El juez frustra el 'Succession' de Murdoch y no le permite otorgar el poder a un solo hijo
El empresario había maniobrado en la espalda de tres de sus descendientes
BarcelonaEl magnate Rupert Murdoch, de 93 años, se queda con la cola entre sus piernas. Hace unos meses se supo que había orquestado una operación a escondidas de tres de sus hijos (James, Elisabeth y Prudence) para modificar los estatutos del trust familiar y dictaminar que, cuando muera, su imperio mediático podría estar controlado en solitario por otro hijo suyo, Lachlan. El fideicomiso establecía, sin embargo, que el poder debía repartirse equitativamente entre sus cuatro hermanos mayores y que sólo podía cambiarse si se hacía desde la buena fe y para asegurar el bien común.
Ahora, sin embargo, el juez de Reno (Nevada) que examinaba el caso ha dictaminado que Rupert y Lachlan Murdoch habían actuado "de mala fe" para modificar un fideicomiso irrevocable y que habían urdido "una farsa cuidadosamente elaborada" para "consolidar de manera permanente los " roles ejecutivos" del hijo predilecto dentro de un imperio que incluye medios influyentes como Fox News, el Wall Street Journal, el diario británico The Times o los tabloides The Sun y New York Post, entre otros muchos activos. En una decisión de 96 páginas, el magistrado desmonta la idea de que crear una dirección colegiada entre los cuatro hermanos sea contraproducente intrínsecamente para el negocio.
Esta decisión no sólo tiene trascendencia en el seno de la familia Murdoch, porque condena al clan a entenderse y adoptar una toma de decisiones consensuada: su impacto será también político. Se considera que Lachlan representaba una línea dura, muy escorada hacia la derecha trumpista, siguiendo las huellas de su padre. En cambio, el resto de hermanos, junto a James al frente, eran partidarios de moderar las formas de unos medios que, especialmente en el caso de Fox News, han recibido muchas acusaciones de manipulación y partidismo polarizador. El pasado año, la cadena aceptó pagar 787,5 millones de dólares al fabricante de las máquinas de votación electrónica Dominion, a quien había acusado de favorecer a Joe Biden. La idea de que las elecciones habían sido fraudulentas fue utilizada por Donald Trump para negar legitimidad al gobierno resultante y se considera que el asalto al Capitolio del 6 de enero fue consecuencia de esta teoría conspirativa de la que no se han presentado pruebas .
Por el contrario, James Murdoch –que abandonó la empresa News Corp en el 2020– ha apoyado explícito a Kamala Harris en su frustrada carrera en la Casa Blanca en las últimas elecciones americanas. Elisabeth, por su parte, dirige un estudio cinematográfico. En el pasado había intentado mediar entre James y Lachlan, pero la maniobra de apartarla de los cargos ejecutivos en el futuro le ha empujado a hacer frente común con James y también con Prudence.
Aparte de los cuatro hijos en disputa, Murdoch tiene también dos hijas, Chloe y Grace, fruto de la relación con quien fue su tercera esposa, Wendi Deng. Pero ambas, aunque herederas también, en este caso no tienen derecho a voto.