Independentismo

La desconocida primera presidenta del ANC: "Nunca se lo dije a nadie"

Dolors Marin lideró la Asamblea, de rebote, cuando se constituyó legalmente en el 2011

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Dolors Marin, en una imagen actual

BarcelonaCarme Forcadell no fue la primera presidenta del ANC. Ni la entidad se fundó en el 2012. La Asamblea tenía ya vida un año antes. Con estatutos, cuenta corriente y sus cuatro cargos orgánicos, como se requiere en cualquier entidad que se constituye legalmente. Y Dolors Marin (1960) fue la primera presidenta de la ANC cuando se constituyó el 25 de mayo del 2011. Le acompañaban Jordi Manyà como vicepresidente, Enric Ainsa, de secretario, y Josep Soldevila, de tesorero. Es una de las historias menos conocidas de la organización.

"Nunca me sentí presidenta y nunca se lo dije a nadie, lo era por un tema burocrático, no político", señala Marin en la primera entrevista que concede a un medio para hablar de aquella época. "El primer año el objetivo fue crear las asambleas locales, hacer socios; mi foco estuvo en la consistencia interna, no en la proyección externa", dice la activista, quien remarca que entonces los medios todavía "pasaban" de la Asamblea. Pero es que esa psicóloga de Barcelona no quería ser presidenta y llegó de rebote.

Tras las consultas sobre la independencia, asistió a la conferencia nacional por el estado propio, que sería el embrión del ANC. Era el 30 de abril del 2011 y la reunión reunió a 1.500 personas en el Palacio de Congresos de Montjuïc. Allí se aprobaría la declaración fundacional y la hoja de ruta del ANC. En esta conferencia se escogió a un grupo de setenta personalidades que sería el consejo permanente, y ella fue una de las escogidas con Ferran Requejo, Josep Maria Terricabras, Quim Torra o Lluís Llach. "Nunca me lo esperaba, nunca había hecho política y venía sólo a apoyar", revela.

En el primer plenario, Marin se quejó de que en las comisiones de trabajo que se estaban creando no había ninguna mujer y que esto restaba credibilidad al proyecto. "Al final en la comisión de comunicación pusieron a Carme Forcadell", asegura. En el segundo plenario se escogieron los tres primeros cargos orgánicos y todos eran hombres. Marin volvió a poner el grito en el cielo y uno de los asistentes propuso que la presidenta provisional fuera una mujer. Forcadell fue quien puso sobre la mesa su nombre y Miquel Strubell, uno de los dos fundadores del ANC, con Pere Pugès, avaló la propuesta.

"Tenía una gran ascendencia y la gente lo aceptó, aunque yo era el último mono y no quería serlo, a diferencia del resto", deja claro la expresidenta. Sin embargo, éste no era el desenlace previsto, confiesa: "Se les escapó de las manos, porque el presidente debía ser Jordi Manyà", subraya. Subiera corrobora que la cosa fue así. "Ella reclamó que fuera una mujer y le dijimos: ¡pues tú misma!", dice riendo. "Preferí que fuera una mujer porque había índices muy altos de testosterona", suscribe riendo Forcadell.

Zapatero le complica las cosas

Marin acabó aceptando presidir la entidad porque el mandato sólo tenía que durar cuatro meses, con el verano de por medio. Pero el 29 de julio del 2011, el entonces presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunciaba que avanzaba las elecciones al 20-N, cuatro meses antes de la fecha límite, lo que alteró los planes de la entidad. "Era el mismo fin de semana que teníamos previsto realizar la presentación pública de la ANC e interfería y contaminaba el lanzamiento del proyecto", explica el activista. Al final fue presidenta casi un año y la presentación pública de la Asamblea no tuvo lugar hasta el 10 de marzo.

No guarda un buen recuerdo de aquella época: "Salí tocada, porque Pugès y Sellarès, que eran el estado mayor, teledirigían las asambleas locales, y todo lo veían peligroso y las cosas debían hacerse de manera muy ordenada". Marin, impulsora del Boletín del ANC, se muestra muy crítica con el funcionamiento de la organización. "No es una asamblea, donde las decisiones se toman de abajo a arriba, de asamblearia sólo tiene el nombre". Tras ser la coordinadora de la sectorial de psicología de la ANC de 2015 a 2018, en 2020 dejó la entidad para centrarse en la familia.

A pesar del mal regusto de su paso por la dirección de la Asamblea, Marin encabezó la candidatura de la ANC en las elecciones al Colegio Oficial de Psicólogos de Catalunya (COPC) del 2018. "Esta acción va llevar a alcanzar un año más tarde la junta independentista de la Cámara de Comercio con Herramientas de País; fue el embrión y la inspiración", subraya orgullosa. El detonante de presentar lista fue que el COPC se inhibiera de apoyar a la pareja de Jordi Sánchez, Susanna Barreda, también psicóloga, cuando fue encarcelado con Jordi Cuixart, argumentando que no hacían política.

"Desde la ANC sólo queríamos apoyar candidaturas claramente independentistas y no había ninguna. Tuvimos que darle la vuelta al plan y crear una lista de 10 psicólogos que ni nos conocíamos a toda prisa porque avanzaron elecciones más de medio año antes", explica Marin. Pese a todos estos obstáculos ganaron en Girona y quedaron segundos en el resto de demarcaciones. "Nos faltaron 15 días para ganar", lamenta Marin, quien ahora forma parte del grupo de investigación de la Fundación Randa. "Todo el contenido teórico de la asamblea bebe de Lluís Maria Xirinacs", concluye la que fue la primera líder del ANC.

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