El análisis de Antoni Bassas: "Salvador Isla, ayer con Pujol y hoy con Felip VI"

El presidente Salvador Isla recibe al presidente Pujol en el Palacio de la Generalitat. La imagen tiene el valor de la continuidad histórica e institucional, de una implícita restitución política de Pujol y de respeto personal. Éste, el respeto personal, es una marca del comportamiento político del nuevo presidente, que vamos conociendo.

Y, sin embargo, a nadie se le escapa la habilidad con la que Presidencia planificó la agenda. Ayer con Pujol, hoy junto al rey. Ayer con el presidente que envió a los socialistas a la oposición durante 23 años, caído en el mayor de los ostracismos por “la deja”, y hoy con el rey al que más temprano que tarde veremos en el Palau de la Generalitat, en otro tipo de restitución.

La rehabilitación que Salvador Illa hizo de la figura de Pujol no acabó con las imágenes que han visto. Salvador Isla colgó este mensaje en X:

“El expresident Jordi Pujol es una de las figuras más relevantes de la historia política de Catalunya. Ha sido un placer recibirlo hoy en el Palau de la Generalitat.”

El presidente Aragonés había recibido a Pujol, pero sin cámaras, en una comida privada (una comida que empezó con una discusión amistosa: ¿se tenían que tratar de ti o de usted? Al final, Aragonès y Pujol decidieron tratarse de ti ) y cuando Pujol fue ingresado con un ictus y se temió por su vida, el presidente Aragonès dio instrucciones, de acuerdo con la familia Pujol, de poner el Palau de la Generalitat a disposición de una despedida popular. Eso sí, el gobierno de Esquerra vigilaba mucho las fotos con Pujol por lo que era alguien con una causa abierta por corrupción. Salvador Illa ha ido más lejos, aunque los Pujol están aún pendientes de una decisión de la Audiencia Nacional que se eterniza. Pero permanece la pregunta: ¿y la reunión con Puigdemont, jefe del segundo grupo del Parlament, para cuándo? Bajo la presidencia de Aragonès, cinco presidentes se retrataron juntos en Sant Miquel de Cuixà:Aragonés, Torra, Carles Puigdemont, Montilla y Pujol.

Para Pujol el encuentro de ayer habrá sido confortador, sobre todo personalmente, como una sensación de que las cosas vuelven a estar en su sitio. Pujol es consciente del daño que ha hecho con la historia de la deja, pero, al mismo tiempo, si algo le ha entristecido es que mientras el espíritu de lo que fue Convergència todavía existe, el partido lo liquidaron los propios convergentes . Pujol siempre se ha preguntado por qué Convergència no podía seguir existiendo si los casos de corrupción no habían terminado ni con el PSOE ni con el PP.

Y hoy, el rey Felipe de Borbón recibe a Salvador Isla. Hago mío elartículo de David Fernández que publicamos hoy:

“El rey de bastos y el bastón del 3 de octubre

–¿Le pedirá, en nombre de la tan citada concordia pero sobre todo en nombre de los catalanes, que pida perdón por ese discurso?– Ambos encajarán las manos sabiendo a ciencia cierta, sin embargo, que la reanudación del contacto de la Generalitat con la Zarzuela es una falsa ilusión y que Salvador Illa va representando una sociedad disociada del todo de los Borbones. No hace falta ninguna encuesta para averiguarlo –por eso hace ya mucho que no hay encuestas del CIS sobre la cuestión–. Ahora bien, el último CEO del pasado marzo nos recuerda que sólo el 15,9% de la sociedad catalana está a favor de la monarquía y que un 76% tienen nula, ninguna o poca confianza en una institución tan caduca y tan hostil ”

Pues eso. Buenos días.