Protagonistas... y productoras: cuando las actrices son las que mandan

Ante la ausencia de personajes interesantes, muchas intérpretes han optado por impulsar sus propios proyectos

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Reese Witherspoon y Nicole Kidman produjeron 'Big little lies', uno de los grandes éxitos de la HBO

Cuando Reese Witherspoon cumplió los 40 –en 2016– decidió que había llegado el momento de promover historias sobre mujeres, todavía minoritarias en la pequeña pantalla. Creó la empresa Hello Sunshine –anteriormente ya había cofundado Type A Films– y en pocos años se ha convertido en una de las productoras más poderosas de televisión actualmente con éxitos como Big little lies (HBO), Little fires everywhere (Hulu-Amazon) y The morning show (AppleTV++). Ella, que durante años fue vista simplemente como la protagonista de comedias románticas, es el referente de otras muchas actrices que han seguido sus pasos y optan por involucrarse artísticamente más allá de la interpretación. 

La actriz ha explicado que la necesidad de tener sus propios proyectos nació de la frustración. En 2011 Witherspoon recibió una propuesta para una película: se trataba del enésimo proyecto en el que tenía que interpretar a la novia del protagonista. La actriz rechazó la oferta inmediatamente y sus representantes, sorprendidos, le aseguraron que era la única gran estrella de Hollywood que no luchaba por aquel papel. Gracias a los años de carrera en la industria, la protagonista de En la cuerda floja se reunió con los jefes de los siete principales estudios del país para hacerles una pregunta: "¿Qué proyectos estáis desarrollando con protagonista femenina?" La respuesta de todos despertó el motor creativo de Witherspoon: ninguno. Según ha explicado ella misma más de una vez, una de las personas con las que habló le confesó que tenían una película en preparación con una mujer de protagonista, "pero que no harían dos el mismo año".

Poco tiempo después de esa experiencia, Witherspoon se lanzó al mundo de la producción comprando los derechos de adaptación de dos bestsellers protagonizados por mujeres complejas: Perdida, de Gyllian Flynn, y Wild, de Cheryl Strayed. A pesar del éxito de las dos adaptaciones cinematográficas –Witherspoon recibió su segunda nominación a los Oscars–, todavía no tenía el reconocimiento que merecía como productora. "Había hecho ganar mucho dinero a los estudios, durante años y años, pero todavía no me tomaban seriamente como productora. De alguna manera pensaban que los veinticinco años que llevaba en la industria no bastaban para aportar algún tipo de conocimiento sobre cómo se tienen que hacer las películas o cómo es debido mantenerlas dentro del presupuesto", ha explicado Witherspoon. La confirmación como productora no le llegó, de hecho, hasta el éxito de Big little lies, una tormenta perfecta de buenas críticas, buena acogida de público y lluvia de premios. En las tareas de producción, Witherspoon estuvo acompañada por Nicole Kidman, también actriz de la serie y que pronto estrenará Nine perfect strangers, también producida por ella.

Inspiración para otras actrices

El caso de Witherspoon ha impulsado a otras actrices a aventurarse a ampliar horizontes profesionales como productoras. Una de las compañeras de profesión que ha hablado más abiertamente del papel inspirador que ha jugado la protagonista de Una rubia muy legal es Kaley Cuoco, la Penny de The big bang theory. En 2017, cuando todavía protagonizaba la sitcom, WarnerBros, el estudio de la comedia, ofreció a los actores acuerdos de producción a través de los cuales crear sus propias productoras. Mientras algunos de sus compañeros lo aceptaron, ella declinó el ofrecimiento. "No me interesaba producir, de hecho me intimidaba bastante", asegura Cuoco. No fue hasta que se cruzó con el libro The flight attendant, de Chris Bohjalian, cuando le vinieron ganas de producir. La actriz asegura que la primera cosa que hizo después de leer la primera línea del libro fue llamar a sus abogados para saber si Reese Witherspoon tenía los derechos de adaptación.

Kaley Cuoco en 'The flight attendant'

Cuoco se convirtió en la capitana del barco, como ha explicado Zosia Mamet, su compañera de reparto, y la transformación en productora no le podía haber salido mejor. The flight attendant no solo le ha servido para reafirmarse como actriz después de haber hecho un papel tan popular pero también limitador como el de Penny, sino que también le ha permitido aspirar al Globo de Oro a la mejor comedia y al de mejor intérprete. "Nunca había pensado que me nominarían para nada, no era mi objetivo ni entraba dentro de mis pensamientos. Saldré adelante, ahora ya no hay nada que me pare. Siento como si hubiera más cosas en el horizonte y mi carrera apenas acabara de empezar", ha explicado Cuoco. De hecho, en su nuevo rol de productora ya desarrolla una serie para AppleTV+ y una miniserie sobre la vida de Doris Day que protagonizará ella misma.

La última actriz que ha dado el paso hacia la producción es Kate Winslet con Mare of Easttown, una miniserie en la que ha ejercido de productora ejecutiva. Winslet ha explicado que si hasta ahora no había pasado al otro lado era porque la actuación siempre ha sido suficiente para ella. "Con Mare sentí que era el momento adecuado. Además, ya había aprendido mucho sobre producir y pensé: «Si algún día tengo que producir, quiero saber qué estoy haciendo». No quiero tener solo el título, no quiero hacer esto. Creo que hay gente que lo hace, pero no es mi estilo", ha explicado. Según el creador del éxito de la HBO, Brad Ingelsby, Winslet ha estado presente en todas las fases del proceso de creación y ha sido una figura clave para un buen ambiente de trabajo, llegando a asesorar a su hija en la ficción en una escena de intimidad. A diferencia de lo que puede pasar en otros casos, Winslet no se convirtió en productora para tener un control total sobre su personaje –o para llevarse una parte de las ganancias de la miniserie–, sino para ser la líder del proyecto.

Kate Winslet en un momento de la serie

La figura de la actriz-productora, cada vez más habitual, también ha sido asumida por las generaciones más jóvenes, como es el caso de Hailee Steinfeld, de 25 años. La actriz y cantante ha debutado como productora ejecutiva con Dickinson (AppleTV+), una visión modernizada de la vida de la poeta Emily Dickinson que ella misma protagoniza. "La experiencia ha sido una auténtica curva de aprendizaje. Cuando leí el proyecto me pareció muy especial. Quería formar parte de él y dar un paso adelante no solo como actriz sino también a otro nivel".

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