Familia

¿Por qué confundimos los nombres de nuestros hijos (y familiares)?

Nos equivocamos con los nombres una media de entre dos y cuatro veces por semana

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Perchas de una escuela cuna

BarcelonaSeguro que en más de una ocasión os habéis encontrado pronunciando el nombre de un hijo cuando en realidad queríais decir el de su hermano. Este tipo de confusión es "muy común" sobre todo entre nombres de familiares, explica Eulàlia Solís, neuropsicóloga de Guttmann Barcelona-Instituto de Salud Cerebral y Neurorehabilitación.

El motivo es el funcionamiento de la memoria de la parte frontotemporal izquierda del cerebro. "La memoria funciona como una red de conexión y agrupa las referencias semánticas por categorías relacionales", explica Solís. Por ejemplo, los nombres de la familia los almacena en una categoría, los de amigos en otra, los de conocidos en una tercera y los de famosos en una cuarta, entre otras. ¿Pero qué pasa cuando nos equivocamos? Pues que el cerebro elige un nombre incorrecto dentro de la carpeta correcta.

Es por eso que incluso puede pasar que, cuando llames a tu hijo, lo hagas con el nombre del perro, porque el cerebro también ha almacenado al animal doméstico en la categoría familiar. "Está demostrado que pasa más con los perros que con los gatos", concreta la neuropsicóloga. El motivo, según un estudio de la Universidad de Duke (EE.UU.) publicado en la revista Memory and Cognition, es que los perros responden bastante más a menudo que los gatos a su nombre y eso hace que estén "más integrados" en el concepto de familia.

'En la punta de la lengua'

Ahora bien, no en todas las categorías de nombres se repite esta confusión. En el caso del círculo de amigos, es mucho más bajo y suele ser con los nombres de otros amigos, pero con los conocidos lo que pasa es lo que se conoce como el fenómeno en la punta de la lengua, es decir, que en aquel momento no te sale el nombre. En cuanto a personajes famosos, lo que se repite es una confusión fonética, es decir, que les cambiamos el nombre por otro parecido. Un ejemplo sería el caso del actor Russell Crowe o la cantante Sheryl Crow.

Las confusiones de los nombres dentro del círculo familiar se suelen dar más cuando se trata de dos personas del mismo sexo, como por ejemplo María por Mónica, que no de sexo diferente, como sería el caso de María por Martí. "Como son nombres de niño y de niña, el cerebro ya los relaciona como ámbitos más dispares", concreta Solís. También es más fácil la confusión si empiezan por la misma letra o si tienen el mismo número de sílabas.

Los confunden más las mujeres que los hombres

Las mujeres suelen confundir más los nombres que los hombres, pero no hay un estudio concluyente que explique el porqué. En cuanto a la edad, se centraliza mucho en el momento que se tienen hijos y a partir de los 65 años. El motivo, explica la neuropsicóloga de Guttmann, es que cuando te haces mayor uno de los primeros deterioros cognitivos que se produce es en el léxico.

Según el estudio de la Universidad de Duke, basado en cinco encuestas hechas a más de 1.700 participantes y en las que se analizaban aspectos como el tipo de nombres que se confunden, la frecuencia o la relación que hay entro estas personas, una persona se confunde con los nombres una media de entre dos y cuatro veces por semana y principalmente pasa en las conversaciones orales. "Cuando nos equivocamos, normalmente es porque estamos más pendientes del siguiente mensaje que queremos decir que del nombre", concreta Solís. En cambio, el estudio descarta que las similitudes físicas entre dos personas causen la confusión de nombres.

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