Colombia

Gustavo Petro, el observador internacional del 1-O que ahora preside Colombia

El dirigente colombiano tildó España de “dictadura” por la violencia policial el día del referéndum

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Gustavo Petro, candidato de la coalición de izquierdas Pacto Histórico.

Barcelona“Estoy en Cataluña como testigo de su referendo por la Independencia. Detenciones, allanamientos. Gobierno Español reprime el referendo”. Con este mensaje, el flamante nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, desembarcaba en nuestro país el 30 de septiembre para seguir la votación del 1-O como observador internacional. No estaba previsto que lo fuera. Lo revela David Minoves, el presidente del CIEMEN (Centre Internacional Escarré per a les Minories Ètniques i les Nacions), que trabaja para dar a conocer y promover la realidad nacional catalana en el mundo y que el 1-O organizó una comitiva de observadores internacionales, como otras entidades.

"Inicialmente no estaba en la delegación internacional, pero Xavier Vendrell (el histórico dirigente de ERC que formó parte del conocido como estado mayor del Procés) nos dijo si se podía unir y, obviamente, dijimos que sí", expone Minoves, que destaca que era el único político que no era europeo porque el resto provenían del País Vasco, Galicia, Andalucía, Portugal, Córcega, las Islas Baleares, Gales, Bretaña, Irlanda y Escocia. Entonces, Petro y Vendrell hacía casi siete años que se conocían. El ex dirigente republicano explica que el verano del 2017 avisó a Petro de todo lo que se estaba organizando. El actual presidente colombiano "siempre se ha sentido vinculado a Barcelona", en palabras de Vendrell, y conoce "muy bien" el país. "Él ha admirado mucho el espíritu rebelde de los catalanes y siempre ha estado a nuestro lado", añade Vendrell en conversación con el ARA, recordando como Petro ha pasado varios fines de año en su casa. Se acercó el 1-O, y Petro "quiso vivir este momento": "I así fue. Le pasé el contacto a David Minoves e hicimos posible que viviera esto", describe Vendrell.

"Surgió la oportunidad de que Petro viniera aquí por el 1-O y no se lo pensó dos veces", celebra Pep Canals, exalcalde de Corbera de Llobregat a quien el ahora presidente colombiano fichó el 2012 cuando era alcalde de Bogotá para que fuera asesor suyo en materia de urbanismo y gestión de residuos. "Petro ya había visitado la capital catalana en diferentes ocasiones antes del 1-O para conocer diferentes proyectos urbanísticos y medioambientales y había dormido en mi casa", dice Canals, que deja claro que ya conocía la realidad catalana. "Lo llevé a Vilafranca por la fiesta de Sant Fèlix a ver castells", resume a guisa de ejemplo.

La noche del 30 septiembre, Minoves, Canals y el resto de observadores cenaron juntos y después visitaron la Escuela Proa del barrio de Sants para comprobar in situ como los ciudadanos hacían guardia en los centros educativos para impedir que los cuerpos policiales los cerraran y evitaran así la votación.

Gustavo Petro, sentado en la mesa con jersey azul tocándose el cuello

El día del referéndum, como se puede ver en este vídeo que colgó en su cuenta de Twitter, se incorporó a la comitiva internacional para visitar diferentes escuelas de Barcelona y Badalona, que se convirtieron en puntos de votación. En este sentido, Petro pudo ver en primera persona la violencia policial porque uno de los centros que visitó fue la Escola Industrial, que se convirtió en uno de los puntos calientes de la jornada.

Ante la brutalidad de las actuaciones de los cuerpos de seguridad, Petro, que entonces no ocupaba ningún cargo institucional, denunció la represión equiparándola al golpe militar franquista y tildando España de estado dictatorial. “España se ha convertido en una dictadura en Catalunya. en este momento nos sobrevuelan helicópteros. Se repetirá 1936?”, escribió.

Petro no dejó de escribir mensajes en Twitter durante toda la jornada e incluso fotografió una de las urnas del 1-O: “Para España esta urna se volvió subversiva, terrorista, castrochavista". "Sus canales privados estallan en odio, el pueblo sale a cantar”, añadió más tarde en otro tuit. Canals asegura que a pesar de que no se ha mojado nunca públicamente en defensa de la independencia de Catalunya, sí que es un firme defensor del derecho a la autodeterminación. "Le interesa mucho el movimiento independentista y apoya las manifestaciones desde el 2012 porque una de sus máximas es que el pueblo puede cambiar el statu quo si se moviliza", remarca.

El ahora presidente colombiano, que criticó el discurso que hizo el 1-O el presidente español Mariano Rajoy en que avalaba la actuación de la policía y "despreciaba el referéndum", también estuvo presente en la huelga general del 3-O. “La experiencia que deja Catalunya: un pueblo organizado, capaz de la autogestión, que se moviliza permanentemente y tiene claros sus objetivos”, tuiteó. Cuando volvió a Colombia, no se olvidó de Catalunya y no se mordió la lengua a la hora de reprochar al gobierno español que no apostara por una salida dialogada al conflicto. “Y dicen que es una democracia”, escribió, cuando se hizo público que Rajoy quería dejar Catalunya sin autogobierno aplicando el artículo 155.

El 27 de octubre, después de la DUI, Petro hizo un llamamiento sutil a las excolonias españolas de América a posicionarse junto a Catalunya cuando Rajoy anunció que activaba el 155 y que haría pagar al Govern su "desafío". “Rajoy trata de restablecer la monarquía en la República de Catalunya. ¿Cuál será la posición de las repúblicas latinoamericanas exespañolas?”, se preguntó. Minoves cree que para Petro también hay un antes y un después del 1-O. "Se quedó imbuido por el 1-O y no ha modificado su posicionamiento. Ve el Procés independentista como una revuelta democrática", destaca Minoves, que considera "significativo" que en enero iniciara la campaña internacional para conseguir el apoyo de la diáspora colombiana precisamente en Barcelona: "Es una declaración de intenciones muy clara".

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