El análisis de Antoni Bassas: Inmigración: una gran responsabilidad y mucha hipocresía
Decir que Junts es racista es insultante. Pero es que además, esta competencia es para la Generalitat, la gobierne quien la gobierne. Todos los posibles gobiernos de la Generalitat serán racistas

El pacto PSOE-Juntos por la delegación integral de competencias en inmigración en la Generalitat es muy importante. Pone sobre los hombros de la Generalitat un gran peso, una gran responsabilidad que no será fácil de ejercer. No es absoluta: la ley de extranjería es y será española, pero por lo demás, una persona que venga a vivir ya trabajar a Catalunya tendrá que pasar por la ventanilla de la Generalitat, que actuará de acuerdo con la normativa legal que apruebe el Parlament de Catalunya. Hagámoslo bien, porque es una competencia delicada y difícil.
Desde el punto de vista de la arquitectura constitucional española es un paso de enorme importancia, es un paso federalizante, que vendría a insistir en que, en materia de inmigración, tan Estado es el ministerio de Seguridad Social y Migraciones como la Generalitat.
Si quieren saber la letra pequeña del acuerdo, y las incógnitas que quedan por resolver, no se pierdan esta doble página que hemos preparado.
Que lo tenga la Generalitat no es cuestión menor ni desproporcionado: la inmigración es un fenómeno constante en la vida de Catalunya y en los últimos 25 años hemos aumentado la población en dos millones de personas.
Y ahora hablemos del debate político. La derecha española ha reaccionado con histerismo. En la prensa amiga del PP:
"Juntos anula en Catalunya a más de 1.700 policías por el pacto con el PSOE", "Marlaska ha ocultado a los mandos el acuerdo, una vergüenza y un despropósito para los agentes", "Sánchez se supera con las cesiones a Junts"; el nefasto Fernández Díaz escribe: "El Estado se va de Catalunya", y "Otra victoria contundente de Puigdemont", "Ahora sabemos que el Proceso no acabó con la aplicación del 155".
Éste es el tenor. Esto a la derecha. En la izquierda, Podemos:
"A mí me parece que este acuerdo entre el Partido Socialista y Junts, que es un partido antiinmigración, como lo ha demostrado en muchas ocasiones, la última la semana pasada, votando en contra de nuestra iniciativa para impulsar, precisamente, esta regularización extraordinaria... ¿Es un partido abiertamente racista y que compite con Aliança Catalana, la ultraderecha catalana, en temas como este, precisamente? eje electoralmente con la ultraderecha y están compitiendo en ver quién es más racista de ambos. No sé con qué votos pretende sacar adelante el Partido Socialista este acuerdo con Junts, y con un planteamiento, además, tan abiertamente racista, pero es evidente que con los votos de Podemos esto no se va a hacer".
Decir que Junts es racista es insultante. Pero es que, además, esta competencia es para la Generalitat, la gobierne quien la gobierne. Todos los posibles gobiernos de la Generalitat serán racistas. ¿Los de España no lo son ni lo serán nunca? ¿Por qué? ¿Por qué les basta con ser españoles? ¿O el problema, también para la izquierda española, es que la Generalitat tenga estas competencias? Belarra ha vuelto a hacer realidad lo de Pla: lo más parecido a un español de derechas es un español de izquierdas.
La hipocresía es espectacular: Aznar hizo exactamente igual que Sánchez. Porque necesitaba los votos de Pujol para gobernar, retiró la Guardia Civil de las carreteras, eliminó a los gobernadores civiles, y transfirió a la Generalitat el 30% del IRPF. ¿Por qué gritan ahora?
Paradoja: el president Illa ve cómo Esquerra le libera de una parte del FLA y Junts lleva a Catalunya competencias en inmigración porque Sánchez necesita sus votos.
Buenos días.