La Cuenca del Gaià quiere poner en valor sus vinos
La primera acción será el 26 de julio con la Fiesta de la Marca Gaià, en Querol
QuerolEl entorno de la iglesia de Sant Jaume de Montagut será el escenario donde se llevará a cabo el 26 de julio la primera edición de la Fiesta de la Marca Gaià, con el nombre de Terra de Vi. Comenzará a las cinco de la tarde y se alargará hasta la noche. Lo organizan la Asociación Terres del Gaià y el Ayuntamiento de Querol, con la colaboración de los ayuntamientos de Aiguamúrcia y el Pont d'Armentera y el apoyo de la Diputación de Tarragona, y tiene el objetivo de agrupar el territorio del Gaià en torno al vino.
Habrá feria de vinos, una cata dirigida, establecimientos de comida, música de saxo, mesa redonda y concierto de noche. Los asistentes pagarán 25 euros por un ticket que incluirá una copa de cata y disponibilidad de degustar todos los vinos de la fiesta.
Terra de Vino es el resultado de casi medio año de trabajo conjunto de una serie de productores de vino de la Conca del Gaià. "En una reunión en el ámbito del turismo nos dimos cuenta de que la zona norte del Alt Camp quedaba como una isla en la comarca y no estaba conectada con el resto. Visualizamos el Gaià como una idea latente que no estaba activa desde del punto de vista de los productores como desde el punto de vista de la historia y el medio ambiente Hacía falta una propuesta concreta", explica uno de los productores de vino de la comarca, Oriol Pérez de Tudela, de Les Vinyes del Tiet Pere.
El objetivo es organizar más fiestas y ferias del vino en la cuenca del Gaià y dar continuidad a las que se están haciendo, pero aportando más valor. Es el caso de pueblos como Vilabella, Nulles, Rodonyà o la Nou de Gaià.
Descenso y variedades
Oriol Pérez de Tudela destaca que el viñedo plantado en la cuenca del Gaià ofrece diferentes variedades dependiendo de la cota en la que se encuentra y que genera "una continuidad a medida que vamos descendiendo hacia el mar y una gran riqueza enológica". En la zona más alta, situada entre los 500 y 700 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la parellada, conocida también como montónga. Son viñedos situados principalmente en la zona del Pla de Manlleu, en el término municipal de Aiguamúrcia, y que llegan desde el antiguo pueblo abandonado de Selma, por encima de los 700 metros, hasta casi Vila-rodona. Los productores están agrupados en la Asociación +500.
El sumoll es la variedad que predomina entre los 300 y los 500 metros, en localidades como el Montmell, el Albà (Aiguamúrcia) y Rodonyà. Tanto la parellada como el sumoll son variedades ácidas. De los 200 a los 300 metros encontramos el macabeo, en áreas sobre todo de Vilabella, Montferri y Renau. La última variedad, por debajo de los 200 metros sobre el nivel del mar, es el xarel·lo o cartujano, que, como el macabeo, es producto del contacto con la marinada.
Son zonas, la gran mayoría, situadas en la comarca del Alt Camp, que desde hace 80 años abastecen a los grandes productores del Penedès de las variedades para elaborar el cava. Pero también hay bodegas que elaboran vinos propios y que en los últimos años están creciendo, con la recuperación de masías que hasta los años 70 o 80 habían sido bodegas. Son propuestas como Celler Tuets, Celler Eravi o Mas del Pujolet.
"Somos un territorio en efervescencia", afirma Pérez de Tudela, quien también señala que se trata de zonas muy despobladas y que esta recuperación de viñedos y bodegas puede ayudar a atraer a población. Un acuerdo con el Arzobispado de Tarragona permitirá transformar la antigua iglesia de Vilardida (Montferri) en una bodega. La Cuenca del Gaià sigue creciendo.
