Astronomía

Descubren el agujero negro más voraz y luminoso del Universo

Un estudio documenta un gigantesco disco de gas y polvo de siete años luz de diámetro capaz de comer el equivalente a un Sol todos los días

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Representación del quasar J059-4351, el núcleo brillante de una lejana galaxia, alimentado por un agujero negro supermasivo

BarcelonaPuede parecer un pequeño punto de luz en la inmensidad cósmica, pero es la prueba del objeto más brillante y voraz jamás observado en el Universo. Un equipo internacional de investigadores liderados desde la Universidad Nacional de Australia (ANU) ha identificado uno de los agujeros negros más rápidos jamás vistos gracias al potente cuásar que tiene en su interior. Cuando un agujero negro absorbe toda la materia que le rodea, se liberan unas enormes cantidades de energía en forma de radiofrecuencia que se llaman cuásares. Estos objetos brillan y emiten unas fuertes ondas de radio que, durante décadas, fueron un misterio porque eran muy parecidas a las estrellas. De hecho, se llaman cuásares por el acrónimo en inglés casi-stellar radio source, que en catalán significa fuente de radio casi estelar.

Los investigadores han concluido que esta concentración de materia de altísima densidad, bautizada como J0529−4351 y situada en una galaxia muy lejana, emite en origen tanta energía que se trataría del objeto cósmico más luminoso visto hasta ahora, visible incluso desde la Tierra. Según detalla un artículo publicado en la revista Nature Astronomy, el agujero negro tiene una masa de 17.000 millones de soles y consume el equivalente a un Sol todos los días.

A partir de los datos del análisis espectral (la luz descompuesta por un prisma), los investigadores han constatado que el cuásar J0529-4351 es el objeto más brillante del Universo. En el rango de radiación visible y del infrarrojo cercano se ha podido determinar que el agujero negro supermasivo —que está a 12.000 millones de años luz de distancia de la Tierra— es capaz de emitir una radiación equivalente a 500 billones de suelos . Según Christian Wolf, astrónomo e investigador principal del equipo que ha realizado el descubrimiento, se trata del “objeto más luminoso en el Universo conocido”. Además, las investigaciones apuntan a que este cuásar de récord y recién descubierto está en el agujero negro de más rápido crecimiento conocido hasta ahora, según Wolf.

Representación de un agujero negro

Todas las galaxias tienen un agujero negro supermasivo en el centro, una región que absorbe toda la materia circundante y que, cuando lo hace, libera enormes cantidades de energía, los cuásares. Samuel Lai, estudiante de doctorado de ANU y coautor del estudio, apunta que "toda la luz proviene de un disco de acreción caliente que hace siete años luz de diámetro", que es aproximadamente 15.000 veces la distancia del Sol en la órbita de Neptuno. “Será el mayor disco de acreción del Universo”, concluye.

“Es una sorpresa que no se haya detectado hasta la fecha, cuando ya conocemos alrededor de un millón de cuásares menos impresionantes”, comenta Christopher Onken, astrónomo del ANU y coautor del estudio. "Literalmente, nos ha estado mirando en la cara hasta ahora". Así pues, lo más sorprendente para los investigadores es que ese cuásar de récord se escondía a plena vista. Porque, aunque este objeto apareció en imágenes del Schmidt Southern Sky Survey del Observatorio Europeo Austral, que datan de 1980, no fue reconocido como un cuásar hasta décadas después, reconoce Onken.

En este sentido, un análisis automatizado de los datos del satélite Gaia, de la Agencia Espacial Europea, dejó pasar al J0529-4351 sugiriendo que era una estrella. Y, el año pasado, los investigadores le identificaron como un cuásar distante utilizando observaciones del telescopio ANU de 2,3 metros, situado en el Observatorio Siding Spring (Australia) y que ha permitido descubrir esta masa más luminosa que cualquier otra anteriormente percibida. Y, todo ello, gracias a un telescopio más potente y con mediciones más precisas, porque fue el espectrógrafo X-shooter instalado en el VLT de ESO, en el desierto chileno de Atacama, lo que proporcionó los datos que resultarían cruciales. Finalmente, los astrónomos han realizado este descubrimiento utilizando el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral.

Detectar y estudiar agujeros negros supermasivos distantes podría aportar luz sobre algunos de los misterios del Universo primitivo, incluida la forma en que se formaron y cómo evolucionaron tanto los agujeros como sus galaxias anfitrionas. En cualquier caso, el programa podría rechazar el quasar J0529-4351 y clasificarlo como una estrella no muy distante de la Tierra.

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