Todos los residuos plásticos que existen en el planeta llenarían 200 millones de camiones
Un nuevo estudio de 'The Lancet' hace un llamamiento a los gobiernos que se reúnen en Ginebra para que reduzcan la producción de plásticos
BarcelonaHasta 8.000 millones de toneladas de desperdicios plásticos contaminan el planeta, según la estimación que recoge un nuevo estudio científico publicado este lunes en The Lancet. Esta cifra estratosférica equivale a 200 millones de camiones grandes (unas 40 toneladas cada uno), que son los necesarios para poder recoger todos los desechos plásticos que se acumulan en todos los rincones del planeta, desde las montañas hasta el fondo del océano. Sin embargo, sería un hito imposible porque buena parte de estos residuos están en forma de microplásticos y nanoplásticos, partículas muy pequeñas que contaminan el medio ambiente y que han llegado hasta nuestro organismo a través de la cadena alimentaria. El estudio de The Lancet, de hecho, denuncia que "los plásticos son causa de enfermedad y de muertes desde la niñez hasta la edad más avanzada". El estudio se publica coincidiendo con el inicio de la cumbre que reunirá a todos los gobiernos de la ONU en Ginebra desde mañana para tratar de aprobar finalmente el Tratado Global de los Plásticos. Este acuerdo vinculante ha sido bloqueado en cumbres anteriores por los países productores de plástico (derivado del petróleo), que se niegan a incluir medidas que afecten a la producción y reclaman que el tratado se limite a hablar de la gestión de los residuos.
Cerca de 100 gobiernos apoyan la inclusión dentro del futuro tratado de "un objetivo global para reducir la producción y el consumo de polímeros plásticos primarios a niveles sostenibles", tal y como reafirmaron en una declaración firmada durante la Cumbre de los Océanos de Niza de este mismo junio. Entre estos gobiernos se encuentran todos los de la Unión Europea, Canadá, Reino Unido, Nueva Zelanda y otros, pero no se han sumado, como cabía esperar, ni Estados Unidos ni China, Rusia o India, ni siquiera Japón.
"Los daños de los plásticos para la salud humana y planetaria están empeorando, impulsados principalmente por el aumento anual constante en la producción de nuevos plásticos", alerta el estudio. De hecho, el diario The Guardian reveló hace unos días la "infiltración total" de la industria del plástico en las negociaciones del tratado y aseguraba que un "bloque petroquímico", liderado por Arabia Saudí, había logrado retrasar las conversaciones. Según la investigación del diario británico, los científicos que participan en este diálogo también fueron acosados e intimidados por representantes de la industria.
"La producción mundial de plásticos se ha multiplicado por 250: ha pasado de menos de 2 millones de toneladas en 1950 a 475 millones de toneladas en 2022, y los incrementos más rápidos se han observado en la producción de plásticos de un solo uso. En consecuencia, la generación de residuos plásticos. de plásticos casi se triplique en el 2060", denuncia el estudio publicado este lunes, que reclama que el nuevo tratado "cubra todo el ciclo de vida del plástico".
Eliminar sustancias químicas peligrosas
Además de ese clamor para que se incluyan límites a la producción, otro punto clave en la negociación que arranca este martes en Ginebra es el que intenta incluir en el tratado la obligación de eliminar paulatinamente una lista concreta de los productos plásticos más problemáticos y de las sustancias químicas peligrosas que contienen. También se espera que el tratado fije la obligación de mejorar el diseño de los productos plásticos para que sean más fácilmente reciclables o reutilizables. Actualmente, menos del 10% de los desechos plásticos se reciclan a escala mundial. Otro punto caliente de la discusión es, como siempre, la financiación, en la que se reclama fijar un mecanismo basado en el principio de "quien contamina paga" para que los productores de plástico ayuden a los estados en vías de desarrollo.
Es la segunda vez que los gobiernos de la ONU se reúnen para unas "negociaciones finales" sobre el Tratado Global de los Plásticos. El pasado diciembre se reunieron en Busan (Corea del Sur) con el objetivo de aprobarlo, pero las negociaciones se atascaron por la presión de la industria fósil y se lanzó el balón adelante. Esta vez en Ginebra debería ser el definitivo, pero tampoco se descarta que vuelva a ocurrir lo mismo. El borrador actual del tratado tiene 22 páginas, donde hay más de 370 corchetes (partes en las que no hay acuerdo).
El vínculo entre esta negociación y la lucha contra la crisis climática es obvio. El 99% del plástico se produce a partir de combustibles fósiles, responsables del calentamiento global. La Agencia Internacional de la Energía calcula, de hecho, que un tercio del crecimiento de la demanda de petróleo hasta 2030 provendrá de la producción de plástico. Por eso, los lobis de los combustibles fósiles estarán muy presentes en Ginebra estos días, al igual que ocurre desde hace tiempo en todas las cumbres climáticas de la ONU.