Bud Spencer, Terence Hill y el ministro Óscar Puente

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Es posible que aquellas escenas en las que Bud Spencer dejaba fuera de combate dos pinchos con la efectiva maniobra de cogerlos cada cráneo con una mano y charlar uno contra otro no sea una cima del séptimo arte y contenga una carga de valores más bien escasa. Pero como reíamos, casum. Asistir al desenfreno verbal del ministro Óscar Puente contra periodistas tiene algo de ese placer poco edificante. Todo empezó cuando Javier Negre –conocido como el Condenas y presidente del medio ultra EDA– la pifió mostrando una pantalla de una estación donde muchos trenes marcaban retraso. “Tu Renfe, en números rojos”, le escribía en la red X. Y el ministro se arremangaba y le espetaba: “Como tu recuento de neuronas”. Pam: 3,4 millones de visualizaciones del tuit. A partir de ahí, interactuó contra otros periodistas con un estilo similar.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, en una imagen de archivo en Abrera.

El yo columnista debe decirles que un ministro a sueldo de todos debe mantener un comportamiento ejemplar, especialmente con la prensa, porque es su responsabilidad que no se degrade (aún más) el debate público. Humanamente se entiende, pero políticamente es inaceptable. Eso sí, sería hipócrita si me pusiera estupendo y no admitiera cierta fruición íntima. El nivel de matonismo entre la derecha política y mediática ha llegado a tal punto –que si Txapote, que si "Me gusta la fruta", que si Perro Sánchez– que ver a alguien emulando a Michael Douglas en Un día de furia me hace escandalizar... mientras cojo la papelina de palomitas. El ministro, insisto, debe corregir de inmediato el tono y asumir el golpe que, desde empresas privadas, se hace periodismo trinchera. Eso sí, haber evidenciado lo fino que tienen la piel algunos intrépidos polemistas que basan su carrera en el hostigamiento cuando, de repente, son ellos los insultados, tiene su punto evocador. A mí, al menos, me ha hecho pensar en el delicado sonido de dos cocos chocando con fuerza.

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