Un acuerdo histórico a la espera de la letra pequeña

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La portavoz de ERC, Raquel Sans, comparece en rueda de prensa desde la sede de ERC para dar explicaciones sobre el preacuerdo para investir a Salvador Illa

La dirección de ERC ha anunciado finalmente un acuerdo con el PSC para investir a Salvador Illa a cambio de lo que llaman "concierto económico solidario"; es decir, el compromiso para que sea Cataluña quien recaude todos los impuestos y después transfiera al Estado una parte por los servicios prestados por la administración del Estado y otra en concepto de solidaridad interterritorial. En los próximos días habrá que analizar el acuerdo y, en especial, su letra pequeña, que todavía no es pública, pero de entrada hay que decir que, de confirmarse lo anunciado por la dirección de ERC, sería histórico, porque debería logrado doblegar la resistencia del PSOE a conceder a Catalunya un sistema de financiación similar al vasco. También sería muy destacable que el PSC haya hecho suya la reivindicación del sistema de concierto para Catalunya, aunque Pasqual Maragall en su día ya le reivindicó. Cabe subrayar que los republicanos esta vez no han puesto el énfasis tanto en el dinero como en lo que llaman, de forma gráfica, la clave de la caja. Es decir, priorizan tener el control sobre la recaudación de impuestos, como los vascos y los navarros, y dejan para más adelante la negociación de lo que vendría a ser la aportación catalana al Estado, es decir, la cuota .

Ahora bien, los republicanos han puesto el listón muy alto con su comparecencia de este lunes. Conscientes de que el preacuerdo debe ser validado por la militancia, afirmaron que Catalunya saldrá del régimen común y pasará a recaudar y liquidar el 100% de los impuestos a partir de 2026. Para hacerlo posible, se han pactado una serie de modificaciones legislativas que tendrán que ser aprobadas en el Congreso también por Junts, lo que añade incertidumbre al acuerdo. En los próximos días la dirección de ERC intentará convencer a las bases para que validen el acuerdo, y durante este tiempo también será interesante ver si el PSOE le hace suyo en los términos de ERC o si, como ya han hecho en alguna otra ocasión, echa agua al vino. La clave será saber si los funcionarios de la Hacienda española que trabajan en Catalunya pasarán a depender de la Generalitat y si la nueva Agència Tributària de Catalunya tiene capacidad real para gestionar los impuestos o es un simple cambio de nombre sin efectos prácticos sobre las finanzas catalanas . Recordemos que, en el sistema de concierto, la Generalitat ya no dependería de los anticipos ni de las transferencias del Estado para su funcionamiento ordinario, sino que dispondría de entrada de toda la recaudación fiscal y con ello se financiaría. Por este motivo, de confirmarse el anuncio, estaríamos ante el principal paso adelante en materia de autogobierno desde, por poner un ejemplo, el despliegue de los Mossos.

Por supuesto, el resto de acuerdos, como la creación de un departamento de Política Lingüística, son importantes, pero la clave de vuelta de la investidura, y lo que realmente decidirá el voto de la militancia, es el paso adelante en soberanía fiscal. Por el momento la música es buena. Pero la experiencia demuestra que los acuerdos con el PSOE deben estudiarse con lupa, y toda precaución es poca. El viernes los militantes de ERC tendrán la última palabra.

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