Ciencia

Encuentran un océano de agua bajo la superficie de una luna de Saturno

El hallazgo permitirá profundizar sobre el origen de la vida, según los investigadores

ARA
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Imagen recreada del satélite Mimas de Saturno con su cráter gigante.

BarcelonaMimas, una de las lunas que gira en torno a Saturno, tiene escondido un océano de agua bajo la superficie. El hallazgo lo ha hecho un equipo de científicos del Observatorio de París que, gracias a los datos enviados por la sonda Cassini, sospechó que los accidentes geográficos de la superficie del satélite en realidad tapan agua subterránea, como ocurre en otros satélites de planetas del Sistema Solar. Este miércoles la revista Nature publicará los resultados de la investigación.

Tanto Mimas como Encélado son dos de los muchos satélites de Saturno, descubiertos en 1789 por William Herschel. Tienen casi la misma órbita y tamaño y comparten una superficie helada. En el caso de Mimas se trata de un terreno lleno de cráteres, mientras que en el otro es liso. Mientras Encélad ya se conocía que tiene un océano helado en el interior, todavía era un misterio que se escondía bajo Mimas, aunque durante años se descartó que también hubiera un almacén de agua debido a las propiedades de su superficie y sus cráteres.

Pero el equipo de investigadores, encabezado por Valery Lainey, cuestionó esta creencia y se ha dedicado a analizar los datos y observaciones que llegaban de la sonda Cassini durante más de una década. De la investigación afirman tener evidencias de la existencia de un océano que se encuentra entre 20 y 30 kilómetros bajo la corteza. La masa de agua apareció, según las simulaciones, hace entre 25 y dos millones de años, un tiempo demasiado corto para haber dejado huella en la superficie de Mimas, lo que le permite conservar los cráteres.

El equipo analizó la temperatura interior, los movimientos de rotación y la órbita, parámetros que se ven afectados por cómo es la luna dentro, y concluyeron que la existencia de un océano global interno bajo la superficie es el único escenario compatible con las observaciones. Este descubrimiento añade Mimas al exclusivo club de lunas con océanos internos, entre ellas Encélad y Europa, pero tiene una diferencia única: "su océano es notablemente joven", destaca Nick Cooper, de la Universidad Queen Mary de Londres y uno de los firmantes del estudio.

Estos resultados implican que los procesos recientes en Mimas pueden haber sido comunes en las primeras etapas de formación de otros mundos helados, señalan los autores, que consideran que nuevos estudios sobre este satélite podrían enseñar más sobre su formación. La existencia de un océano de agua líquida de formación reciente “convierte a Mimas en un candidato idóneo para los investigadores que estudian el origen de la vida”, afirma Cooper, según informa Efe.

Lainey, por su parte, hizo hincapié en que este descubrimiento aporta más datos para comprender mejor "el potencial de vida más allá de la Tierra", ya que sugiere que incluso las lunas pequeñas y aparentemente inactivas pueden albergar océanos ocultos capaces de sustentar condiciones esenciales para en la vida: "Esto abre nuevas vías de exploración, que podrían acercarnos a la respuesta a la vieja pregunta «¿Estamos solos en el Universo?»"

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