El tío de Rubiales entra en escena

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Juan Rubiales habla de su sobrino en Telecinco.

Tras la entrevista en La Sexta de Luis Rubiales, su tío Juan Rubiales se ha incorporado al festival mediático para cargar duramente contra su sobrino. El hombre, de sesenta y dos años, apareció el viernes por la mañana en La mirada crítica de Telecinco y cantó la Traviata sobre las corruptelas en la Federación Española de Fútbol organizadas por su sobrino. “Si a pesar de mi experiencia en los medios, ve temblorosa mi voz, es porque emocionalmente esto ha sido y sigue siendo muy duro para mí” advirtió a Juan Rubiales a Ana Terradillos nada más empezar la entrevista. Durante dos años y medio fue jefe de gabinete de la Federación, bajo las órdenes de su sobrino y, por tanto, fue testigo de sus corruptelas. Según la versión de Juan Rubiales, al criticar las conductas negligentes y delictivas de su sobrino, finalmente le despidió. El tío reveló que aunque las televisiones inglesa y australiana le han ofrecido dinero para denunciar públicamente la gestión de Luis Rubiales, nunca lo ha aceptado porque no quería hacer negocio con este asunto. Pero ahora que ha explotado el caso, le parece que es el momento de dar a conocer quién es de verdad su sobrino. Lo definió como un hombre desmedidamente ambicioso, obsesionado por el poder, por el dinero, por el lujo, por el sexo y por las grandes bacanales gastronómicas. También le considera un mentiroso compulsivo. “Necesita ayuda psicológica y un plan de reeducación social porque es autoritario, es machista, por momentos es racista. Tiene el perfil del personaje que podríamos definir como el típico Torrente, aunque él disimula muy bien”. El tío Rubiales aseguró que su sobrino ha logrado burlar los controles de la Federación porque han puesto a personas de su cuerda que durante todo este tiempo han tenido la manga ancha en la supervisión de las gestiones.

Rubiales contra Rubiales. Por la tarde, pocas horas después, Juan Rubiales volvía a aparecer en pantalla, esta vez en el Todo se mentira de Cuatro, para reproducir el mismo discurso sobre su sobrino. Mismas frases, idénticas explicaciones. Añadió todo tipo de anécdotas que retrataban la megalomanía y el narcisismo del personaje.

La némesis de Luis Rubiales ha entrado en escena y la confrontación entre tío y sobrino garantizará, seguro, horas de espectáculo televisivo. Fútbol, ​​testosterona, dinero, sexo y poder. Los ingredientes necesarios para un culebrón ibérico delirante al que se añade un vodevil familiar. El exfutbolista fanfarrón contra un señor con corbata y bigote. Sobrino y tío.

De momento, las fotografías de Luis Rubiales en bañador en la playa de Punta Cana acompañado de una mujer a la que le pixelan el rostro son una de las imágenes más recurrentes para retratar al vividor. Si a finales de verano vivimos el tsunami televisivo del beso forzado a Jennifer Hermoso, ahora llega el huracán de la corrupción en los despachos. Y la sensación de que, una vez más, existe el riesgo de que el esperpento y el sensacionalismo desdibujan la gravedad de los hechos.

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