El gran temor al resultado de las elecciones francesas y el elevado riesgo de confirmar el auge de la extrema derecha incrementó la necesidad de seguir a los especiales sobre la jornada electoral. Aquí, las televisiones públicas fueron las que se tomaron más en serio la cobertura. TV3 asumió su emisión, mientras que TVE lo derivó en el canal informativo 24h.
El periodista Carles Costa presentaba el programa, previa que nos facilitó el seguimiento en directo de la cuenta atrás del sondeo a las ocho en punto de la noche. La emisión nos permitió reencontrarnos con Montserrat Besses, expertísima en todos los asuntos vinculados con Francia y al que siempre es un placer escuchar. Huye de los tópicos y de las inercias y facilita análisis cuidadosos, llenos de matices, con una gran capacidad divulgativa. A Costa también le acompañaba el periodista Lluís Uría, también muchos años corresponsal en París. Desde Francia, conectaron en directo con Silvia Heras a la sede del Nuevo Frente Popular. Estaba previsto que fueran los perdedores de la noche y se convirtieron por sorpresa en el epicentro de la alegría y el alivio. La corresponsal Isabel Galí, en cambio, fue testigo del inesperado funeral de Reagrupament Nacional. El jefe de Internacional, Juan Carlos Peris, ofrecía una visión más global y macronista de los resultados desde enfrente de la Torre Eiffel.
En el ámbito televisivo, el programa de TV3 parecía haber sido pensado para los ritmos electorales autóctonos y se encontraron con que los tempos franceses a la hora de digerir los datos tenían un metabolismo más ágil del que estamos acostumbrados. Los expertos realizaron sus análisis a las ocho pasadas y, a una velocidad sorprendente, comparecieron en sus respectivas los candidatos. Mélenchon, Faure, Tondelier y Bardella hicieron declaraciones muy rápidamente ante los militantes y los medios de comunicación antes del Telenoticias. Ramon Pellicer, por cierto, abría el Telenoticias anunciando que la izquierda ganaba la segunda vuelta de las elecciones "presidenciales". ¡Oh lá lá! Un lapso inaudito. Tras el informativo de la tarde, de nuevo hacia la especial electoral de TV3, con la misma mesa y las mismas caras. Fue correcto, pero tenía poco más que añadir y se encontraron inmersos en un cierto bucle que les hacía reiterar las argumentaciones. Lo que hicieron después del TN se parecía demasiado a lo que habían hecho antes. Los partidos fueron tan rápidos en comparecer como en desaparecer, y en las conexiones con los enviados especiales ya no había rastro de vida electoral. Incluso en Francia fueron más por trabajo que en Catalunya.
Una vez más, sin embargo, tuvimos la sensación de que TV3 dejaba demasiado solo un puñado de profesionales con mejor fe que recursos: la austeridad de la mesa del 3/24, ninguna ambientación afrancesada, sin infográficos y escasez de voces ... Servicios mínimos para el servicio público. Una noche histórica merecía más ambición.