Baloncesto - NBA

De ejercer la venta ambulante para poder comer a jugar las finales de la NBA

La fascinante progresión de Giannis Antetokounmpo lo sitúa a tan solo tres victorias del anillo de campeón

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Àlex Gozalbo
4 min
Giannis Antetokounmpo

Barcelona"Puede resultar paradójico leerlo con la perspectiva del tiempo, pero Giannis Antetokounmpo se alimentó durante muchos años en buena medida gracias a la caridad de los que, de forma desinteresada, sin pedir nada a cambio, lo ayudaron a ponerse algo en la boca cuando esto no estaba asegurado ni para él ni para su familia". La frase que abre el cuarto capítulo del libro Giannis, el MVP que surgió de la miseria (Ediciones J.C.) resume las vicisitudes que la actual estrella de los Milwaukee Bucks, equipo que actualmente está disputando las finales de la NBA, tuvo que sufrir cuando era pequeño. La historia impacta.

"Yo empecé a pensar en escribir el libro hace cuatro años, cuando Giannis todavía no era candidato al MVP de la NBA. Era un jugador consolidado e importante, con un gran futuro, pero al que todavía no le había pasado todo lo que le ha pasado después: el contrato con Nike, un doble MVP, llegar a unas finales, la compra de Disney de los derechos de su vida... Pero la historia que yo quería contar ya era muy impactante: cómo este chico con unos orígenes tan complejos fue capaz de llegar a la NBA. Tiene un talento físico descomunal, pero que fuera capaz de llegar a la NBA es fascinante. Lo que a mí me llamó la atención es la capacidad de crecer como persona y de evolucionar como jugador que le permitió superar unos escenarios muy adversos. La historia no deja de crecer y ahora está a tres victorias de ganar el anillo de campeones", dice al ARA José Manuel Puertas, autor del libro.

Giannis Antetokounmpo

Giannis Antetokounmpo proviene de una familia humilde creada por dos emigrantes nigerianos. Sus padres vivían en Grecia de manera ilegal y, cuando era pequeño, se vio obligado a vender en el top manta bolsos, relojes, gafas de sol y perfumes falsificados por las calles de Atenas. Cuando acababa de contribuir a la economía familiar, acompañaba a su hermano mayor, Thanasis, a jugar a baloncesto. Era uno de los pocos momentos del día en los que conseguía olvidar las penurias de una vida que presentaba un futuro incierto. El único problema es que, como tan solo tenían un par de zapatillas, no podían compartir partido. Uno jugaba y el otro esperaba. Al llegar a casa la realidad los volvía a golpear con crudeza. Algunas veces la nevera estaba vacía. "Cuando un joven pasa de unos orígenes así a un éxito tan grande lo más fácil es perder la cabeza. Él lo ha conseguido. Es muy discreto. La mayoría de jugadores de la NBA llegan a los pabellones como si fueran modelos y él no necesita esta exposición pública, no necesita demostrar cómo es de millonario. No es nada pretencioso y esta es una de las grandes claves. Tiene ambición para llegar a ser el mejor, pero no ha perdido el norte y sigue siendo un tipo humilde, familiar y poco dado a la exhibición pública", analiza el periodista.

Según Puertas, "Giannis es muy respetado en la NBA porque está muy centrado y no acostumbra a buscar bronca. Sus rivales dicen que no utiliza el trash talking durante los partidos. Es muy respetuoso. Como jugador es muy especial. A pesar de que tiene la carencia del tiro, tiene unas condiciones muy propicias para jugar en la NBA. Si lo rodeas bien de tiradores, se convierte en un arma de destrucción masiva. Cuando llegó a la liga era muy joven, pero tuvo suerte de caer en un vestuario de Milwaukee que lo acogió muy bien". A pesar de ser una estrella mundial, el jugador no olvida nunca su pasado. Cuando los Milwaukee Bucks fueron eliminados de la lucha por el título hace un par de años, su respuesta a las críticas fue contundente: “Lo que he hecho hasta ahora en la vida no es poco: conseguir llevar a mis hermanos a un colegio privado, poder cuidar a mi familia en Nigeria y en Grecia. ¿Decepcionado con un partido? Estaría decepcionado conmigo si por eso estuviera decepcionado”. A diferencia de la mayoría de sus compañeros, Antetokounmpo entiende el valor real del dinero.

José Manuel Puertas con su libro editado en griego

"Va camino de convertirse en un icono de la NBA más multicultural. Si gana el anillo de campeón, dará el paso definitivo. Tan solo tiene 26 años y todavía le quedan siete u ocho temporadas a un gran nivel, si las lesiones lo respetan. En Grecia tuvo muchos problemas con Alba Dorada [una organización de extrema derecha] porque él representa a la Grecia multicultural del siglo XXI. Tener a un negro como icono ha roto muchos moldes", explica Puertas, autor de un libro que ya ha sido traducido al griego.

Ahora parece impensable, pero Antetokounmpo estuvo muy cerca de jugar en la Liga Endesa. El Casademont Zaragoza lo fichó en 2012 cuando todavía era un adolescente que jugaba en la Segunda División griega, pero nunca llegó a debutar con el conjunto aragonés. Willy Villar fue el director deportivo que lo descubrió en un vídeo doméstico de mala calidad. "Este es uno de los grandes misterios. No se entiende cómo el Olympiacos y el Panathinaikos no le hicieron caso porque estaba en una gran capital europea y no lo detectaron. Hay teorías que aseguran que esto quizás lo benefició en su formación porque no se lo encasilló como un jugador interior a pesar de su altura", dice Puertas.

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