La IA, un nuevo (y grande) reto para la UE: ¿cómo regularla?

El Parlamento Europeo ha aprobado leyes específicas para luchar contra la desinformación y su uso indiscriminado

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BarcelonaEl Parlamento Europeo que ahora termina el mandato pliega con los deberes hechos en el ámbito digital, habiendo aprobado las importantes directivas DMA y DSA que garantizan la privacidad y confidencialidad de los datos de los consumidores y las empresas europeas y evitan la discriminación en las tiendas de aplicaciones de las grandes tecnológicas. Sin embargo, el vigoroso crecimiento de los programas de inteligencia artificial (IA), que no parece tener freno, así como la explosión de centros de datos en la nube en todo el mundo, harán aún más difícil el cumplimiento de la legislación europea, aunque se acaba de aprobar una ley específica para la IA (AI Act) para luchar contra la desinformación y su uso indiscriminado.

La composición final del Parlamento Europeo que salga elegido el 9 de junio –y de la Comisión Europea resultante– será muy importante porque tendrá que enfrentarse a intereses empresariales y económicos poderosos. Potentes grupos de presión intentarán que se diluya al máximo la legislación en materia de protección de datos personales y utilización de la IA, por ahora líder en todo el mundo. No hay que olvidar que la gran mayoría de buscadores web, redes sociales, tiendas de aplicaciones y datos almacenados en la nube que se utilizan en Europa están controladas y son propiedad de los gigantes tecnológicos de EE.UU.: Google, Meta, Microsoft, Amazon y Apple.

El 13 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó por amplísima mayoría la ley de inteligencia artificial (AI Act) y el martes de la semana pasada (21 de mayo) fue ratificada por unanimidad por el Consejo Europeo. Esta ley, como el Reglamento de Protección de Datos (RGPD) de 2016, puede aplicarse extraterritorialmente a proveedores de fuera de la Unión Europea, si tienen usuarios comunitarios.

El AI Act no da derechos individuales, pero regula a los proveedores de sistemas de IA y entidades que usen la IA en un contexto profesional. Cubre muchos sectores, pero contempla excepciones, como los usos militares, los de investigación y los no profesionales. La AI Act va ligada de alguna manera a otras dos piezas legislativas recientes, la ley de mercados digitales (DMA), que entró en vigor el pasado 6 de marzo, y la ley de servicios digitales (DSA), del 2 de mayo de 2023.

Los mercados y servicios digitales en Europa están así cubiertos por ley en la Unión Europea, como lo estará la ley de la IA cuando entre en vigor dentro de seis meses, un año o dos años, según los casos. La Comisión Europea, como órgano ejecutivo, ya ha empezado a interponer las primeras demandas contra tecnológicas por no respetar la legislación comunitaria y se prevé que la pugna jurídica será larga e intensa, porque hay mucho en juego para ambas partes.

Aplicar las leyes

La nueva Comisión Europea que se forme después de las elecciones tendrá serias dificultades para aplicar este conjunto de leyes, aunque exista una fuerte voluntad de hacerlo, creen los expertos. Tras las demandas iniciales de la Comisión Europea, los equipos jurídicos de las firmas afectadas todavía no han dicho la última palabra. Recordamos la fuerte contestación recibida por el Reglamento de Protección de Datos cuando fue aprobado.

También muchos países, incluidos EEUU, ven con mucha preocupación el gran poder de las tecnológicas y el alcance cada vez más preocupante de las redes sociales y de la IA.

Específicamente de cara a las elecciones al Parlamento Europeo, preocupan la desinformación y difusión de noticias falsas o muy sesgadas, facilitadas por una IA capaz de generar imágenes y voces de apariencia real. La ley de IA puede ayudar a poner un poco de orden, sobre todo en temas de alto riesgo como la salud, la seguridad o derechos fundamentales, pero habrá que ver cómo se aplica.

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