Muere Josep Maria Martí Font, el periodista cultural que narró la caída del Muro de Berlín
Autor de 'El día que acabó el siglo XX', fue corresponsal de 'El País' en Berlín y en París
Josep Maria Martí Font narró casi como uno thriller la caída del Muro de Berlín, que él vivió en primera línea cuando era corresponsal de'El País en la ciudad alemana. No es de extrañar, porque este veterano periodista, fallecido el lunes a los 73 años, era sobre todo un hombre de cultura, entendida en el sentido más amplio de la palabra. Nacido en Mataró en 1950, estudió derecho y ciencias económicas en la UB, pero desde principios de los años 70 se dedicó al periodismo, en revistas como Star o Ajoblanco, y, también, en el mundo del arte. De hecho, entre 1975 y 1977 dirigió la Galería G, una de las primeras salas donde se pudieron ver en Barcelona las nuevas corrientes pop o conceptuales con exposiciones de artistas como Andy Warhol, Miralda, Benet Rosell o Wolff Vostell, y posteriormente, entre 1978 y 1979, la galería Mec-Mec, que se interesó más en el ámbito contracultural. Fue precisamente al final de esta década cuando Martí Font se trasladó a Estados Unidos, donde estuvo poco más de un lustro entre Nueva York, San Francisco y Los Ángeles, donde trabajó de guionista de Hollywood y de col colaborador de Fotogramas o Lecturas.
De vuelta a España, en 1984 se incorporó a la redacción deEl País, donde ejerció diferentes cargos, desde jefe de Internacional a responsable de Educación y Universidades. Su formación y su interés siempre presente por la cultura se reflejaban en sus crónicas y su mirada, bien como periodista o como jefe de área. Esto queda patente también en su período más conocido, cuando como corresponsal en Berlín, entre 1989 y 1994, cubrió la caída del Muro de Berlín y todo lo que sucedió después.
Al respecto, que explicó también en un artículo en el ARA con motivo de los 25 años de la caída del Muro, escribió dos libros capitales: El día que terminó el siglo XX (Anagrama, 1999) y Después del muro (Galaxia Gutenberg, 2014), en el cual reflexionaba sobre cómo había evolucionado Alemania posteriormente. A la vuelta de Berlín fue redactor jefe de la sección de Cultura deEl País y en 1997 se incorporó a la redacción del diario en Barcelona. La dejó entre 2004 y 2009, cuando fue el jefe de la oficina del rotativo en París. A su vuelta trabajó de nuevo, hasta que se jubiló, en la sección de Cultura del diario, tanto como periodista como, durante un período, como jefe. Amable y tranquilo, la conversación con él siempre era enriquecedora, no sólo por su gran bagaje cultural sino también por la manera en que contaba, casi siempre con una sonrisa socarrona pero no cínica, las aventuras y experiencias que había vivido a lo largo de los años. Riguroso y analítico, su mirada sobre los acontecimientos incorporaban un punto de escepticismo y distanciamiento que no impedían, sin embargo, dotar de emoción a la narración. Humanista y amante de la buena vida, en sus últimos años supo transmitir el disfrute por la vida y por el arte de contar historias.