La UE aborda la potencial llegada de refugiados afganos
Los ministros del Interior se reúnen este martes con el objetivo de alejar a los miles de desplazados de las fronteras europeas
BruselasUna potencial crisis migratoria y humanitaria se acerca hacia las fronteras de una Unión Europea que todavía no ha hecho los deberes después de la oleada de personas refugiadas provenientes de la guerra de Siria de 2015. Miles de afganos intentan huir del país después de la caída de Kabul en manos de los talibanes, y la UE, sobre todo los países fronterizos y de tránsito, temen que se repitan las larguísimas colas de personas que, entonces desde Siria, intentaban llegar al corazón de Europa. Han pasado seis años, pero los socios europeos han sido incapaces de pactar una política migratoria y de asilo común que permita un reparto equitativo de personas refugiadas y por eso, a pesar de los mensajes de solidaridad con el pueblo afgano, los ministros del Interior de la Unión Europea se reúnen este martes para fijar una estrategia que, más que decidir cuántos afganos se pueden acoger, frene su llegada.
"El objetivo es desarrollar una serie de medidas que permitan evitar que se repita el escenario de 2015, cuando los estados miembros de la UE se enfrentaron a una enorme presión migratoria", dice el comunicado de la reunión convocada por la presidencia eslovena de la UE. El enfoque del encuentro es, pues, más en el ámbito de la seguridad y las fronteras que humanitario. Por eso, la Comisión Europea no presentará ninguna propuesta de cuotas de reparto, sino que se debatirá sobre la cuestión "de manera general", según ha explicado un portavoz del ejecutivo comunitario. De hecho, Bruselas deja el espinoso debate sobre la acogida de demandantes de asilo en manos del foro global que estableció con los Estados Unidos y Canadá. Los Veintisiete tienen que notificar antes de que acabe el mes de septiembre el número de personas refugiadas que están dispuestas a acoger. Sin tener en cuenta el inevitable aumento que implica la crisis de Afganistán, Bruselas tiene previsto destinar hasta 300 millones de euros a la acogida de 30.000 solicitantes de asilo en la UE.
En el encuentro de este martes, 31 de agosto, el día que de hecho culmina la salida de los EE.UU. de Afganistán, habrá también representantes de la guardia fronteriza de la UE, Frontex, la Europol, el Servicio de Acción Exterior de la UE, la Oficina de Apoyo al Asilo y también el coordinador europeo para la lucha antiterrorista. Por el lado español asistirá el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. La comisaria europea del Interior, Ylva Johansson, ya lo dejó claro hace unos días: "Tenemos que evitar una crisis migratoria. Pero justamente la política migratoria es la gran asignatura pendiente de una Unión que ha externalizado cada vez más la gestión de las fronteras, con desembolsos millonarios a Turquía para que retenga a millones de refugiados sirios y los acuerdos con los guardacostes de Libia.
El papel de los terceros
Este es el único consenso que hay a estas alturas en la UE: hay que aumentar las ayudas a los países terceros de tránsito para evitar la llegada de personas refugiadas a las fronteras de una Europa que no tiene un sistema equitativo de reparto de personas migrantes o solicitantes de asilo. En el caso de la potencial crisis de refugiados que puede provocar la retirada de las tropas de Afganistán, la estrategia de la UE, pues, pasa por incrementar las ayudas a países vecinos para que sean ellos quienes asuman la protección de estas personas, como por ejemplo Pakistán, Irán, pero también Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán, estados con los que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ya ha intensificado los contactos.
Pero el debate está servido. Uno de los países que presiona más para conseguir una política migratoria solidaria común en la UE es Italia, que esta semana ha denunciado a través de su presidente, Sergio Mattarella, la incoherencia que supone expresar solidaridad con los afganos que pierden derechos y libertades mientras rechazan acogerlos: "Son desconcertantes las declaraciones de políticos de aquí y de allá que expresan una gran solidaridad con los derechos de los afganos, pero piden que se queden allá, que no vengan porque no los podemos acoger. No está a la altura de los valores de la UE", dijo Mattarella el domingo, al mismo tiempo que apuntaba que la proximidad de las elecciones en Francia y Alemania complica un debate europeo ya por si mismo envenenado. Esta semana también se reunirán los ministros de Exteriores y de Defensa de la UE con Afganistán como principal punto en la agenda.