ROBOS

¿Hay seguridad en l'Horta de Lleida? Policía, vecinos, jueces y políticos discrepan

Los Mossos dicen que la situación está controlada, pero los residentes denuncian un abandono

01. Los vecinos de l'Horta han puesto vallas y alarmas. 02. Incendio del 21 de mayo en un cobertizo de la partida de Fontanet donde supuestamente quisieron robar. Un grupo de vecinos de l'Horta de Lleida listo para una de sus operaciones de vigilancia nocturna.
y ALBERT GONZÁLEZ FARRAN
29/05/2024
6 min

LleidaLa Huerta de Lleida es noticia. En las últimas semanas ha aparecido abundante información tanto de robos en hogares de diversas partidas como de detenciones múltiples de ladrones, así como anuncios de ampliación de recursos policiales para garantizar una seguridad que no se percibe entre las asociaciones vecinales.

La Huerta de Lleida es un amplísimo eslabón verde que rodea la capital de la provincia. Es un territorio que presenta una morfología casi única en nuestro país. Estamos hablando de una zona que abarca cerca de 20.000 hectáreas, la mayoría ubicadas dentro de partidas y núcleos de Lleida (Zumos, Raïmat, Llívia, Butsènit, Gualda...), pero también incorporadas parcialmente en otros términos municipales de alrededor (los Alamús, Albatárrec, Alcoletge, Alpicat...).

Su principal actividad económica es la agricultura y la ganadería, y hay distribuidos unos 6.000 residentes, según consta en el plan de usos que la Paeria aprobó en 2017. Sin embargo, fuentes policiales citan los datos del Instituto Catalán de Estadística de 2021, que elevan la población de l'Horta a más de 17.000 vecinos.

Cifras aparte, l'Horta de Lleida presenta la diseminación de unas 3.000 viviendas, la mayoría torres y antiguas casas de payés, a menudo distanciadas entre ellas. Y es que las construcciones sólo suponen un 0,2% de toda su superficie, siendo el suelo agrario (70%) el predominante.

El citado plan de usos municipal ya reconoce las dificultades que esto presenta: “La seguridad de los bienes de l'Horta es más difícil de conseguir por el mismo carácter disperso y por la proximidad a la ciudad ya las principales vías de comunicación”.

Aumento de robos en 2024

Durante estos primeros cinco meses de 2024 se están repitiendo los casos de robos en inmuebles de l'Horta de Lleida. Los Mossos d'Esquadra reconocen que las cifras están alcanzando los niveles de 2019, cuando llegaron a registrarse 468 crímenes (entre robos con fuerza y ​​delitos contra el patrimonio). Se confirma, por tanto, que estos hechos suponen una media de más de cinco crímenes cada cuatro días.

En la mayoría de casos, los ladrones suelen perpetrar los robos cuando los hogares están vacías, pero en algunos casos han llegado a hacerlo con los inquilinos durmiendo, como el que tuvo lugar a principios de este mes en la partida de Quatre Pilans.

Las detenciones de este año también han aumentado considerablemente. La última, el 18 de mayo, fue coordinada por los Mossos y la Guardia Urbana y finalizó con la detención de tres hombres y una mujer que habían sido descubiertos por una cámara de videovigilancia forzando la ventana de una casa, también de Quatre Pilans, a las once de la mañana.

Pese al repunte de delincuencia, las fuerzas policiales quieren tranquilizar con estadísticas. Los Mossos d'Esquadra aseguran que la delincuencia en l'Horta está por debajo de la que se registra en entornos rurales equiparables. Además, indican que desde 2019 han descendido más de un 5% los delitos contra el patrimonio y cerca de un 35% los robos con fuerza. "Conseguir cinco años consecutivos de descensos es complicado, porque el hecho delictivo suele tener oscilaciones", explica el inspector Xavier Ribelles, jefe de los Mossos en el Segrià. Y parece que ese movimiento oscilante llegó en el 2023 al tope. “El incremento está ahí, pero no es preocupante”, dice Ribelles.

Por este motivo, la policía catalana asegura haber aumentado su presencia, no sólo con coches patrulla sino también con operativos camuflados. Se trata de una actividad policial que se ha incrementado sobre todo durante los momentos de máxima afluencia delictiva (del jueves al sábado, de las seis de la tarde a la una de la madrugada). Desde 2012 hay siempre una patrulla de los Mossos exclusiva para l'Horta de Lleida, pero fuentes policiales reconocen que "los recursos son limitados".

Según los investigadores policiales, en l'Horta de Lleida se conocen dos perfiles de delincuentes. Por un lado, los que viven por la zona y practican lo que llaman “robo famélico”, un tipo de crimen fácil y con desplazamientos a menudo precarios (a pie o en bicicleta). Por otro, ladrones especializados que vienen de fuera y buscan sobre todo joyas y dinero –suelen ser itinerantes–. Es el caso del robo de joyas denunciado en la partida de Grealó el pasado 10 de mayo, en el que los autores, pese a quedar grabados con cámaras, pudieron huir.

La hipótesis policial insiste en decir que los ladrones buscan no encontrarse con los inquilinos, aunque últimamente se han registrado robos violentos “que son muy poco frecuentes”. De ahí que haya crecido la sensación de inseguridad entre los vecinos.

Críticas a la falta de recursos

"No queda ni un vecino al que no hayan intentado robar, y pedimos soluciones porque no queremos normalizar la situación", dice David Poca, un responsable de la Asociación de Vecinos de Grealó y Quatre Pilans.

Los residentes denuncian la política de recursos policiales. "No puede que distribuyan los agentes en función del volumen de población", dicen. Las largas distancias despobladas, no sólo de l'Horta sino también de todo Ponent, “hacen que la respuesta operativa sea muy mala”.

Hay que recordar que el 9 de abril la Paeria de Lleida puso en marcha un plan de actuación para la prevención de robos en l'Horta que ha permitido la incorporación de dos drones de vigilancia, uno de ellos con cámara térmica para visión nocturna. Aparte, la policía local ha elaborado un plan de patrullaje acorde con los datos de los robos que ha habido últimamente y ha reorganizado algunas de las unidades para poder destinar otras tres patrullas a la zona en turnos de noche y fines de semana, que se sumarán a los agentes de proximidad que trabajen en turnos de mañana y tarde.

“Es cierto que la Guardia Urbana está haciendo un esfuerzo, pero no es exclusivamente su competencia”, advierte Poca, que gira sus quejas hacia la Generalitat.

Por este motivo, los vecinos no se han quedado de brazos cruzados. En las últimas semanas, algunas comunidades han organizado grupos de vigilancia. Evitan definirlo como somatén (término que hace referencia a las organizaciones civiles de autoprotección que fueron disueltas en Cataluña en 1978) y lo definen como unas salidas vecinales para observar y alertar sobre hechos criminales y para dar visibilidad ante unos delincuentes que ellos creen que "están actuando con total impunidad".

Terminologías aparte, estos operativos vecinales están lejos de toda recomendación, tanto policial como administrativa. "Se están poniendo en riesgo", advierte el inspector Ribelles, que además alerta de que estos grupos de vigilancia, que a veces van equipados con dispositivos lumínicos, pueden arruinar las operaciones policiales. "Su actuación no aporta ningún valor, y ponen en riesgo también a los agentes que van de paisano", argumenta el jefe de los Mossos.

“Debemos dedicar más esfuerzos”

Tanto los Mossos d'Esquadra como la Guardia Urbana mantienen reuniones periódicas con los líderes vecinales, iniciativa que no se aplica en otros barrios de la ciudad ni en municipios de similar tipología.

La concejala de Seguridad de la Paeria, Cristina Morón, asegura que la intención es seguir trabajando en ella. "Debemos dedicar muchos más esfuerzos", dice Morón, que reconoce que las estadísticas criminales no han aumentado excesivamente, pero sí la sensación que habita entre los residentes.

En cualquier caso, la Paeria quiere transmitir a los vecinos un mensaje de confianza en los cuerpos policiales. "No se ha dejado de lado l'Horta", declara la concejala, que recuerda la incorporación de nuevos mecanismos, como la explotación exhaustiva de la información que se obtiene con las cámaras lectoras de matrícula que hay instaladas en la Huerta. De hecho, este recurso tecnológico sirvió para detener en abril a otros tres sospechosos de robos en la partida de Marimunt. Siempre hay un agente de la Guardia Urbana visualizando todos los vehículos que pasan por los caminos de l'Horta e introduciendo las matrículas en la base de datos. En caso de que se detecte una matrícula sospechosa, automáticamente se contacta con la patrulla que haya in situ para la identificación del vehículo.

Contra las decisiones judiciales

Dicha multidetención de abril y otra en mayo de otras seis personas acabaron inicialmente con la misma decisión judicial: libertad con cargos (unos primeros juicios han dictado ya sentencias de cárcel, que los condenados no cumplirán porque son inferiores a dos años).

El alcalde Fèlix Larrosa tiene una opinión muy clara: “No puede que detengamos a los ladrones y al cabo de dos días estén en la calle, necesitamos contundencia”. Por eso, el Ayuntamiento ya ha encargado en alguna ocasión a sus servicios jurídicos personarse contra los autores de robos.

“Se ha generado un estado de ansiedad y de malestar en la ciudadanía, y como alcalde tengo que salir a contrarrestar esta situación”, dijo el paer jefe, que además de la actuación judicial reclamó al departamento de Interior de la Generalitat “más efectivos y acabar de remachar esta cooperación entre los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana, una cooperación que precisamente está dando sus frutos”.e

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