'Sitcoms', una comedia obsoleta
La comedia de situación no tiene ningún título hegemónico en antena por primera vez en décadas. El futuro pasa por otros formatos menos rígidos
No es la primera, pero sí la más remarcable. Con El show de Dick Van Dyke (1961-66) se inauguró una de las gallinas de los huevos de oro de la ficción televisiva: la comedia de situación. A partir de los años sesenta el éxito de las sitcoms se fue multiplicando hasta llegar a nuestros días siguiendo cánones casi inamovibles –comedias de unos veinticinco minutos de duración, grabadas con espectadores en el plató y orientadas a un público intergeneracional–, pero hoy parece un formato agotado. La línea que trazaron Cheers, Seinfeld, El Príncipe de Bel Air, Friends, Cómo conocí a vuestra madre y The Big Bang Theory, entre otras muchas, mantuvo el liderazgo del género de manera continuada durante cuarenta años. Un puñado de comedias con audiencias descomunales que convivían entre ellas y se sucedían con naturalidad.
Había un gran pastel por repartir, y a medida que pasaba el tiempo a las series canónicas se les unieron otras que introducían novedades, manteniendo duración y cierto espíritu narrativo. Es el caso de The office y el género mockumentary. Pero hoy en día esta prolongada edad de oro parece que ha pasado a la historia: desde que se acabó la agotada Modern family en abril pasado, no hay ninguna comedia de situación hegemónica en la parrilla. Series con chistes hay, y habrá siempre, pero ¿podemos dar la sitcom por acabada?
Gustos cambiantes
"El espectador ha evolucionado, una sitcom de formato clásico nos recuerda otra era de la televisión", asegura el crítico Noel Ceballos. Hay varios factores que muestran el cambio de paradigma en la comedia, entre ellos la introducción de nuevos elementos narrativos y la hibridación de géneros que han diluido la sitcom tradicional cada vez más. A pesar de que las popularísimas Friends y The office han seguido teniendo grandes datos de audiencia en Netflix o Prime Video, no han encontrado un relevo lo suficientemente remarcable en pleno predominio de las plataformas audiovisuales, que tampoco se han tomado las nuevas comedias de situación como una prioridad. El género ha cambiado y los patrones tradicionales de la sitcom los ha desmenuzado la propia industria. El guionista Enric Prado cree que el buen funcionamiento de las producciones antiguas se debe, en parte, al hecho de ser un "ejercicio de nostalgia", pero duda de que tuvieran el mismo fandom si se estrenaran en 2021: "La comedia ha ido hacia otros lados, tengo la sensación de que no se aguantarían". Además del desgaste del formato, hay una razón más de fondo: los gustos no son los mismos que hace veinte años y el espectador no quiere que le expliquen siempre ni lo mismo, ni del mismo modo. "Cuando te sentabas a ver una sitcom de los noventa sabías perfectamente que, por complicadas que se pusieran las cosas, todo acabaría bien. Este final, siempre tan feliz, tengo serias dudas de que se pueda aplicar en unos años poco optimistas como los que estamos viviendo", explica Ceballos.
No ha jugado favor de la supervivencia del formato la percepción de que algunas se alargaron más de la cuenta. Ha pasado con varias de las sitcoms más populares de lo que llevamos de siglo, como Cómo conocí a vuestra madre, The office, The Big Bang theory y Modern family, que agonizaron durante temporadas con incomprensibles giros de guion, repitiendo gags y cayendo en cierta desidia narrativa. Siguiendo el ejemplo de Mira lo que has hecho (Movistar +), finalizada en la tercera temporada a pesar de tener un gran éxito, Enric Pardo, que fue uno de sus guionistas, recuerda que en la serie se habían "establecido unas narrativas, unas reglas del juego, que funcionaban". ¿Esto quiere decir que se podría haber estirado dos o tres temporadas más? "Posiblemente, porque estaba en un momento muy dulce. Pero Berto (Romero) tuvo muy claro que todo lo que teníamos que decir ya estaba en esas tres temporadas y que a partir de entonces probablemente nos repetiríamos, e incluso nos aburriríamos haciéndola", recuerda el guionista.
Dejar una serie mientras está en estado de gracia, como hizo Jerry Seinfeld en su momento, no es nunca una decisión fácil. "Una buena sitcom consigue que acabes creyendo que los protagonistas son tus amigos y tengas la necesidad de saber qué les pasa. Esto hace que a menudo se haya estirado demasiado el hilo y que la creatividad se haya resentido", resume el periodista Noel Ceballos, que concluye el tema con una pregunta: "Cuando tienes un producto como los Simpson, que todavía hoy funciona estupendamente en audiencia, y que además da muchísimo dinero en merchandising, ¿por qué acabarlo?"
La comedia de hoy
Según los expertos, el futuro de la comedia implica seguir insistiendo en formatos híbridos que rompan con las normas tradicionales. Esto va, evidentemente, en contra de la sitcom, y es un hecho que han explotado ficciones que han funcionado con narrativas más complejas –Master of none, Louie, Curb your enthusiasm, Better things–, productos con un humor menos sistemático, más agudo. Volviendo a Mira lo que has hecho, parte de su éxito fue dotar de una narrativa de comedia espacios generalmente destinados al drama, un recurso que se está utilizando con gran acierto: "Ficciones como Fleabag han aportado nuevas miradas y espacios. Nosotros enseñábamos la cara B de un cómico famoso, saliendo de los personajes estereotipados. Es la tendencia de hoy en comedia", explica su guionista.
Las ganas de risa mirando una serie no han desaparecido, a pesar de que el formato tradicional sea prácticamente un anacronismo audiovisual. ¿Hay lugar para la sitcom en este contexto de hibridación? Remata Noel Ceballos: "Tendrá que ser desde otra posición, como han hecho con mucho acierto en Wandavision (Disney +), porque es posible que las sitcoms del futuro sean, simplemente, series de comedia de veinte minutos que han perdido los elementos clásicos. Pero vete a saber, todo es pendular y quizás dentro de tres años alguien estrena una comedia con tres cámaras y público en directo y funciona. Todo es cuestión de que alguien se atreva, la posibilidad de revival siempre está".
Mientras la sitcom espera tiempos mejores, hay una comedia que sobresale, la canadiense multipremiada Schitt's creek (Movistar +), un éxito en Norteamérica pero que en ningún caso se puede comparar al de títulos pretéritos. De momento, ha pasado bastante desapercibido en Catalunya.