El ejército estadounidense ataca un sexto barco en el Caribe y esta vez hay supervivientes

WashingtonEl ejército estadounidense volvió a atacar este jueves un barco en el mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela. Es el sexto barco que sufre la ofensiva del gobierno de Donald Trump, que le acusa de narcotráfico. Sin embargo, el ataque esta vez no fue anunciado por Trump en sus redes sociales como solía ocurrir, sino que fuentes de la administración lo han confirmado y han asegurado que hay supervivientes. Es el primero en el que se reportan supervivientes, ya que en los otros barcos atacados se han registrado 27 personas asesinadas.

Donald Trump aprieta el cerco a Venezuela. Poco antes de este nuevo ataque, tres bombardas B-52 de Estados Unidos sobrevolaron cerca de la costa venezolana, según los datos de vuelo. La acción coincidió con la autorización en secreto por parte del presidente estadounidense para que la CIA pueda llevar a cabo acciones encubiertas en el país latinoamericano. La decisión llegaba en medio de la nueva guerra contra los cárteles, en la que el mandatario ha catalogado a los narcotraficantes como terroristas y lo ha utilizado de pretexto para lanzar ataques militares contra lanchas que salen de las costas venezolanas bajo la acusación de llevar droga.

"Han vaciado sus prisiones [en dirección] a Estados Unidos", respondió ayer el presidente a la pregunta de los periodistas durante una comparecencia desde el Despacho Oval. La autorización permitiría que la agencia de inteligencia lleve a cabo acciones encubiertas contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su gobierno. Tanto podrían ser unilaterales por parte de la CIA como en colaboración dentro de una mayor operación militar. Aún así, no se sabe si la agencia planea ninguna acción dentro de Venezuela o si las autorizaciones son sólo como medida de contingencia.

Hace semanas que la tensión con Venezuela no hace más que crecer, mientras el régimen de Maduro ya ha advertido de que tomará acciones militares contra Estados Unidos si su país es agredido. En septiembre el ejército estadounidense empezó a lanzar ataques contra lanchas en el mar Caribe bajo la acusación de traficar con drogas. El último ataque se produjo ayer: se hundió la nave y se asesinaron a los seis tripulantes, siempre según la información que el Pentágono dice tener sobre la identidad de los navegantes.

A estas alturas, el presidente estadounidense aún no ha sido capaz de invocar ninguna normativa o autoridad internacional por la que puedan ejecutarse personas militarmente bajo una acusación no probada judicialmente. Las acciones que está tomando Trump en su nueva guerra contra el narco recuerdan mucho las actuaciones que se llevaban a cabo contra los integrantes de Al Qaeda durante la guerra contra el terror de principios de 2000.

A principios de octubre Trump notificó al Congreso que Estados Unidos ahora se encuentran en un "conflicto armado" contra el narcotráfico como justificación a las preguntas formuladas por el legislativo sobre el primer ataque contra una lancha en septiembre.

La presión militar contra el régimen de Maduro llega en medio de la reedición trumpiana de la doctrina del patio trasero sobre Latinoamérica. Sea financiando gobiernos favorables –como el rescate a Argentina de Javier Milei– o presionando militarmente a Maduro, la administración del republicano busca volver a controlar la región con el objetivo de echar a China, que en los últimos años ha ganado influencia en la región.

Recientemente, en una entrevista con el hijo del presidente, Donald Trump Júnior, la líder de la oposición venezolana María Corina Machado –galardonada con el premio Nobel de la Paz– prometía que una vez hubiera el cambio de régimen se privatizarían todas las petroleras y darían el crudo a las corporaciones. "Vamos a privatizar toda nuestra industria", decía Corina Machado al hijo del presidente, e insistía en que las empresas estadounidenses "ganarán mucho dinero".