El lunes por la tarde terminaba la cuenta atrás que muchas cadenas estaban haciendo desde hacía días en la entrada de Brians 2. Muchos programas mantenían en pantalla un pequeño recuadro que vigilaba permanentemente las puertas de la cárcel. Un recurso que transmite una expectativa y una impaciencia incoherente con la salida de un violador. Faltaban tres minutos para las cuatro y media de la tarde y todos los programas que a esa hora emitían en directo conectaban con alarmismo con los reporteros que esperaban ante el centro penitenciario. El espectáculo que vimos a continuación fue lamentable:
La repetición en bucle: Los veintinueve segundos del recorrido a pie de Dani Alves hasta el coche se convirtieron en un paseo eterno. Todos los programas la repetían en bucle para analizarla y dejarla en las grandes pantallas del decorado. En Todo se mentira de Cuatro la repitieron entera hasta dieciséis veces. En Así es la vida de Telecinco, diez veces. Y una propina antes de despedir el programa. En TardeAR, veinte veces para arrancar el programa y debatir sobre el caso.
Las peores tertulias: La salida de Alves coincidió con la hora de las tertulias más penosas, sensacionalistas e indocumentadas de la parrilla. Algunos de los invitados a Cuatro y Telecinco, las dos cadenas en directo en ese instante, cometían errores garrafales. Confundían la fianza con una multa, se equivocaban en la cifra económica que había tenido que pagar y desconocían los procedimientos judiciales. Hablaban por aproximación a través de tópicos, gritos y soflamas.
La falta de contexto: Fue incomprensible la incapacidad de los presentadores de Cuatro, Telecinco y La Sexta de ofrecer, desde el principio, contexto informativo sobre los manifestantes que había en la puerta de la cárcel. Hasta el punto de que algunos tertulianos dieron por supuesto que eran espontáneos que protestaban por la libertad provisional de Alves. Cuando lo hacían, sólo algún otro colaborador más informado tapaba la metedura de pata recordando que eran funcionarios protestando contra la conselleria de Justícia por el asesinato de una compañera.
La polémica más absurda: En el Más vale tarde de La Sexta, Cristina Pardo criticaba que los Mossos d'Esquadra hubieran acordonado la salida y escoltaran a Alves y su abogada hasta el coche. Incluso hicieron una comparativa con otros presos famosos saliendo de prisión por demostrar que el caso no tenía precedentes. Pero olvidaba la situación convulsa que se está viviendo en las últimas semanas en las cárceles de Catalunya.
El sesgo informativo: Sólo en TV3, en Planta baja, entrevistaron a la abogada de la víctima, para recordar que ese mismo día habían recurrido contra la decisión del tribunal y para explicar el impacto emocional que había provocado la salida de prisión de Alves a su clienta.
El anhelo de declaraciones: Muchos presentadores y colaboradores lamentaban que Alves no se hubiera dirigido a los medios de comunicación, como si las palabras de un violador tuvieran relevancia.
Las preguntas más lamentables: Lo peor fueron las preguntas que hacían, gritando, algunos de los reporteros, esperando a que Alves hablara. “¿Sé manteniendo que las relaciones fueron consentidas?”, “¿Crees que ha sido un juicio justo?”, “¿Sé manteniendo que no fue una violación?”, “¿Mantienas tú inocencia?”, “Dani, ¿cómo has conseguido los dineros?”, “¿Cómo estás, chaval?”, “¿Te está esperando Juana?” y, para terminar de rematarlo, “¿Cómo va a ser hoy la noche?”
Ya se ve que cualquier entrevista que se haga en Alves en los próximos días solo servirá para revictimizar a la chica que sufrió la violación. Ninguna de estas preguntas aporta nada a los hechos, más allá de estimular el relato morboso de escuchar a un violador y construir una confrontación mediática entre las dos partes implicadas. Lo que vimos sólo es una previa del tratamiento lamentable que el caso tendrá en los próximos días.
