Televisión

Danae Boronat: "Después del 'Zona franca' creo que puedo hacer cualquier cosa"

Periodista

Danae Boronat en el plató de 'El altavoz'
4 min

BarcelonaDanae Boronat no teme lanzarse a la piscina. Tras hacerse un nombre en la información deportiva, asumió el reto de presentar un Zona franca casi herido de muerte por el despido de Manel Vidal, colaborador del programa, y ​​la posterior renuncia de su conductor, Joel Díaz. Superada esa etapa convulsa, la tarraconense suma ahora una nueva aventura: presentar El altavoz, el nuevo magacín de tarde en catalán de La 2, que se estrena este lunes.

Nuevo cambio de registro. ¿Cómo lo encaras?

— Con muchas ganas, como un reto gordo. Pero después del Zona franca ya creo que puedo hacer cualquier cosa. Cuando me lo propusieron pensé: "¿Por qué no?".

¿No eres miedosa?

— No. A veces me iría bien serlo un poco más, pero es verdad que me gusta echarme a la piscina. Sé que no me habrían ofrecido este programa si no me hubieran visto en el Zona franca, en otro registro. También me da seguridad: me hace pensar que gustó lo que hice y que han visto que tengo posibilidades de hacer otras cosas.

En el momento en que estabas haciendo el Zona franca había mucho ruido mediático. ¿Cómo lo vivías?

— Al principio me afectó un poco, pero después logré aislarme. Me lo pasaba muy bien haciendo el programa y, si tú estás tranquila con lo que estás haciendo y vas cada día ilusionada, el resto ya no es cosa tuya, no puedes controlarlo.

El altavoz supone un riesgo tan grande como el Zona franca?

— No sé. El Zona franca no sé por qué era un riesgo; para mí era un formato fantástico. Son formatos en los que yo sé que puedo sentirme cómoda y libre de hacer lo que quiera. De hecho, en El Altaveo soy muy libre, no todo está marcado, aunque haya unos guiones. Creo que el tono del programa me viene bien. El qué y el cómo se adaptan a mí.

Si no hubieras hecho aquél late show quizás aún sólo se te vincularía con los deportes.

— Sí, sin lugar a dudas. Es uno de los motivos por los que cojo proyectos como aquél. Primero, y sobre todo, por demostrarme a mí misma que puedo hacer otras cosas. Una vez dices: "Ah, mira, resulta que sí", puedes adaptarte a otros registros. Éste es diferente, pero creo que me puedo adaptar perfectamente.

Dice que el programa contará historias. Cómo será El altavoz?

— La idea es ser el altavoz de la gente normal, de la gente de a pie. Intentar hablar de los temas de actualidad que a todo el mundo le preocupan, pero dándole una vuelta, con una visión positiva, y mirando qué podemos aprender. Creo que es importante entretener desde la base del buen rollo. Evidentemente, hay casos en los que no se puede, como cuando hay sucesos.

Por tanto, ¿será un cajón de sastre con mucho entretenimiento?

— Habrá mucho territorio, y reporteros donde pasen las cosas. Tenemos muchas ganas de que haya gente de a pie porque hoy en día parece que para salir a los medios tengas que cometer un crimen o ser artista. Queremos historias del día a día y cosas que nos suceden a todas ya todos.

Es un programa de mucho contacto con la gente. ¿Es algo que te gusta especialmente?

— A mí me encanta. Al final lo que queremos es que la gente de a pie sienta que interesa y hablar de las situaciones que nos afectan.

Es una franja en la que hay mucha competencia. ¿Te preocupa?

— Nosotros empezamos de cero, todo el equipo es nuevo y yo soy novela en este género. Creo que esto es una ventaja porque no vamos a copiar, al menos yo no quiero copiar a nadie, porque no me parezco a nadie ni quiero parecerme a nadie. Creo que necesitamos un tiempo, para realizar prueba y error, ir probando cosas y ver si funcionan. Debemos recorrer un camino hasta encontrar nuestro perfil de personas. Es un camino que empezamos al cero y quizás pasaremos por el diez, por el dos y por el cinco y finalmente acabaremos encontrando nuestro tono y nuestra manera de hacer sin intentar parecernos a nadie. Tampoco creo que existan referentes. Cataluña es diferente y creo que necesitamos que por la tarde haya marcha, que sea rock & roll.

Hablabas de tener tiempo para que las cosas funcionen. ¿Te has encontrado que es muy difícil que las televisiones den ese tiempo?

Sí, se ve que en las telas cuesta que te den tiempo. Pero aquí tengo la sensación de que hay mucha voluntad de que las cosas funcionen y, si no, no ocurre nada. Tener la oportunidad de poner en marcha una nueva franja en un canal como La 2 creo que es la bomba. Que apuesten por ti, para hacer un producto nuevo con gente nueva, es de valorar. Hoy en día el riesgo no se lleva demasiado y aquí [RTVE Catalunya] están arriesgando.

Compaginarás el magacín con las retransmisiones de TV3. ¿Ha sido sencillo llegar a un acuerdo?

— Sí, debo decir que sí, ha habido voluntad por ambas partes. Para mí era muy importante. De hecho, era condición sine qua non porque yo disfruto mucho con el fútbol y, claro, nos queda prácticamente lo mejor, que es el tramo final de temporada. Estoy superagradecida que todo el mundo lo entienda. No hay incompatibilidad porque son cosas muy distintas.

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