Hoy hablamos de
Una mujer ambiciosa no es Lady Macbeth.
18/02/2025
Escriptora i guionista
2 min
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Las conozco desde hace varios años. Y ya sabía, que tienen cierta responsabilidad. Pero cuando me dijeron que una dirigía un equipo de veinte personas y la otra que tenía cuarenta personas bajo su responsabilidad flipé. Lo primero que me salió fue preguntarles por qué nunca me lo habían dicho. Porque, en realidad, del trabajo no hablan mucho. O de una forma muy diferente de cómo estamos acostumbrados cuando se trata de personas que mandan bastante.

Estuvimos hablando de ello. Les dije que si hubieran sido hombres lo habría sabido enseguida. No digo que todos los hombres lo cuenten o que lo cuenten con el ánimo de jactarse. Pero lo hacen con mucha mayor facilidad. Quizás porque, para algunos, el trabajo forma parte del centro de su vida, o quizás porque viven con más naturalidad el tener trabajos potentes. Y esto no es malo. Al contrario. Creo que las mujeres debemos aprender de esta naturalidad. Pero todavía arrastramos muchos tics que nos hacen asociar el hecho de explicar que hacemos según qué a la arrogancia.

Desde pequeñas se nos ha educado para ser discretas, para ser buenas niñas, para no destacar. Destacar es de mal gusto e incluso a tu alrededor puede vivirse como una amenaza. Muchas mujeres, en conversaciones entre nosotros, hemos confesado que no contamos triunfos o metas profesionales para no generar envidia. Por no parecer unas pretenciosas. Para que nadie piense que somos unas creídas. Y todo por una mala digestión de lo que debe ser una mujer con buena carrera profesional.

Entonces recordé ese día que en el grupo de WhatsApp Lentejuelas, creado por la estilista y comunicadora Marta Pontnou, donde sólo somos mujeres, hablé de Como si fuera ayer, la serie donde trabajo. Me salió decir "mi serie" y al mismo momento me corrí. Porque no es verdad, no es mía, la ha creado Núria Furió. Y estamos entre once y trece guionistas según el momento. Marta lo tuvo claro. Dijo que era la única guionista en nuestro chat. Y que si fuera un hombre habría dicho "mi serie". Y que así sería en el mundo Lentejuelas. Todas aplaudimos.

La guionista Marta Buchaca, cuando en 2021 recogió el premio al mejor guión por la película Solo una vez en el Festival de Cine de Almería, hizo una reivindicación de la ambición femenina. Una ambición sana y del todo legítima. Una ambición que debemos poder permitirnos. Una mujer ambiciosa no debe ser Lady Macbeth. Al contrario. Es alguien que quiere hacerlo muy bien en el trabajo y quiere llegar lejos. Y explicarlo, no esconderlo, y celebrarlo cuando hemos conseguido lo que queríamos, también forma parte de esta nueva forma de vivir la ambición. Desde el deseo de querer avanzar. Y de vivirlo con naturalidad y alegría.

Aquella noche del 2021, desde casa, viendo a Marta recoger el premio por la tele, Imma –su hermana– y yo llamamos felices y orgullosas por lo logrado. De su seguridad a la hora de reivindicar que queremos triunfar. Y que no sólo lo hacemos para nosotros mismas, sino también para todas las demás mujeres que nos miran. Gracias, Marta. Y gracias, Marta.

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