Se activa por primera vez la emergencia por la sequía en una veintena de municipios del Empordà y en dos del Baix Camp

BarcelonaLa situación crítica por la sequía no sólo no se ha desvanecido en pleno pico del verano sino que se agrava a niveles inéditos en algunas zonas del país. Una veintena de municipios del Alt Empordà entrarán en situación de emergencia en los próximos días por el mínimo histórico en el que se encuentra el acuífero Fluvià-Muga, un paso que implicará endurecer las restricciones para pueblos como Sant Pere Pescador, Perelada, Sant Miquel de Fluvià, Palau-Saavedra o Viladamat. También el embalse de Riudecanyes —que se encuentra al 6% de su capacidad— pasará al estado de emergencia, afectando en este caso a un par de pueblos: Riudecanyes y Duesaigües.

La entrada en emergencia, que afecta a total a unos 26.000 habitantes, implica reducir a sólo 200 litros por habitante y día la dotación de consumo de agua permitida (aquí debe sumarse desde el consumo doméstico al consumo de equipamientos públicos o actividades económicas). Además, reduce drásticamente el riego agrícola (80%) y obliga a un 25% menos de uso de agua en la industria.

Se da la circunstancia de que la mitad de los municipios ampurdaneses que están afectados por la nueva declaración de emergencia (el grado más extremo previsto en el plan de sequía del Gobierno) están en estos momentos incumpliendo los topes máximos de consumo vigentes. En situación de excepcionalidad, que es la antesala de la emergencia deberían estar consumiendo 230 litros por habitante y día, pero según los datos de la ACA algunos de ellos registran niveles superiores a los 400 litros.

En concreto, la lista de afectados del área del Fluvià Muga son: Agullana, Armentera, Capmany, Espolla, Garriguella, La Jonquera, Masarac, Mollet de Perelada, Palau-saverdera, Pau, Pedret y Marzà, Perelada, Sant Climent Sescebes , San Miguel de Fluvià, San Mori, San Pedro Pescador, Torroella de Fluvià, Ventalló, Vilabertran, Viladamat, Vilajuïga y Vilamacolum.