¿Cuál es la mejor forma de defender a Israel?
Al día siguiente de que la Unión Europea y Gran Bretaña aumentaran la presión sobre Israel por la crisis humanitaria que se vive en Gaza a raíz de la ocupación militar, Tel-Aviv ha respondido de la peor manera posible: con rasgos intimidatorios contra una delegación diplomática europea que se encontraba en Jenin, en el norte de Cisjordà. La situación sobre el terreno, y también desde el punto de vista diplomático, parece estar degradándose a gran velocidad y todo empuja a los países europeos a tomar medidas más contundentes contra Israel.
De momento, España, Italia y Portugal han llamado a consultas a sus embajadores israelíes para que den explicaciones sobre los hechos. La responsable de la diplomacia europea, Kaja Kallas, también exigió explicaciones y una investigación sobre unos hechos que consideró "inaceptables". En todo caso, todo apunta a que se trata de una nueva provocación de Israel, que parece dispuesto a cruzar todas las líneas rojas en su respuesta a los atentados de Hamás de octubre de 2023.
Mientras tanto, no hay señales sobre el terreno que la situación de hambre y falta de suministros básicos deba solucionarse a corto plazo, porque la ayuda sólo llega con cuentagotas. El aviso de la ONU de que hasta 14.000 bebés podrían morir en las próximas horas si no se desbloquea la llegada de la ayuda, junto con las imágenes que llegan de la Franja día sí día también, con niños desesperados clamando por un cuenco de comida, no hacen más que disparar la indignación internacional.
La Unión Europea debe revisar el acuerdo de asociación con Israel, que en su punto dos afirma que se basa en el principio de respeto a los derechos humanos, lo que es obvio que no se está respetando en Gaza. La ruptura de relaciones y las sanciones siempre dejan heridas y pueden provocar injusticias, pero son la única herramienta de presión real que tienen las democracias europeas. No hacer nada equivaldría a ser cómplices de las matanzas diarias que provoca el ejército israelí.
Desde este punto de vista, el cierre de la oficina de Acción en Tel-Aviv anunciado por la Generalitat no deja de ser un gesto modesto en la práctica, pero cargado de significado político. Cataluña siempre ha aspirado a tener una relación privilegiada con Israel y algunos sectores del nacionalismo se han reflejado en ella, pero las acciones del gobierno de Benjamin Netanyahu les dejan cada vez menos margen.
De hecho, habría que cuestionarse si ahora mismo la mejor manera de defender a Israel es posicionarse junto a Netanyahu. El predecesor de Netanyahu en el cargo de primer ministro, el también conservador Ehud Olmert, ha declarado a la BBC que "lo que está haciendo Israel en Gaza en estos momentos está muy cerca de ser un crimen de guerra", y se ha mostrado partidario de detener la guerra de forma inmediata. Estas declaraciones demuestran que la oposición a Netanyahu no viene sólo de la izquierda, sino desde las mismas filas del Likud. Y que la continuidad de la guerra sólo es la única forma que ha encontrado Netanyahu de mantenerse en el poder.