Abrazar a las personas que amas para alargarles la vida

"Es una historia muy típica de los años 80, Josep Maria y yo nos conocimos en una discoteca", explica Neus Payarol, presidenta de la Federación Catalana de Autismo. Ambos tenían 22 años y Cupido fue rápido en dispararles la flecha: se vieron, se gustaron y esa misma noche se besaron bajo el puente de la Guardia Civil en Arenys de Mar. Payarol, que había decidido ir sola a la discoteca, volvió a casa contenta, pero sin saber aunque se enamoraría de ese chico.

“Nunca me he sentido tan querida como por Josep Maria”, declara Payarol, que lo describe como “un hombre guapo por fuera y aún más por dentro”. "Es de esas personas que no necesitan decir mucho "Te quiero" porque lo demuestran con hechos", celebra.

La vida, asegura, ha puesto su amor a prueba en muchas ocasiones. Cuando se enteraron de que su hijo Joel tenía autismo fue “caer y volver a nacer”. “Nuestro hijo salía de la norma, no sabíamos qué hacer y todo el mundo se metía, pero las dificultades sólo nos unieron más. Joel nos ha enseñado que la vida es mucho más sencilla de lo que parece, que basta con que la gente que amas sea feliz”.

En el 2020 les esperaba otro duro golpe: Josep Maria tuvo un linfoma y tuvieron que trasplantarle la médula. “Estoy convencida de que superó todo aquello porque nos amaba a nosotros y no quería dejar de cuidarnos”, afirma Payarol, quien asegura que Josep Maria es la persona que más quiere en este mundo. "Si lo lee mi madre, me matará", añade risueña.

Para la presidenta de la Federación Catalana de Autismo, el amor es "aceptar a una persona tal y como es". “Hay gente que insiste en cambiar a la persona que tiene al lado. Josep Maria y yo somos muy diferentes, pero hay algo que me lleva siempre hacia él, que hace que tenga ganas de hacerme vieja a su lado”. Por eso cada día cuando se levanta, de las primeras cosas que hace es darle un abrazo a Josep Maria y Joel: “Leí que abrazar cada día da cuatro años más de vida. Pues hagámoslo, ¿no?”

Pese a las dificultades, el único deseo de Payarol es que puedan vivir una larga vida juntos. “Llevamos casi 40 años de conocernos, pero para mí es como si hiciera cuatro días. Ha pasado muy deprisa, todavía no quiero que se acabe, apenas hemos empezado”. Tiene todo el sentido del mundo que su canción predilecta sea Que tengamos suerte, de Lluís Llach, que hace: “Si vienes conmigo, no pidas un camino llano, ni estrellas de plata, ni un mañana lleno de promesas, sólo un poco de suerte, y que la vida nos dé un camino muy largo” .