Alerta por el abandono de 15.000 toneladas de residuos en una empresa del Alt Camp
En la inspección del 2023, los técnicos también detectaron "residuos peligrosos" mal almacenados


AlcoverLa empresa papelera Iberboard Mill, con sede en Alcover (Alt Camp), cesó su actividad a principios de verano y actualmente está en concurso de acreedores. Para algunos vecinos es un descanso no tener que soportar más los olores y el ruido que provocaba la fábrica incluso de noche, pero el mayor problema que generaba esta papelera aún no se ha solucionado. Y es que la empresa ha dejado más de 15.000 toneladas de residuos en sus instalaciones y una parte están etiquetados con el código LER150110, es decir, son considerados peligrosos por contener restos de materiales altamente contaminantes.
El ARA pudo conseguir, gracias a la ley de transparencia, los resultados de las últimas inspecciones que los técnicos del departamento de Acción Climática habían hecho en la empresa papelera, y en un artículo publicado en mayo del año pasado explicaba las numerosas irregularidades detectadas. En la inspección del año 2018 ya se advertía que había cerca de 3.000 toneladas de residuos acumulados en las instalaciones y, desde entonces, en cada auditoría insistían en que la montaña de desechos no paraba de crecer. Pese a las multas que ha recibido a lo largo de este tiempo, que van desde los 900 euros hasta los 20.000, la empresa ha continuado acumulando restos y, según los cálculos de fuentes cercanas a la empresa, seis años después puede haber entre 13.000 y 15.000 toneladas de residuos.
En sus informes, los técnicos también denunciaban que los residuos acumulados estaban almacenados de cualquier manera, "sin garantía de que las aguas pluviales de la zona no contuvieran restos de residuos". La empresa papelera está a escasos metros del río Francolí y tanto los campesinos del entorno como los ecologistas denuncian desde hace años que el agua del río sufre la contaminación de Iberboard. Más allá de las posibles filtraciones por acumular los residuos al aire libre, los informes de los técnicos han insistido, año tras año, en que "alguno de los equipos de control de los vertidos no está instalado o no funciona correctamente", por lo que no se sabe si la empresa ha vertido directamente residuos fuera de sus instalaciones.
La papelera, que es centenaria, cambió de manos en el 2018, que es cuando la adquirió Iberboard Mill. Este diario ha tratado de contactar con la empresa sin éxito.
Residuos "peligrosos"
Sin embargo, los incumplimientos sistemáticos de la normativa vienen, como mínimo, desde el año 2014. Todas las inspecciones que se han hecho desde este ejercicio han acabado con la peor de las tres valoraciones que pueden poner los técnicos cuando realizan una auditoría: "No se garantiza un cumplimiento adecuado de las condiciones fijadas en la autorización ambiental integrada". De todos los incumplimientos detectados, y puestos negros sobre blanco, los que más preocupan son la acumulación de las toneladas de residuos y también qué parte de ellos pueden ser tóxicos. En el informe de la inspección de 2023, los técnicos advertían, con fotografías incluidas, que "hay residuos peligrosos que se almacenan en una zona no adecuada o en condiciones no adecuadas de higiene y seguridad" y ponía como ejemplo que había tantos que "algunos no caben debajo de la cubierta y están fuera de las instalaciones". El diario ARA ha comprobado esta misma semana que todavía hay más bidones con materiales peligrosos de los detectados por los técnicos en el 2023.
Pese a los resultados siempre preocupantes de las inspecciones desde el 2014, en el 2024 no se hizo ninguna auditoría ambiental en la papelera, según reconocen fuentes de la Generalitat No fue hasta el miércoles que los técnicos de la Agència Catalana. del Agua, de la Agencia Catalana de Residuos y del departamento de Transición Ecológica visitaron la planta, según pudo comprobar el diario AHORA. Fuentes del departamento de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica explicaron que "con los resultados de la última inspección se exigirán las actuaciones pertinentes" a la empresa. "si se encuentra pertinente, el departamento actuará de forma subsidiaria frente a los potenciales riesgos ambientales"
El administrador concursal está intentando encontrar un comprador para la papelera y esta misma semana la habría visitado un inversor interesado. Si finalmente no ejecuta la compra (y asume también el coste de retirar los residuos), está previsto que se hagan lotes para vender la maquinaria de la planta y secar parte de la deuda .El último golpe financiero a la empresa llegó tras el cierre en forma de sanción de un millón y medio de euros por no haber pagado por los excedentes de derechos de emisión de CO2.
El miembro de Ecologistas de Alcover y de Francolí Net Francisco Garcia se desespera al comprobar que, años después de denunciar esta situación, los dueños de la empresa hayan acabado cerrando sin limpiar el espacio: "Lo hemos denunciado en el Ayuntamiento, en la Diputación, en el Consell Comarcal, en el departamento de Medio Ambiente y en la ACA y no se ha hecho nada. Según denuncia el militante ecologista, que trabajó durante 14 años en esta planta, llevaban tiempo sospechando que podía haber residuos peligrosos, como confirma la inspección hecha en el 2023. "Es muy grave porque cuando los residuos dejan de ser nocivos y pasan a ser peligrosos las consecuencias son mucho mayores". Los ecologistas temen que si se tarda mucho en retirar los residuos, pueda haber una desgracia en caso de incendio o riada.
El alcalde de Alcover, Robert Figueras, asegura que el Ayuntamiento velará "para que todo esto se vaya de aquí" y celebró que la Generalitat esté dispuesta a intervenir si no lo hace la empresa.