Cuerpo y mente

“Querer ser perfecto te hará sufrir"

Hablamos sobre la obligación de ser felices y el pensamiento positivo y naif con Victor Amat, autor de ‘Psicología punk’

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"Voler ser perfecto te hará sufrir".

BarcelonaDe entre las numerosas presiones que nos ponemos los humanos para vivir el día a día, una es la de ser felices. Para conseguirlo hay muchos caminos. Algunos de ellos implican transitar todo tipo de terapias, yoga, meditación o diferentes variantes espirituales. Y, aún así, nunca acabamos de lograr este estado mental tan apreciado, la felicidad. Al contrario, los pensamientos negativos nos continúan invadiendo la mente sin control. ¿Qué nos pasa?

“Estas terapias normalmente son un pozo sin fondo”, explica Victor Amat, psicólogo y autor de Psicología punk. Contra el pensamiento positivo y naif (Vergara, 2022), un libro que ha escrito “harto de ver los problemas que preocupan a la gente después de veinte años de consulta”. Sobre todo cansado de lo que llama la “psicología Mr. Wonderful”, donde parece que todo tiene que ir bien y que las cosas pasan porque se tiene que aprender algo. “Pues no, en la vida pasan cosas malas y desagradables, y las tenemos que pasar todos igual”, se indigna el psicólogo, que en el libro, donde utiliza un tono rebelde y descarado, ya avisa el lector de que se quiere ocupar de que tenga cuidado con todas estas “mierdas”.

“Vivimos en unos tiempos en los que parece que lo normal sea que todo vaya bien y que nada malo nos pueda pasar. El hecho de vivir en el Primer Mundo nos ha hecho creer que lo tenemos todo bajo control, pero no. La vida es aquello que pasa entre hostia y hostia. Más vale que aceptemos que esta es la realidad, porque cuanto antes lo asimilemos menos energía gastaremos”, explica Amat, que en el libro no quiere dar consejos concretos, sino exponer la realidad.

“¿Quién se quiere sentir vulnerable, inseguro y frágil? Nadie. Como seres humanos estaría bien que reconociéramos que la incertidumbre nos provoca miedo”, admite. Ante esta situación, el psicólogo ve cómo muchas personas intentan encontrar la seguridad en el “mercado de la felicidad”. “Este cóctel emocional te pone a disposición de comprar lo que sea. Y esto es muy perverso porque, por un lado, sentirse vulnerable es humano y, por el otro, a alguien le puede interesar la idea de que te creas que tienes superpoderes si dispones de una tarjeta de crédito”, reflexiona.

Y en esta rueda sin fin, Amat advierte de cómo la misma “ayuda” que se te provee para sentirte más seguro también te acaba incapacitando y quitando las herramientas para acostumbrarte a gestionar las emociones. “El hecho de que los otros se ocupen de tus preocupaciones te conduce, de manera casi imperceptible, a ir perdiendo la confianza en tus propias habilidades”, lamenta.

Sé quien eres

Después de años de pasar consulta, Victor Amat ha llegado a la conclusión de que uno de los grandes males de nuestro tiempo es que “todos queremos ser quien no somos”. En el libro lo ejemplifica de una manera muy gráfica: “No quieras ser un Android si eres un iPhone. La psicología wonderful está basada en la idea de que hay alguien detrás de quien eres en realidad, y que tienes que descubrir este alguien para ser feliz. Y no. No hay un Android detrás de tu iPhone, pero tu sistema operativo puede hacer cosas que alucinas y se comunica de puta madre con los otros teléfonos. Enamórate de tu móvil”, aclara Amat, que en el libro explica cómo la lucha con uno mismo es un empate infinito en el que te puedes dejar la piel. “Nunca podrás ganar esta batalla. Los psicólogos nos quedaríamos sin trabajo si te pudieras aceptar tal como eres”, añade.

Del mismo modo, el autor admite que también se tiene que respetar el sistema operativo de los demás: “No quieras ni pretendas que un iPhone sea un Android, porque nunca lo será”. Asegura que si entendiéramos esto de verdad y lo aceptáramos, se acabarían muchos problemas de relación entre las personas.

El psicólogo también aconseja dejar de probar cosas que no funcionan. Como ejemplo explica un caso de una mujer que le llega a consulta lamentándose de que hace veinte años que prueba todas las dietas para adelgazarse y no solo no le sirven, sino que ha engordado el doble. “Está claro que el método de hacer dieta no le está funcionando; ¿por qué insiste?”, se pregunta.

Adiós perfección

En Psicología punk se explica que en las universidades árabes la nota máxima es un nueve, y que el diez está reservado a Alá. “Que se deje la perfección a Dios da que pensar”, reflexiona Amat. “Querer ser perfecto te hará sufrir, porque nunca acabarás de disfrutar de lo que ya tienes”, continúa. Tampoco nos hará felices pretender saberlo todo o encontrar la opción perfecta. Tan solo será una garantía para sentirnos más inseguros. 

“Las frases sacadas de galletas de la suerte como «Se tu mejor versión» o «El cielo es el límite» son naif y te hacen creer que solo eres válido en un formato perfecto, ideal”, dice el psicólogo, advirtiendo de que esto te hace entrar en una “rueda infernal” donde siempre se busca la perfección. Ante el bucle, Amat aconseja saber cuándo nos tenemos que plantar y rebajar las expectativas: “El infierno es la excelencia y la vida es un siete”.

Para acabar, el psicólogo nos recuerda que tener dudas es lo más normal del mundo, lo extraño sería no tenerlas. “La vida es muy cansada cuando intentas resolverla como si fuera un examen”, dice Amat, que ve cómo esto provoca otra contradicción: “Cuanto más seguros queremos estar, más dudamos y, por lo tanto, más inseguros nos sentimos”. La solución sería aceptar que equivocarse forma parte de la vida. Aceptar que la vida implica riesgo e incertidumbre. Nadie sabe lo que pasará.

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