Una abuela con sed de venganza: la miniserie de tres episodios que quiere conquistar Netflix

Barcelona¿Cómo se supera la desaparición de un ser querido? Para la protagonista de Dos tumbas, la nueva miniserie de Netflix, sólo hay una vía: la venganza. La ficción, de tres episodios, se centra en Isabel (Kiti Mánver), que dos años después de la desaparición de su nieta, la adolescente Verónica, decide investigar por su cuenta qué pasó y, en última instancia, vengarse del culpable. La serie está creada y escita por Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero, los tres hombres que utilizan el nombre de Carmen Mola para firmar sus libros.

El punto de partida de la miniserie traslada al espectador a episodios recientes de la crónica negra española, como los casos de las desapariciones de Rocío Wanninkhof y Marta del Castillo. En Dos tumbas, dos amigas de 16 años, Verónica y Marta, desaparecen durante la celebración de las fiestas del pueblo andaluz donde viven, Frigiliana (Málaga), un entorno de casas blancas casi idílico. A Marta la encuentran sin vida, pero de Verónica nunca se sabe nada más. La falta de resolución del caso hace que las heridas de Isabel sigan abiertas. Durante los tres episodios de la serie, dirigidos por el barcelonés Kike Maíllo, la abuela comienza una búsqueda que rápidamente se le escapa de las manos. Aparte de Mánver, el reparto también incluye a Hovik Keuchkerian, que da vida al padre de Verónica, y Álvaro Morte, que interpreta al padre de Marta.

Rompiendo la imagen de la abuela perfecta

La clave de Dos tumbas es el personaje principal, Isabel, que deconstruye la concepción más tópica de las abuelas. "Hay algo en la escritura y en la idea motor de la serie que tiene que ver con aprovecharse de un prejuicio, de hasta dónde será capaz de llegar una señora de casi 80 años detrás de una venganza", señala Maíllo. Además, la miniserie también rompe con el tópico machista de las mujeres como figura que cuida de los demás, ya que a medida que avanza la trama se hace evidente que Isabel está lejos de la imagen de la abuela perfecta que se desvive por la familia.

Una de las singularidades de la nueva miniserie de Netflix es la duración, mucho más corta de lo habitual. Maíllo asegura que es una decisión tomada a conciencia por los autores, que querían hacer un thriller muy compacto y en el que no hubiera tramas secundarias que distrajeran la atención de los espectadores. Este formato concentrado busca un consumo en formato maratón.

Otro de los elementos sorprendentes de la ficción es escuchar a Álvaro Morte, conocido por haber sido El Profesor de La casa de papel, haciendo un acento cordobés marcado, una decisión artística tomada conjuntamente entre el actor y Maíllo. Y es que, aunque Morte es andaluz, normalmente matiza su acento. Sin embargo, en este caso, para hacer el papel del padre de Marta, un hombre con vinculaciones criminales, el actor recurrió a la forma de hablar de una zona que conoce bien porque vivió allí durante un tiempo.