Moda

Forecast, la firma de moda que no supo tomarse los tamaños

La marca, propiedad de la extremeña Saycars, terminó en concurso de acreedores tras una fuerte expansión

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Forecast, la firma de moda que no supo tomarse los tamaños

El viernes 4 de abril de 2014, la marca de moda española Forecast estaba de enhorabuena. Acababa de levantar la persiana de su primera tienda en Barcelona, ​​en el centro comercial L?Illa Diagonal. Se trataba de la primera piedra en la capital catalana de un ambicioso plan de expansión que debía convertir a la compañía en uno de los principales nombres del sector de la moda en España. Bajo la batuta de Juan Carlos Ibáñez, el grupo Saycars -el propietario de la marca- se había marcado un objetivo: inaugurar 150 tiendas propias en tan sólo cinco años. El reto era mayúsculo, pero el presidente se mostraba convencido de que lo lograría. "Tenemos la estructura necesaria para hacer frente a una red de tiendas mucho mayor, si bien necesitamos pulmón financiero para conseguirlo", explicaba en declaraciones al digital Moda.es. Sin embargo, tan sólo tres años más tarde, el panorama se había dado la vuelta. Forecast no había sido capaz de seguir su hoja de ruta. No sólo operaba tan sólo en una cincuentena de puntos de venta -la mitad eran córners en El Corte Inglés-, sino que Saycars había presentado concurso de acreedores.

“En el mundo empresarial, la ambición puede ser un buen aliado, pero hay que vigilar que los planes que se proyecten sean viables”, recuerda Josep Maria Espinet, profesor del área de comercialización de la Universidad de Gerona. En el caso de Forecast, el batacazo empezó a escribirse dos años antes de la apertura de la flamante tienda en L'Illa Diagonal. En 2012, la marca decidió que había que dar un golpe de timón. Forecast había nacido en 1991 en el pequeño pueblo extremeño de Llerena, en Badajoz, como una de las marcas insignia del grupo familiar Saycars, especializado en producir prendas que venía bajo el nombre de Forecast -en el canal multimarca- o para terceros. Dos años antes de aterrizar en Barcelona, ​​la marca contrató a una consultora para que les dibujara un plan de expansión. El patrón pasaba por apostar por la apertura de tiendas propias en lugares clave de la geografía española. “En aquellos años, se había puesto de moda que las marcas tuvieran flagships stores, locales que, por su ubicación, daban mucha notoriedad a las firmas”, apunta Espinet. Les salió bien.

Madrid, Barcelona, ​​Bilbao, Sevilla, San Sebastián... En cuestión de un año, Forecast ya había abierto 18 tiendas propias y el optimismo se había apoderado de la compañía: si en el 2013 había facturado 30 millones de euros, en el 2014 esperaba rozar los 36. “Pero las flagship stores tienen un coste económico muy alto y, si bien generan mucha notoriedad, a menudo no se convierten en grandes rendimientos –apunta el experto–. Las empresas que apuestan deben gestionar los gastos con mucho cuidado”, añade. En 2017 Saycars -que gestionaba la producción de Forecast- presentó concurso de acreedores por la "caída sostenida de ventas y de cuota de mercado". A raíz del intenso crecimiento, había generado un pasivo financiero de 14 millones de euros. En el 2018 la sociedad Mistic Triunfo, vinculada al fondo Black Toro, trató de rescatar a la compañía, pero acabó cerrando todas sus tiendas en el 2020, entre críticas de mala gestión.

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