Barça

La nueva carrera por el aval de Laporta se libra en Madrid

Jaume Roures dejará de aportar 30 millones a finales de noviembre y el Barça negocia con el Estado una nueva ley del deporte

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Joan Laporta, con mascarilla  roja, con Florentino Pérez al palco de Valdebebas.

BarcelonaMás de 30.000 votos en unas elecciones históricas –las segundas con más participación en el Barça– legitimaron a Joan Laporta para poner en marcha su segunda etapa al frente del club azulgrana. Los socios le dieron más de la mitad de apoyos el 7 de marzo, pero no fue hasta diez días después cuando el abogado barcelonés tomó posesión de la institución junto con sus directivos, entre los cuales está Eduard Romeu y no Jaume Giró, a pesar de que el primero no participó en la candidatura y el segundo fue uno de sus miembros más destacados. Uno de los motivos de este relevo de última hora fue la carrera de obstáculos que la nueva directiva tuvo que superar para depositar un aval de 124,6 millones (el 15% del presupuesto de gastos del club) en un plazo que estuvo a punto de agotarse. La negociación para reunir tanto dinero se acabó de madrugada en un despacho notarial de la Diagonal de Barcelona. Pero el aval vence el mes que viene y esta vez la partida se jugará en Madrid.

Como Laporta y sus colaboradores más estrechos –Elena Fort, Rafael Yuste, Alfons Castro y Josep Cubells, entre otros– no tenían suficiente patrimonio para compensar el aval que emitía el Sabadell, la busca de nuevos apoyos se hizo imprescindible una vez ganadas las elecciones. Giró se aseguró el apoyo de Jaume Roures (Mediapro) en forma de 30 millones antes de decidir no integrar la junta, pero faltaba más dinero para llegar al famoso 15%. Así es como irrumpieron José Elías y el hoy vicepresidente Romeu con el capital de Audax para solucionar el problema con entre 17 y 20 millones más.

El músculo de la empresa de renovables con sede en Badalona fue la solución a las condiciones draconianas del fondo HPS, que pedía un interés próximo al 5% a cambio de contraavalar una cantidad que, sin Roures, habría sido de 70 millones. Con el Barça en pérdidas, es normal que las entidades financieras eleven los costes tanto para emitir el aval (que es lo que hizo el Banco Sabadell) como para compensarlo (que es lo que habría hecho HPS). Al final, los movimientos de Laporta con Audax y Roures rebajaron mucho la presión para el bolsillo de los directivos. Incluso, a última hora faltaban 10 millones que aportó el propio Banco Sabadell, según reveló La Vanguardia. A cambio, la estructura del aval fue menos estable.

Jaume Roures ya ha anunciado que caerá del aval a finales de noviembre, de forma que Laporta tendrá que presentar uno nuevo a la Liga equivalente al 15% del presupuesto de este curso para seguir siendo presidente. Tampoco se sabe qué pasará con la aportación que hizo el Sabadell en marzo.

Con los números que aprobó la asamblea de socios, se necesitará un aval de 114,75 millones de euros, una cantidad solo 10 millones más baja que la del aval de marzo. Con todo, sin el apoyo clave de Roures, el objetivo se pone más difícil. Cuando se les pregunta por este reto, en Audax reaccionan con tranquilidad y predisposición: "No nos quita el sueño nada, lo tenemos controlado". Es decir, calma ante un escenario en el que tengan que poner más dinero. En paralelo, sin embargo, la junta se prepara para evitar que se reediten sufrimientos del pasado. De aquí que, por ejemplo, quiera cambiar los estatutos y elevar el techo de directivos hasta los 25.

Florentino, alineado con Laporta

Si bien Laporta estudia en Barcelona vías que garanticen la estabilidad de su gobierno, hecho imprescindible para aspirar a buenos acuerdos con Goldman Sachs para el Espai Barça, es en Madrid donde juega el partido más importante para el aval. Según ha podido saber el ARA, el presidente azulgrana va de la mano con su homólogo madridista, Florentino Pérez, para que el gobierno español modifique la ley del deporte antes de finales de noviembre, que es cuando vence la actual garantía de la junta del Barça.

Pérez, que para presidir el Madrid avala la totalidad del célebre 15% con su patrimonio personal, no tiene problemas en este sentido, pero ha encontrado en Laporta un aliado perfecto para hacer frente común contra la Liga y Javier Tebas y a favor del proyecto de la Superliga. Por eso lo quiere ayudar y lidera, también en nombre del Athletic Club y el Osasuna –los otras entidades propiedad de los socios–, las conversaciones para cambiar una normativa que se redactó hace 26 años y que, según su criterio, ha quedado obsoleta. Florentino está a favor a pesar de que la ley vigente haga casi imposible cualquier tipo de oposición entre la masa social blanca.

Fuentes gubernamentales aseguran al ARA que los contactos existen desde hace semanas y que hay predisposición para el entendimiento, pero descartan del todo que el porcentaje del 15% se reduzca a cero. "Siempre tenemos que asegurar una garantía", argumentan. Eso sí, en la Moncloa están abiertos a poner al día la norma con unos tipos que vayan "por franjas" en función del presupuesto de gastos a avalar. Al mismo tiempo, sin embargo, dudan de que las enmiendas pertinentes se puedan publicar en el BOE antes de finales de noviembre, que es cuando Laporta tendrá que presentar el nuevo aval a la Liga. Sea como sea, la carrera que en marzo acabó con cánticos en una notaría se retoma con actores familiares (Audax) y otros implicados con sede en Madrid: Florentino Pérez y el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, responsable último del Consejo Superior de Deportes.

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