"Jo cuan era patita": un gran hallazgo de arqueología sonora

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Arqueología sonora

Hay hallazgos que son tesoros. Y no por lo que cuestan, sino por la emoción que contienen y, sobre todo, porque suponen la recuperación de algo que parecía desaparecido. Esta semana, Albert Murillo, una de las personas que más ama la radio en nuestro país, encontró, en una tienda de objetos de segunda mano, una cinta magnetofónica con un contenido entrañable y muy divertido. La voz de una niña, seguramente nacida en los años 70.

Albert Murillo, un magnífico profesional de Catalunya Ràdio, siempre busca material sonoro en tiendas y mercados de antigüedades. Todo lo escucha, todo lo digitaliza y todo lo describe, y ha creado un archivo personal maravilloso en el que quien quiera puede parar la oreja. Lo encontrará en espaciosonante.com. Un revoltijo de audios curiosos. Vierte paisajes sonoros que graba en sus viajes y documenta emisiones antiguas de radios locales y nacionales. Recupera material de locutores de otros tiempos y retransmisiones de momentos históricos de hace unas décadas. Gracias a la obsesión, afición y sensibilidad de Albert Murillo, se han conservado programas históricos y el legado de grandes profesionales. Pero también aquella vida que transcurría en las casas: un profesor grabando sus teorías sobre el psicoanálisis, una familia cantando junta, un señor que cuenta su vida, una familia de Bogotá que graba una cinta de despedida para que su hija le escuche cuando llegue a Barcelona, o las grabaciones de un tal señor Monteys durante un crucero por el Nilo con toda su familia.

Las cintas de casete de familias anónimas son lo más maravilloso. Cintas que han quedado abandonadas, que se desconoce su propietario y que inmortalizaban instantes cotidianos, pensamientos o celebraciones para guardar un recuerdo en el futuro. Lo mismo que hacemos ahora con el móvil. Si Albert puede deducir los nombres de los protagonistas, intenta localizarlos para devolverles el material.

La cinta que encontró y digitalizó esta semana es de una niña divertidísima. El casete está etiquetado con letra manuscrita de su propietaria: 'YO CUAN ERA PATITA'. Primero canta canciones populares mientras su padre toca el piano. Entona como puede el Donde vas con mantón de manila y el Ai mare, aneu a missa, esa canción de una chica que quería ir a la guerra del brazo de un capitán. También canta Baixant de la Font del Gat y la Caterineta. Gracias a la conversación descubre que el padre se llama Jordi Sarsanedas y la hija es Marta. Cuando Marta ronda los ocho o nueve años, vuelve a grabarse y repasa toda la programación semanal de TV3. Corresponde al año 1984. Recuerda a unos oyentes imaginarios que hacen L'esclava Isaura. Y después nos dice que emiten los dibujos del Pacman. Nos explica que los martes hacen The munch punch. Si comparte generación, les recordará: una animación de frutas que vivían felices en una casita de jardín. Los miércoles toca Els descamisats, “y el jueves no hacen nada” lamenta la niña. Lo cuenta con el mismo tono que debía utilizar su maestra de la escuela. La pequeña Marta elogia el programa A la recerca de…, un espacio divulgativo que le encanta. Y con razón, porque despertaba la curiosidad de grandes y pequeños.

Vale la pena que lo recupere y descubra otros hallazgos. Son tesoros que Albert Murillo salva y les devuelve el valor que tuvieron un día. Una muestra de la vida de una época y una afición que muchos practicamos. La inquietud de dejar nuestras voces grabadas para recuperarlas en un futuro y observar cómo éramos y cómo nos entreteníamos entonces. Arqueología sonora.

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