Crisis climática

Los huesos polares corren el riesgo de morir de hambre si los veranos sin hielo se alargan

Un estudio publicado en 'Nature' concluye que no tienen estrategias de adaptación para pasar tanto tiempo en tierra firme como será necesario en el futuro

Imagen de uno de los 20 huesos polares estudiados por los científicos de un estudio de Nature.
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BarcelonaLas imágenes de un hueso polar hambriento y agonizante sobre una tierra amarilla dieron la vuelta al mundo en 2017 y sirvieron para elevar la alerta sobre la emergencia climática. Dos años después, hasta 52 huesos polares invadían una ciudad rusa en el Ártico en busca de comida. Son muchos los sucesos que de forma recurrente sonan la alarma por el futuro de este gran animal, convertido casi en símbolo del cambio climático. Pero esta vez es un estudio científico publicado en la revista Nature lo que advierte que si el ritmo de deshielo en verano continúa la tendencia actual, los huesos polares corren un riesgo real de morir de hambre. Según el análisis, estos animales no tienen estrategias de adaptación para poder pasar tanto tiempo sobre tierra firme como se prevé que necesitarán en el futuro.

Es el que concluye un grupo de científicos que hicieron un seguimiento exhaustivo, con cámaras, GPS y collares, de veinte ejemplares de hueso polar durante tres semanas del pasado verano en el Ártico canadiense. Los animales tuvieron que sobrevivir todo ese tiempo –entre agosto y septiembre del 2023– en tierra firme, por la desaparición del hielo polar que es su hábitat natural. Esto les aleja de los animales que constituyen su dieta básica, las focas, y los aboca a comer frutos silvestres, huevos de aves y otros alimentos. De los 20, 19 perdieron peso, 8 kilos lo que menos y 31 lo que más (unos 1,7 kilos por día).

Algunos de los huesos redujeron al máximo su consumo energético, hasta estados similares a la hibernación. Pero el 70% de los ejemplares estaban activos y consumían energía sobre todo buscando comida en ese entorno sin hielo. Algunos tuvieron que comer hierbas o cadáveres de animales que encontraron. Tres de los animales optaron por lanzarse al agua y nadar largas distancias en busca de alimento. Llegaron a nadar hasta 175 kilómetros, consumiendo mucha energía. Dos de ellos pudieron encontrar así el cadáver de algún mamífero marino, pero no podían comer y nadar al mismo tiempo. Los científicos realizaron seguimiento de todo el consumo energético, el comportamiento, los movimientos, la alimentación y la composición corporal de los veinte huesos polares.

"A pesar de que los huesos polares sobre tierra exhiben una plasticidad de comportamiento remarcable, nuestros resultados reafirman el riesgo de morir de hambre, particularmente en los subadultos, a medida que se alarguen las temporadas sobre tierra (sin hielo) tal y como está previsto", concluye el estudio. El título del análisis, publicado en Nature, es Las estrategias energéticas y conductuales de los huesos polares sobre tierra con implicaciones para su supervivencia en períodos sin hielo. Y la conclusión principal es que los huesos polares "no tienen estrategias energéticas y conductuales" para adaptarse a períodos tan largos en tierra firme como los que se predicen en el futuro.

El seguimiento de los animales se hizo en la región occidental de la bahía de Hudson, en Canadá, donde cada vez se reduce más la extensión de hielo marino en verano. La próxima fase del estudio pretende utilizar los datos de predicción de pérdida de hielo marino durante el verano ártico en el futuro para poder predecir, a través de los datos recopilados, sus efectos en la reproducción y supervivencia de las poblaciones actuales de huesos polares de la zona.

El período sin hielo en el oeste de la bahía de Hudson era en el 2015 tres semanas más largo que en 1979. Los huesos polares están ahora en el suelo una media de 130 días, cuando antes eran 100 o 110, según explicó a Efe el autor del estudio, Anthony Pagano. En función de los distintos escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, "es probable" que la permanencia fuera de mar aumente entre cinco y diez días por década, añadió. Dado que los huesos polares se ven obligados a pisar tierra antes, se reduce el período en el que normalmente adquieren la mayor parte de la energía que necesitan para sobrevivir y la expectativa es que crezca también su tiempo de "inanición, en particular entre los adolescentes y las hembras con cachorros”.

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