'EPIC FAILS'

EWorld: la ciudad desierta ideada por Apple

Marc Amat
3 min
EWorld: la ciudad Desierta ideada por Apple “La apuesta de Apple por sacar adelante el eWorld era arriesgada -opina Xavier Ferràs, profesor de Esade experto en innovación-. Realmente fue un paso valiente que debía: ante un panorama incierto como internet, no posicionarse podía significar perder el mercado”, dice, pese a reconocer que las opciones de éxito eran bajas.

Una Universidad, un museo y un teatro. Un poco más allá, unos grandes rascacielos y un llamativo centro comercial. Justo al lado de la autopista, un punto de información turística. Así era eWorld, una ciudad virtual dibujada por Apple en 1994 y que, hoy en día, poca gente recuerda. Se trataba de un software grabado en disquete que, instalándolo en un ordenador conectado a internet, permitía al usuario visualizar el mapa de una ciudad en la que cada edificio daba acceso a un servicio concreto: se podía desde hablar por chat con otros visitantes hasta consultar la enciclopedia, navegar por las incipientes páginas web de la época, participar en foros y enviar correos. De hecho, el primer correo electrónico enviado desde el espacio se envió utilizando eWorld.

Pero más allá de esta anécdota, eWorld pasó con más pena que gloria. En 1994, internet era un mundo todavía extremadamente desconocido. Hacía tan sólo dos años que se había inventado la webcam, hacía uno que la Casa Blanca había decidido crearse página web y nadie había oído hablar de Yahoo, que aún tenía que nacer. Apple, por tanto, estaba navegando sin brújula por un mar totalmente desconocido. “Siempre que aparece una tecnología disruptiva como internet, se crea una situación llamada de fermentación –explica Xavier Ferràs, profesor de Esade experto en innovación-. La incertidumbre era absoluta, el mercado era incipiente y nadie sabía lo que quería el consumidor”, añade. Para Ferràs, el intento de Apple con el eWorld no puede entenderse sin ese contexto. “La compañía intentó posicionarse a ciegas y lo hizo con una propuesta inmadura”, concluye el profesor.

La ciudad virtual de Apple no entusiasmó a nadie. Durante su primer año de vida sólo logró recoger a 90.000 usuarios de todo el mundo. ¿Pero qué les falló? Hay varios motivos. "El precio era elevado", comienza enumerando Ferràs. Para poder utilizar el software, más allá de tener acceso a internet, era necesario abonar 9 dólares cada mes. Al mismo tiempo, sólo estaba disponible para aquellos ordenadores que funcionaran con sistemas operativos Mac o Newton, lo que constituía una barrera de entrada importante en el servicio. Pero más allá de eso, a Apple le hacían sombra servicios similares como CompuServe, Prodigy o, especialmente, America Online (AOL). “Este último era un gran competidor, con mucha más capacidad de generar contenidos que Apple”, apunta el experto.

La prensa de la época ya leyó eWorld como una apuesta poco firme. A diferencia de lo que había hecho con otros productos de la firma, Apple había destinado muy pocos billetes verdes a publicitar su ciudad virtual. Esto provocó que terminara siendo utilizada por cuatro gatos. De hecho, las finanzas de la empresa de la manzana no pasaban por su mejor momento: en el cuarto trimestre de 1995 la compañía cerró con pérdidas de 700 millones de dólares. Wall Street tembló, Apple movió ficha y, entre otras cosas, decidió destruir eWorld. A 31 de marzo de 1996, 147.500 usuarios perdieron el acceso. Era un número irrisorio. Mientras, AOL había construido una auténtica metrópoli de 3,5 millones de usuarios.

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La lección

“La apuesta de Apple por sacar adelante el eWorld era arriesgada -opina Xavier Ferràs, profesor de Esade experto en innovación-. Realmente fue un paso valiente que debía: ante un panorama incierto como internet, no posicionarse podía significar perder el mercado”, dice, pese a reconocer que las opciones de éxito eran bajas.

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