El catalán en la justicia

El catalán en la justicia: los lingüistas en pie de huelga

Los filólogos que se ocupan de fomentar el catalán reclaman subir de categoría y la conselleria sólo les ofrece un plus

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Imagen de archivo de la Ciudad de la Justicia de Barcelona.

BarcelonaLos lingüistas de Justicia han anunciado tres jornadas de huelga los días 29 de mayo, 5 y 12 de junio para presionar a la conselleria para que los recalifique de categoría profesional y los suban del grupo B1 al nivel A1. Hace quince años que estos profesionales esperan entrar en la categoría superior, que consideran que les corresponde por las tareas y el volumen de trabajo que asumen. De hecho, son los únicos filólogos contratados por la Generalitat que carecen de esta categoría, según UGT.

Los filólogos de Justicia realizan tareas de apoyo lingüístico, corrección y traducciones de textos judiciales al catalán, y también deben ocuparse de fomentar el uso de catalán en su centro de trabajo, ofreciendo clases de catalán a todos los trabajadores del ámbito de la justicia. Éste es precisamente uno de los agujeros negros del uso del catalán: sólo el 7% de las sentencias dictadas en Cataluña se redactan en catalán y sólo el 14% de las personas que interponen una demanda marcan el catalán como lengua preferente para relacionarlo con la administración de justicia.

Actualmente, hay entre 40 y 50 personas trabajando en diferentes juzgados de todo el país como dinamizadores lingüistas (personal laboral del grupo B1), pero lo que reivindican es ser considerados como planificadores lingüistas; es decir, ser personal laboral de nivel A1, equiparados a los funcionarios del grupo A1 de la Generalidad. Justicia hasta ahora se ha negado a esta equiparación, pero fruto de la negociación del comité profesional con Función Pública, se les propondrá obtener un complemento salarial específico por tareas especializadas o por especial dedicación para equiparar las retribuciones de los dinamizadores al nivel A1. Sin embargo, los lingüistas, después de años de reclamar mejoras laborales, aspiran al cambio de categoría.

Seis convenios colectivos

Desde UGT explican que los filólogos de Justicia llevan treinta años contratados por unas tareas que, con el paso del tiempo, se han ido volviendo más ambiciosas, especializadas, y se ha añadido más carga y se le ha añadido han incorporado más funciones que pueden equipararse a la A1: traducir leyes, protocolos y otros textos legales del castellano al catalán; asesoramiento lingüístico y jurídico; elaboración de materiales didácticos; tutorías, etcétera. Los lingüistas de Justicia consideran que sufren un agravio que no pueden sostener más.

"Lleva cinco años una propuesta de mejora y reclasificación y todavía está sobre la mesa", lamenta Mireia Toboso, responsable de la sección sindical de Justicia de UGT, que acusa de "inmovilismo" Justicia. Desde la conselleria que lidera Gemma Ubasart señalan que es la primera vez que se atienden a sus peticiones y "no son sólo palabras". Dicen que el complemento es una "apuesta decidida" por el reconocimiento del colectivo de dinamizadores en función de "la complejidad, especificidad y responsabilidad de sus funciones". Los tres días de paro coincidirán con los exámenes oficiales de los cursos de catalán a los que se pueden presentar los funcionarios.

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