos acercando mucho más rápido de lo que se pensaba al umbral de 1,5ºC de calentamiento global. Este límite, que precisamente el Acuerdo de París pide tratar de evitar, podría llegar tan pronto como en 2025, un año en que los termómetros globales podrían subir hasta los temidos 1,5 grados más respecto de la temperatura de la era preindustrial. Un umbral que los científicos de la ONU advirtieron ya en 2018 que tendría efectos nefastos para el planeta, empezando por un aumento del nivel del mar que puede hacer desaparecer algunas islas del Pacífico.

Las alertas climáticas y los impactos del calentamiento global cada vez son más evidentes y han forzado a gobiernos de todo el mundo a moverse para reducir las emisiones contaminantes que lo provocan. Pero la presión está llegando cada vez más al ámbito de la inversión privada, como demuestran los hitos de esta semana.

Davids contra los Goliats petroleros

Este miércoles el fondo de inversión Engine No1, creado por el inversor Chris James con el objetivo de contribuir a la lucha contra la crisis climática, ha conseguido que al menos dos de los directivos que ha nominado para el consejo de administración de ExxonMobil hayan salido escogidos. Ocho de los doce miembros del consejo, incluido el CEO Darren Woods, han sido reelegidos, mientras que dos de los lugares directivos los ocuparán ahora inversores que reclaman a la empresa un cambio de estrategia de negocio para dejar de emitir. El recuento de votos seguía en marcha y uno de los nominados por Engine No1 tenía posibilidades todavía de ocupar un tercer asiento en el consejo de administración del coloso petrolero, que se resiste todavía al cambio. Con un valor total de 250.000 millones, el pequeño fondo de inversión que ha obrado el milagro tiene apenas 50 millones, lo que llevó a la revista Forbes a bautizarlo como "un David que quiere fortalecer su Goliat", pero ahora tendrá voz y voto en el órgano directivo de la compañía.

Al mismo tiempo, durante la reunión anual de inversores de la petrolera norteamericana Chevron, este miércoles, la dirección de la empresa ha sufrido también un revés histórico al aprobarse una resolución que la obliga a rendir cuentas de las emisiones de CO2 que emite y hacer un plan para reducirlas. La dirección había pedido a los inversores que votaran en contra de la resolución, que finalmente tuvo un apoyo del 61%, según Bloomberg.

Nuevas señales de que las demandas de la ciencia –dejar los combustibles fósiles bajo tierra y apostar por una transformación energética radical que permita reducir las emisiones a cero de cara a 2050– empiezan a abrirse camino de forma contundente en el sector energético, a la espera que los gobiernos del mundo le acaben de dar un nuevo impulso en noviembre en Glasgow, en la cumbre de la ONU COP26, en que tienen que presentar nuevos objetivos climáticos más ambiciosos para esta década decisiva.

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