Crisi climática

Una jueza obliga a la petrolera Shell a reducir un 45% las emisiones de CO2, en una sentencia histórica

El veredicto holandés abre la puerta a futuras demandas para forzar a empresas contaminantes a combatir el cambio climático

Miembros del ONG holandesa Amigos de la Tierra celebran la sentencia que condena a Shell a reducir las emisiones de CO2.
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BarcelonaLa justicia de los Países Bajos ha vuelto a emitir una sentencia pionera en materia climática. Después de obligar al gobierno del país a reducir emisiones con un veredicto histórico en 2019, ahora abre la puerta a forzar también las empresas privadas a hacer los deberes para evitar los peores efectos de la crisis climática. Y ha empezado por arriba de todo, con el gigante mundial de los combustibles fósiles: la petrolera holandesa Royal Dutch Shell. La sentencia emitida este miércoles por la jueza Larisa Alwin de la Haya obliga a la empresa Shell a reducir sus emisiones de CO2 un 45% en 2030 respecto a lo que emitía en 2019.

La sentencia afirma que la compañía petrolera "puede" y tiene "que" cumplir el Acuerdo de París sobre el cambio climático, que conjuró el mundo a recortar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta llegar al cero neto (teniendo en cuenta lo que absorben las alcantarillas) a partir de 2050. Para lograr este hito mundial, y evitar así un calentamiento global superior a 1,5 ºC, el sector privado y, en especial, el sector de los combustibles fósiles tiene que contribuir al esfuerzo de reducción de emisiones. "Esto se aplica a todo el mundo, incluso a Shell", ha dicho la juez. La petrolera holandesa es, de hecho, la séptima empresa que más CO2 emite en el mundo, en una lista de contaminantes mundiales encabezada por la saudí Aramco, Chevron y la rusa Gazprom.

La de este miércoles es una condena histórica porque por primera vez no pide compensaciones económicas a una empresa, sino que la fuerza a cambiar de política. La compañía está ahora obligada a reducir sus emisiones, tal como reclamaba la ONG que impulsó la demanda, la holandesa Milieudefensie o Amigos de la Tierra. La organización llevó a Shell ante la justicia holandesa alegando que la empresa "emite sustancialmente más que todas las empresas y ciudadanos neerlandeses juntos". Más de 17.000 ciudadanos habían firmado su adhesión a la denuncia, que contaba con el apoyo de otras organizaciones ecologistas.

La empresa, que ya ha anunciado que recorrerá la sentencia, se defendía alegando que la reducción comprometida en París era un tema solo de los gobiernos. Pero la juez ha considerado que, atendido el elevado nivel de emisiones de la compañía, tiene una responsabilidad indirecta hacia los derechos humanos. Aún así, la empresa aprobó el mes de febrero pasado un plan de descarbonización para avanzar hacia las cero emisiones en 2050, apostando por las renovables, y preveía reducir un 6% las emisiones en 2023, un 20% en 2030, un 45% en 2035 y llegar al 100% en 2050. Ahora la justicia holandesa la obliga a hacer un nuevo plan más ambicioso, para adecuarse al Acuerdo de París.

Y la condena a recortar las emisiones no solo en cuanto a su producción sino también a sus proveedores, dentro y fuera de los Países Bajos. "Esto afecta a toda una cadena de valor presente en todo el mundo, de forma que tendrá un impacto enorme en las emisiones de CO2 del mundo", decía esta tarde en rueda de prensa el director del ONG Milieudefensie, Donald Pols. La organización advierte que si Shell no cumple el veredicto le pedirán "penalizaciones financieras", pero confían que cumpla. De hecho, si han pedido que el 2019 sea el año de referencia para el recorte de emisiones, lo que hará que sea menor que si se hubiera aplicado desde los niveles (más bajos) de emisión de 2010 o anteriores, por ejemplo, es porque la transparencia de la compañía es más grande en los últimos años "y se puede calcular mejor sus emisiones de 2019 de forma que se podrá monitorizar mejor" si cumple o no la sentencia, dice Pols.

El abogado de la organización, Roger Cox, ha dejado claro que, aunque presente recurso, Shell está obligada desde ya a reducir sus emisiones un 45% en esta década: "Ya no puede culpar a los consumidores de sus productos porque el veredicto deja claro que tiene la culpa y la responsabilidad por estar vendiendo productos que contribuyen al cambio climático, y que no puede esperar que lleguen nuevas leyes y regulaciones sino que tiene que actuar ya para reducir sus emisiones en todo el mundo", ha dicho el abogado.

Futura ronda de litigios climáticos

Esta nueva sentencia histórica de la justicia holandesa abre la puerta a futuras demandas que lleven ante la justicia a otras empresas que emiten muchos gases de efecto invernadero, ya estén en los Países Bajos o en el extranjero. Los impulsores de la demanda holandesa, de hecho, han explicado que están trabajando ya con organizaciones de la sociedad civil de otros países para presentar denuncias similares contra otras grandes empresas.

Actualmente hay abiertos 1.550 casos judiciales en 38 países relativos a la crisis climática, tanto contra gobiernos como contra entes privados. De todos ellos, 1.200 están en los EE.UU.. "Esta es una gran táctica para asegurarnos que la transición energética se lleva a cabo de verdad y esperamos que esta victoria abra la puerta a otra ronda de casos parecidos", ha dicho también en rueda de prensa Sara Shaw, responsable de justicia climática de Amigos de la Tierra Internacional. Aún así, los activistas no han querido hacer públicos los casos y los países en los que están trabajando para presentar demandas similares.

Según Pols, "este veredicto implica que el litigio climático es ahora un riesgo material para todos los grandes contaminantes y esto hará que los inversores y accionistas de estas grandes compañías contaminantes" les pidan responsabilidades y a la "práctica les forzará a diseñar ya unos objetivos de reducción de emisiones a corto y largo plazo teniendo en cuenta los acuerdos climáticos internacionales". El activista está convencido que la sentencia "no restará competitividad" a Shell sino que la está obligando a tomar "el liderazgo de la transición energética" hacia las renovables, para poder cumplir el recorte de emisiones exigida por la justicia.

"Es una gran victoria para las generaciones futuras. Esta decisión vuelve a darnos esperanza de poder evitar lo peor, tendremos menos sequías, menos oleadas de calor, es un gran salto hacia delante para conseguir una tierra sana y segura para mis hijos y para todos los niños del mundo", ha dicho Pols, y ha parafraseado a la activista climática Greta Thunberg para añadir: "El mundo está en llamas y Shell no puede seguir lanzando más petróleo al fuego".

Ningún proyecto más de gas o petróleo, dice la Agencia Internacional de la Energía
  • Informe Si el mundo quiere llegar a las cero emisiones en 2050, tal como dicta el Acuerdo de París (en emisiones netas, es decir, descontando la absorción de CO2 que hacen bosques y océanos) para evitar los peores efectos de la crisis climática, a partir de ahora no se puede hacer “ningún nuevo proyecto de gas o petróleo, y ninguna nueva mina de carbón o ampliación de minas”. Esta premisa, que las ONG climáticas y los científicos hace tiempos que repiten, ahora coge una nueva dimensión porque quien lo dice es la Agencia Internacional de la Energía (AIE). En un informe publicado la semana pasada, este organismo internacional, que acostumbra a ser la voz del sector energético mundial, planteaba varios escenarios para poder cumplir las “cero emisiones” en 2050, y en ninguno pueden aparecer nuevas explotaciones de gas, petróleo o carbón, cosa que no parece del todo clara para la industria, que no ha dejado de poner en marcha nuevos proyectos de futuro. Según el IEA, con las políticas actuales el calentamiento global será al menos de 2,7 ºC.
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