Dígitos y Andróminas

Las aplicaciones móviles, nueva arma en la guerra digital entre EE.UU. y China

El gobierno de Pekín lidera el ranking de títulos censurados en la App Store de Apple, con 14.305 títulos, seguido a muchísima distancia por Rusia (5.050)

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Protestas en la calle contra la censura en China. Reuters

BarcelonaEn un escenario mundial marcado por tensiones políticas y comerciales, el uso y la regulación de las plataformas digitales se ha convertido en un campo de batalla clave. Una vez consumada la amenaza de EE.UU. a la continuidad de TikTok, China ha reaccionado restringiendo la disponibilidad de los servicios occidentales de chat dentro de su territorio. Mientras, Europa mete cucharada en el conflicto, centrándose también en TikTok y su carácter adictivo.

Tal y como estaba previsto, el Congreso de Estados Unidos ha dado un paso decisivo en su lucha contra TikTok, la red social de vídeos breves con sede en Singapur pero propiedad de la empresa china ByteDance. La propuesta de ley iniciada formalmente en la Cámara de Representantes ha superado también el trámite del paso por el Senado y ha sido ratificada por el presidente Joe Biden. Extrañamente encajada dentro de un paquete de medidas de intervención en los conflictos de Ucrania y Palestina, la ley en cuestión da a TikTok un plazo de nueve meses para vender la aplicación a algún comprador sin vínculos con China o bien afrontar la prohibición de operar en EE.UU., donde tiene 170 millones de usuarios.

Este movimiento legislativo se arrastraba desde el año 2020, cuando el entonces presidente Donald Trump quiso remachar con TikTok el clavo del veto en el equipamiento de los fabricantes chinos Huawei y ZTE. Se trata de abordar la preocupación sobre la seguridad nacional y la privacidad de los usuarios: se teme que el gobierno chino pueda acceder a los datos de los usuarios de TikTok y poner en riesgo la seguridad de EE.UU. Este supuesto riesgo para la seguridad es muy real en la posibilidad de manipulación social: el apoyo bipartidista a la ley indica que ninguno de los dos grandes partidos se considera inmune a efectos de TikTok, sobre todo en este año electoral. Curiosamente, la propuesta de ley original establecía un plazo de seis meses para la venta de TikTok, a tiempo para las elecciones presidenciales de noviembre, pero el definitivo de nueve meses termina cuando los electores ya habrán elegido entre Biden y Trump.

Cabe decir, claro, que los principales beneficiarios comerciales de cualquier restricción de TikTok son sus rivales digitales: Meta Platforms y Google, ambos de alcance global pero con una afiliación yanqui de piedra picada: retienen a los usuarios muchos menos minutos cada día de lo que les retiene TikTok, lo que afecta directamente a la facturación en publicidad. Sin TikTok, los usuarios probablemente se trasladarán a Instagram Reels oa YouTube Shorts, tal y como ocurrió en India cuando el país prohibió TikTok.

Bruselas y la salud mental de los usuarios de TikTok Lite

TikTok siempre ha sido considerada territorio de los internautas más jóvenes. Para ampliar el alcance generacional, la plataforma había puesto en marcha en España y Francia TikTok Lite, una variante de la aplicación que prometía remunerar a los usuarios por el tiempo que dedicaran a mirar vídeos. Los micropagos, del orden de un euro diario, podrían destinarse a recompensar a los creadores o canjear por vales de compra en Amazon o PayPal.

Sin embargo, Bruselas ha frenado el experimento. Acogiéndose a la Directiva de Servicios Digitales, la Comisión Europea había amenazado a TikTok con bloquear el funcionamiento de Lite en el continente si la empresa no documentaba suficientemente bien las consecuencias sociales de la aplicación, en virtud de la Directiva de Servicios Digitales, en especial el impacto negativo en la salud mental de los usuarios más jóvenes. El comisario Thierry Breton ha declarado que el sistema propuesto era "tan tóxico y adictivo como los cigarrilloslightAnte esto, TikTok ha optado por suspender durante dos meses la función de pago por visionados a sus usuarios, estableciendo así un precedente de cara a eventuales despliegues en otros mercados.

China expulsa los aplios extranjeras de mensajería

El conflicto entre EEUU y China por la vía interpuesta de las plataformas y las aplicaciones digitales se ha hecho evidente cuando el gobierno de Pekín ha ordenado retirar de las tiendas de aplicaciones para móviles las vinculadas a servicios de chat extranjeros, como las de WhatsApp y Threads –propiedad de Meta Platforms–, Telegram y Signal. Antes ya lo había hecho con la coreana Line.

La medida de la Administración China del Ciberespacio se enmarca en los esfuerzos por mantener el control sobre la información que circula dentro y fuera del país, especialmente en temas delicados como la política y los derechos humanos. Las autoridades chinas consideran estas aplicaciones una amenaza para su control y para la estabilidad social, y están actuando de forma decidida para minimizar su influencia, dando preferencia a las plataformas locales que puede controlar, como WeChat y Tencent QQ.

El gobierno chino es líder destacado en esta práctica: según la web AppleCensorship, el país encabeza el ranking mundial en cantidad de aplicaciones prohibidas en la tienda App Store de Apple: 14.305 títulos, seguido a muchísima distancia por Rusia (5.050 aplicaciones prohibidas), los Emiratos Árabes (4.018) y Ucrania (3.898).

Cabe decir que la prohibición china no afecta sólo a Apple, pero el fabricante de los iPhones es una de las principales víctimas, porque China es uno de sus mercados principales, pero las ventas de sus teléfonos allí han empezado a caer frente al impulso de las marcas locales, encabezadas por una renacida Huawei. También Meta Platforms se verá perjudicada, porque no podrá explotar publicitariamente a los usuarios chinos, si bien podrá mantener una parte del negocio en el país mediante la venta a empresas chinas de anuncios en sus plataformas en el resto del mundo.

Esta trama compleja hace aún más visible la guerra comercial y de credibilidad entre EEUU y China, con las plataformas digitales y sus usuarios en medio de una batalla global por el control y la influencia. En todo caso, quien sale algo reforzada es China, que nunca ha escondido su voluntad de controlar la información que sus ciudadanos reciben por vía digital, mientras que la medida adoptada por las autoridades de EEUU contra TikTok va exactamente en la misma línea, por mucho que los estadounidenses presuman de libertad de expresión. La hipocresía está a la orden del día.

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