Cine

El creador de memoria cinematográfica que busca legar una colección descomunal

Lluís Benejam tiene una colección que comprende material de más de 30.000 películas

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Lluís Benejam, aguantando una carpeta con programas de mano. Su colección tiene 18.000 desde 1913

Capmany“Coleccionar no es comprar o vender: ¡es crear memoria!” La frase es de Lluís Benejam (Figueres, 1954), un coleccionista de cine poseedor de un fabuloso archivo y colección que comprende información impresa de más de 30.000 películas, entre otros muchos objetos. A los 14 años Benejam empezó a trabajar en una empresa de artes gráficas en la que se imprimía el dorso de los programas de mano de los cines de Figueres. Era a finales de los años 60 y los programas de mano eran una forma de atraer a espectadores a los cines hasta que a principios de los 80 fueron sustituidos por otros sistemas de publicidad.

El coleccionismo de Benejam quedó aparcado varios años, hasta que a mediados de los 90 el médico le recomendó que se buscara alguna afición por desconectar del estrés del trabajo -con su esposa habían montado una empresa de preimpresión donde recibían trabajo de imprentas y editoriales e iban hasta arriba de trabajo-. Empezó entonces a ordenar el material que había recopilado a lo largo de más de una década, unos 18.000 programas de mano, además de miles guías publicitarias. “Era una válvula de escape del trabajo. Siempre trabajábamos bajo presión, todo era urgente y, cuando llegaba a casa, subía al estudio, ponía música y me relajaba”, explica Benejam.

Todo comienza con una exposición

En 1995, con motivo del centenario del cine, le pidieron que montara una exposición en Sabadell con su material. Benejam pensó que haría falta más y pidió al propietario del cine Las Vegas si no tendría carteles de películas antiguos. “Me hizo subir a la buhardilla y era una sala llena de pósters, carteleras y mucho otro material gráfico. Le pregunté si le importaba que tomara para hacer la exposición, que iba sobre las películas premiadas en los Oscar, y me dijo que ningún problema”.

Este cartel de 'Ben Hur' en francés es una de las joyas de la colección para Benejam
Programa de mano del estreno en Figueres de 'Temps moderns' en mayo de 1936

En ese momento, el gusanillo del coleccionismo le volvió a venir. “Le pregunté si podía acudir regularmente a coger material y me dijo que adelante”, dice Benejam, que posteriormente hizo la misma petición al resto de empresarios de cines de las comarcas gerundenses. Así ha ido construyendo una colección con decenas de miles de objetos que tiene meticulosamente ordenados y clasificados en su casa de Capmany. Inicialmente se focalizó en conseguir todo el material posible de todas las películas premiadas con la estatuilla de los Oscar en todas las categorías desde 1927, cuando se otorgaron por primera vez en el hotel Hollywood Roosevelt de Los Ángeles. Además de los programas de mano, guías publicitarias y carteles, atesora miles de objetos más como fotografías, sinopsis, fotocromos, diapositivas, fotolitos pintados a mano, trailers de películas en 35 mm, cedés, deuvedés, discos de vinilo, libros , etc. También es aficionado a coleccionar muñecos y despertadores de Mickey Mouse y tiene miles.

Lluís Benejam, mostrando uno de sus miles de carteles, que tiene perfectamente clasificados y ordenados, junto a imágenes de Mickey Mouse, Frida Khalo y Marilyn Monroe

Donaciones a filmotecas

La gran mayoría de estos objetos los ha logrado mediante las donaciones de los cines, pero también con intercambios con coleccionistas de todo el Estado y del mundo y en mercados de almonedistas. Su colección es tan grande, que ha realizado varias donaciones tanto a la Filmoteca de Cataluña como a las filmotecas española, francesa y al Instituto Cinemateca Jean Vigo de Perpiñán de piezas que tenía duplicadas. Hoy mismo ha ido a Toulouse a realizar una donación a la Filmoteca francesa de tres mil carteles y un millar de guías publicitarias. Y el próximo martes la Filmoteca de Catalunya le hará un acto de agradecimiento por el muchísimo material que les ha dado, especialmente siete mil carteles y más de 250 trailers en 35 mm. También ha cedido material para exposiciones en varios lugares, como Hungría -donde le pidieron nueve carteles- y el museo de arte Reina Sofía de Madrid. Además, después de la primera exposición del centenario del cine, ha hecho algunas más, tanto solo como colectivas.

Benejam, frente a un proyector antiguo y una estaueta de los premios Oscar

Benejam explica que en principio quiso centrarse en las películas galardonadas en los Oscar, pero también ha acabado reuniendo material de miles de películas más de las que recibieron ninguna. Asimismo, hizo una lista de todas las películas que se han estrenado en España desde 1900 hasta 2021. La recopilación contiene el título en castellano, el título original de la película y el director. También tiene una de todas las películas premiadas con un Óscar. "De esta manera, cuando alguien me pregunta si tengo material de tal película, miro las listas y en un minuto sé lo que tengo", explica.

Una página web donde hay mucho material de la colección

En 2013 también creó una página web, Archivocine.com, donde tiene colgado muchísimo del material que tiene, lo que permite realizar una visita virtual a su colección. Tiene 35.000 fotocromos, carteles, programas de mano desde 1913 y muchísima información de premios y festivales cinematográficos de todo el mundo, de directores, actores, actrices, etc. Los aficionados al séptimo arte pueden estar navegando horas y horas.

Benejam, frente a una colección de fotolitos pintados a mano, despertadores de Mickey Mouse y unos asientos del antiguo cine Las Vegas de Figueres

Curiosamente, ahora que está jubilado no le dedica tanto tiempo como cuando estaba en activo y cada vez también le entra menos material. “La información del cine ha variado mucho. Antes estaban los carteles, los programas de mano y las fotografías. Luego vinieron los cedés, los lápices de memoria y ahora ya llega todo directamente por internet. El papel, en pocos años, acabará. Pero los cines pequeños aún necesitan tener los carteles de las películas”, explica. Benejam, en contra de lo que pueda parecer, no es en absoluto mitómano de ningún director, actor o actriz. Eso sí, cada vez que puede vuelve a mirar La conquista del oeste, Matar un ruiseñor y Spotlight, algunas de sus películas preferidas. Tampoco se ha interesado nunca por registrar su colección en el Libro Guinness de los Récords. Actualmente, con su esposa suelen acudir al cine una vez por semana, aproximadamente.

Más adelante, ¿qué se hará con todo este material? “La Filmoteca de Catalunya le vendría a buscar mañana mismo, pero no estoy dispuesto a ello. Si tú das algo a coste cero, no se le da la importancia que tiene. No es que quiera vender para hacerme rico, pero sí que haya una compensación, que tampoco sería demasiada. Aquí hay mucho material y una gran parte es muy complicado de encontrar, y en las subastas ves como por carteles de cine se pagan cientos e incluso miles de euros” dice. El próximo año tiene previsto hablar con la Filmoteca Española.

En el estudio de su casa, en Capmany, Lluís Benejam ha pasado miles de horas ordenando y clasificando su fabulosa colección
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