Violencia machista

Madres de niños asesinados, las víctimas más invisibles de la violencia machista

La Generalitat es la única administración que prevé una indemnización para las mujeres de hijos fallecidos por los padres

Dispositivo de los Mossos en el paseo Universal de Horta.
4 min

BarcelonaSon pocos casos, pero su impacto social y la repercusión para las familias que pasan es enorme. Desde 2013 en todo el Estado 52 criaturas han sido asesinadas por sus padres, contando el caso de Xavi y Noa a quien su padre mató el lunes en el barrio de Horta de Barcelona. En Catalunya, según el recuento de la conselleria de Igualdad y Feminismos, desde el 2015 cinco menores y una chica de 18 años han muerto asesinados por el padre. En todos los casos menos uno, el agresor también mató a la madre. ¿Pero qué ocurre cuando el agresor sólo duele al hijo? En agosto de 2021, Martín Ezequiel AG asesinó a Leo, de 2 años, en un hotel de Barcelona y después se suicidó. La madre del pequeño es la primera mujer que ha recibido una indemnización económica por un caso de estas características en Cataluña. De hecho, la Generalitat es la única administración que contempla una compensación económica para este tipo de casos, que no tienen recorrido judicial si el agresor también se quita la vida.

En el caso de Leo, se incluyó una partida en los presupuestos de 2023 que, de forma extraordinaria, reconocía la ayuda a la mujer. El pasado agosto se modificó el redactado de la ley integral catalana contra la violencia machista 17/2020 (la primera que reconoce la violencia vicaria como un tipo de violencia machista) y se establece la concesión de una prestación de 51.630, 90 euros para las madres supervivientes. El texto especifica también que es suficiente con la existencia de unas diligencias policiales para acceder a la ayuda. De esta forma se salva el obstáculo del cierre de la investigación en los casos en que el agresor está muerto o de tener que esperar a la existencia de una sentencia firme.

La abogada que trajo el caso de la madre de Leo, Marta Ariste –especialista en derecho civil y de familia– explica que todavía no hay una "equiparación" completa entre las mujeres que sufren directamente algún tipo de violencia o las que reciben indirectamente a través del daño que el agresor hace a sus hijos. En este caso, su cliente recibió asistencia psicológica gratuita después del crimen, pero no ha tenido el mismo seguimiento ni ha pasado por el mismo circuito que las supervivientes de una agresión machista, aunque la ley catalana reconoce la violencia vicaria como forma de violencia machista. Ariste logró también que el ministerio de Justicia autorizara una modificación en el Registro Civil para que Leo ya no lleve los apellidos de su padre y verdugo. Por el momento, la ley no admite todavía aplicar sistemáticamente esta última medida. "Son las víctimas más invisibilizadas de la violencia machista", subraya Ariste.

Registro de violencia familiar

La administración catalana es la única que ha dado pasos también para reconocer a otras menores víctimas de violencia en el entorno familiar. A raíz del caso de Yaiza, la menor de 4 años a quien su madre asesinó en el 2021 en Sant Joan Despí, la consejería de Justicia creó un registro único –gestionado por el Instituto de Medicina Legal y Forense de Catalunya– que incluye tanto a los menores asesinados por los padres hombres como a los casos en que el agresor era la madre o la pareja de uno de los progenitores. Según fuentes del departamento consultadas por el ARA, en estos momentos en el registro hay cuatro casos. Además de Yaiza y Leo, también constan los dos bebés muertos en manos de sus padres en el 2022 y faltaría incluir el caso reciente de los hermanos Xavi y Noa.

La conselleria de Justícia también ha modificado en los últimos años el Código Civil para que en los casos en que se detecten indicios de maltrato se pueda modificar el régimen de guarda, custodia y comunicaciones para apartar al maltratador, independientemente de si se trata del padre o madre. En la práctica, esto implica que en un proceso de separación o divorcio una de las partes puede alegar este contexto de violencia o instrumentalización del menor para que el juez lo tenga en cuenta.

Falta de indicios

Sin embargo, Ariste avisa de que el grado de concienciación respecto a la violencia vicaria no es el mismo que existe respecto a otras formas de violencia machista y esto hace que muchos casos sean difíciles de detectar o que "algunos indicios pasen desapercibidos". Por eso pide dar importancia a todos los signos de violencia sobre los niños y las madres en cualquier procedimiento civil o en los diferentes ámbitos sociales en los que se pueden detectar.

En el caso de Horta, fuentes de la policía ya auguran que será muy difícil acreditar si detrás del crimen de Xavi y Noa está la voluntad de hacer daño a la madre y, por tanto, si es un caso de violencia vicaria. Fuentes policiales apuntan que para demostrarlo es necesario descubrir la existencia de una nota, un mensaje o una conversación donde el padre haya amenazado a la madre con matar a los hijos o haya dicho que los mataría para hundirla. Por el momento, los Mossos no encontraron ninguna prueba así en el caso del crimen de Horta, aunque la investigación acaba de empezar. En las horas previas al crimen, no habría ninguna comunicación del padre con la madre, sino todo lo contrario: llevaba días sin responder y, alertada por la escuela porque sus hijos no habían ido a clase, la madre decidió ir a los Mossos d'Esquadra.

Tampoco se sabe a ciencia cierta la causa de la muerte de los hijos y del padre a la espera de que lleguen los resultados de la autopsia. O si, en el caso de los pequeños, se les suministró algún tipo de sedante. Las primeras hipótesis apuntan a una intoxicación por monóxido de carbono producido por la combustión de algún material en un brasero. Papá habría sellado el piso poniendo ropa debajo de las puertas y cinta en las ventanas. También está dificultando la acreditación de la violencia vicaria de que no exista ningún antecedente de violencia machista entre el hombre y la mujer. Según fuentes consultadas, estaban separados, aunque era de mutuo acuerdo y no existía un procedimiento en el ámbito civil abierto. estos asesinatos machistas" y apuntó que el país está de luto. En un minuto de silencio al que asistieron los máximos representantes de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, ​​apeló a la "responsabilidad colectiva" para "no tolerar" más machismos.

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