Monólogos

Los 10 especiales de comedia más potentes del curso

Confesionales, provocadores, surrealistas... la diversidad de géneros va en aumento

6 min
Ali Wong, en su especial 'Don Wong'

BarcelonaA medida que las restricciones por el coronavirus se han ido levantando, los cómicos se han atrevido a volver a los escenarios y presentar sus nuevas propuestas ante el público. A lo largo del curso, ha habido una buena cosecha de especiales, impulsada en buena parte por Netflix, que continúa haciendo bandera de su apuesta por los monologuistas. Otra tendencia que se observa es como la diversidad de subgéneros va en aumento: desde las provocaciones hasta el humor negro, desde el chiste por el chiste hasta las proclamas claramente políticas. Esta es una selección de algunos de los especiales estrenados esta temporada que han resultado más relevantes, a veces a pesar de sus autores, por las polémicas que los han acompañado.

Ali Wong: Don Wong (Netflix)

Es difícil ser más confrontacional que Ali Wong. Dotada de un estilo rabioso y una puesta en escena hilarantemente agresiva, la cómica ha subvertido el cliché de madre tigre para hacer un humor en defensa de las mujeres poderosas y el precio que tienen que pagar por vivir en un mundo machista. La humorista destaca en el humor sexual, explicado sin ningún eufemismo. En Don Wong, por ejemplo, se encara con los hombres del público para decirles que muy probablemente nunca han recibido una felación –ella usa otras palabras– de alguien con mucho más dinero que ellos. Y que se pierden una experiencia increíble. “Si tiene las aptitudes para ganar dinero, poder y respeto, ¿no creéis que tendrá un buen reconocimiento de patrones?” La cómica revela sus fantasías más controvertidas, con el ánimo de demostrar a su público femenino y feminista que sus deseos tienen que poder ser expresados sin miedo a ser censurados políticamente. Y ciertamente fluidos no faltan en esta hora exuberante de comedia.

Jerrod Carmichael: Rothaniel (HBO Max)

El subgénero confesional ha ganado seguidores en los últimos años gracias a abordar desde la comedia situaciones complicadas, como en el ya mítico Nanette de Hannah Gadsby. Jerrod Carmichael se atrevió a salir del armario en un especial de comedia grabado en un entorno íntimo por el también cómico Bo Burnham. El humorista detalla los conflictos que le ha comportado ser hombre, negro y homosexual en un monólogo que incluye unos cuantos chistes, pero que destaca paradójicamente en los silencios y la proximidad que consigue con el espectador. Todo esto mientras perfila un retrato hilarante, pero tierno de las peculiares relaciones interpersonales en el seno de su familia.

Ricky Gervais: SuperNature (Netflix)

Una de los primeras espadas de la comedia estrenó nuevo especial, rodeado de polémica –o calculada promoción– por algunos comentarios sobre las transexuales. Ya en el último show Gervais reivindicaba la libertad de hacer broma sobre todos los asuntos y este Armageddon insiste en la necesidad de saber descodificar la ironía para entender que un chiste sobre un colectivo no necesariamente denigra aquel colectivo, según su visión. A pesar de que a ratos reiterativo respecto a montajes anteriores, Gervais continúa teniendo una de las miradas más incisivas sobre la hipocresía social (y una de las risas más contagiosas).

Dave Chappelle: The closer (Netflix)

Las críticas por transfobia también rodearon el estreno de The closer, el sexto y último especial de Chappelle para Netflix. La plataforma defendió al comediante, a pesar de los múltiples llamamientos a la cancelación y también a pesar de que trabajadores de Netflix hicieron una marcha ante las oficinas centrales para mostrar su malestar. El monologuista hacía humor comparando la discriminación que sufren los afroamericanos con la discriminación del colectivo LGTBIQ+ y aseguraba que ser homosexual no te salva necesariamente de ser un racista. Otro chiste polémico consistía en explicar que había contraído covid, pero de manera asintomática, y decía que esto lo igualaba a Magic Johnson y su infección por VIH. El cómico también hacía un análisis crítico del movimiento Me Too, puesto que a su parecer está contaminado por la hipocresía de ciertas celebridades.

Bo Burnham: Inside outtakes (YouTube)

A finales del curso pasado, Bo Burnham publicó Inside, un especial de comedia formalmente rompedor –estaba grabado todo en una habitación– que narraba el deterioro mental fruto del confinamiento a través de unas canciones rellenas de observaciones ingeniosas y referencias culturales contemporáneas. El resultado era tan bueno, de hecho, que el cómico ha publicado recientemente una hora de materiales descartados que siguen supurando talento. El recopilatorio no es tan redondo como su precedente, sin embargo, a cambio, permite ver entre bambalinas cómo se gestó un álbum que ha hecho historia de la comedia. Burnham consigue hacer un existencialismo ligero, si esto no es un oxímoron, en el que los protagonistas de sus canciones son a menudo chafados por las modas culturales y la tecnología. La puesta en escena y la presencia de Burnham acaban haciendo que esta extensión de recortes tenga tanta calidad como para poder figurar en esta lista.

Taylor Tomlinson: Look at you (Netflix)

Con 28 años, la californiana Taylor Tomlinson ha grabado ya dos especiales de comedia para Netflix, después de haberse fogueado en la televisión convencional haciendo colaboraciones. Su último espectáculo se llama Look at you y, de nuevo, aborda cuestiones de salud mental, en este caso a partir de su propia experiencia al ser diagnosticada con un trastorno bipolar. Otro elemento recurrente –y que no falla en este especial– son las tensiones con su familia, muy devotamente cristiana. Uno de los aciertos de Look at you es que consigue hablar de los aspectos más complicados de las enfermedades mentales, como por ejemplo el impacto en las relaciones sentimentales y sexuales, con inteligencia y profundidad, pero llenando la narración de su viaje de chistes con bastante mala leche. Todo ello, con un sesgo feminista y una crítica intensa contra la cultura de la imagen y de la sexualización que afecta especialmente a las mujeres.

Tig Notaro: Drawn (HBO Max)

Una de las leyendas vivas de la comedia americana, Tig Notaro, ha firmado este curso el especial de comedia más arriesgado desde el punto de vista formal: en vez de ver su actuación, el espectador escucha el audio, pero todas las imágenes son dibujos animados que intercalan fragmentos de la representación sobre el escenario con la versión cartoon de las historias que explica, con su habitual estilo poco afectado. El humor nace, de hecho, del contraste entre el desapasionamiento con el que explica cómo le extrajeron las muelas del juicio y las cosas surrealistas que le pasan por el hecho de hacerlo sin nadie al lado. El espectáculo en realidad es de hace cuatro años, pero ahora HBO Max lo presenta con este filtro que han añadido varios animadores. Uno de los hechos sobrecogedores que ha narrado Notaro es la doble mastectomía sin reconstrucción a la que se sometió y en Drawn aborda de nuevo este episodio de su vida.

Norm Macdonald: Nothing special (Netflix)

A Norm Macdonald le diagnosticaron una leucemia en 2012, que nunca reveló más allá de su círculo más íntimo. El cómico murió en septiembre de 2021 y Netflix presentó hace unas semanas Nothing special, un singular especial de comedia que quiso dejar grabado antes de morir. Se trata de un show grabado en su casa, sin público, con una única cámara manteniendo un primer plan fijo y lleno de referencias que adquieren nuevas capas de significado una vez conocida su enfermedad terminal. A pesar de que hacía tiempo que había dejado de ser la vanguardia de la comedia, Macdonald fue uno de los presentadores del noticiero satírico Weekend update, del Saturday night live, además de un actor de doblaje reconocido.

Modgi: Mític (Magigarcia.com)

La escena de comedia en catalán está en boga y varios humoristas giran ya por el país con un show individual de una hora. Pero Modgi ha sido el primero en ir un paso más allá y grabar su espectáculo para convertirlo en un especial de comedia, que se distribuye a través de su web (Magigarcia.com). El resultado es Mític, un monólogo que bebe de algunos de los referentes americanos más célebres, sobre todo cuando hace una reivindicación de la capacidad del humor para enfrentarse a todos los temas, por espinosos que sean. El disparo distintivo, claro, es que el show adapta este discurso general al marco local y van cayendo en cascada chistes sobre los atentados de la Rambla, TV3 o la decepción del pos-Procés.

Jimmy Carr: His dark material (Netflix)

Al principio del espectáculo, Carr avisa que algunos de los chistes son de aquellos que pueden acabar carreras profesionales. Y casi lo consigue, con un fragmento en el que decía que cuando se habla del Holocausto "nunca mencionan a los miles de gitanos que los nazis también mataron": "Claro, no lo hacen porque nadie quiere hablar de los aspectos positivos". La provocación, irónica, buscaba señalar las diferentes clases que hay dentro de los colectivos oprimidos y la hipocresía social que hay cuando se habla de este asunto en el que unos muertos parecen tener más valor que otros, pero le costó quejas de las entidades representativas del pueblo gitano. Es un ejemplo de la voluntad saqueadora de uno de los cómicos más afilados y amantes del humor negro. El británico Jimmy Carr, y su peculiar carcajada aspirada, demuestra una vez más que es uno de los mejores rematadores de chistes, que tiene una capacidad de improvisación enorme cuando interactúa con el público y su defensa a ultranza del derecho a reír. "Un chiste sobre la cosa mala no es la cosa mala", recuerda al inicio, a modo de advertencia. 

stats