El perfil

El perfil: "En los años noventa, ser diseñador era mucho más rupturista y arriesgado que ahora"

Enric Batlle, fundador de Batllegroup, explica una trayectoria que se inició con el efervescente Barcelona olímpica

Enric Batlle, fundador de Batllegroup.
14/09/2022
3 min

Formación

“Nací en pleno corazón de Barcelona, ​​en la calle Bertrellans, y más tarde fui a vivir a Sarrià. Entonces el barrio era como un pueblo y allí empecé a estudiar en los Escolapios. Después pasé a formarme en la Escuela de Arte y Superior de Diseño en Barcelona, ​​conocida como la Lonja, donde estudié diseño gráfico a principios de los años ochenta. Siempre me habían gustado las actividades más creativas, así que me decanté por este ámbito, aunque también pensé en el interiorismo. Más tarde, en los noventa, también me fui a realizar un máster en el extranjero: cursé un máster en la Escuela de Artes Visuales (School of Visual Arts) de Nueva York. En Estados Unidos hice un máster en tipografía y otro de branding con gente como Milton Glaser. Esta experiencia me sirvió para mejorar los conocimientos en branding y packaging, puesto que entonces en Barcelona no existían este tipo de formaciones, y para adquirir una nueva concepción del diseño”.

Enric Batlle

Vida personal

“La década de los noventa fue un gran momento. Justo en 1992, Barcelona se encontraba en un estado efervescente, con mucha creatividad y reconocimiento internacional en lo que respecta al mundo del diseño. En esa época, ser diseñador era mucho más rupturista y más arriesgado que ahora. Mis padres no tenían claro que esto fuera un oficio que funcionara y es normal que dentro de una familia tradicional surgieran algunas dudas. Pero sí que era un momento muy bonito y creativo para la ciudad de Barcelona”.

“Aquel mismo año, con Elisabeth Plantada fundamos el BAU Centro Universitario de Diseño. Fue una iniciativa importante para nosotros, la gestamos desde cero, pensando el nombre, haciendo el branding… Queríamos transmitir una nueva visión del diseño a los jóvenes estudiantes y, actualmente, se ha convertido en un referente. Considero el proyecto un gran éxito personal, puesto que empezamos como una pequeña start-up basada en transmitir conocimiento, buscando buenos pedagogos alternativos y multidisciplinares. Hoy en día, todavía sigo vinculado a ellas en áreas de comunicación e identidad corporativa, y también como director del máster en branding y packaging”.

Vida profesional

“A los 15 años creé ya un pequeño negocio de cajas de regalos; fue una primera experiencia y todo era muy artesanal. De joven, combinaba sus estudios con un trabajo dentro del mundo del cine publicitario, en el estudio Solanes. Pero una vez dentro del sector del diseño, vi que me gustaba mucho todo lo que tenía que ver con tipografías, desde cómo se comprendían hasta cómo se desarrollaban. Entonces empecé a realizar colaboraciones con profesores de diseño y, a finales de los ochenta, pasé por el estudio de Ricardo Rousselot, que eran unos pioneros en el branding y el packaging. Después, junto a un socio, creé mi primer estudio especializado en esta disciplina en 1992, Batllegroup, y este año la empresa cumplirá 30 años. Durante estos años hemos realizado proyectos como el primer yogur griego de Danone, toda la identidad gráfica de Open Arms o campañas para Colacao, Nike, Font Vella…. Por el camino, también monté una agencia de publicidad con otros socios”.

Foto de familia del equipo de Batllegroup.

Lecciones de vida

“Cuando empezamos con Batllegroup, hacíamos diseño de una forma artesanal. Trabajábamos con cutters, rotrings, tijeras… Todo lo hacíamos a mano, pero en 1994 compramos nuestro primer Apple Macintosh. Lo cierto es que le tuvimos unos meses encerrado en una habitación porque no sabíamos qué hacer con él, veníamos de otro mundo. Sin embargo, esta transición digital marcó un gran cambio y hoy en día hemos hecho proyectos por todo el mundo”.

“En 2010, la empresa se resintió mucho por la crisis y tuvimos que reinventarnos. Esto nos sirvió para incorporar nuevas perspectivas, ver cómo podíamos entender mejor al consumidor, abrirnos a nuevos proyectos estratégicos… Fue un paso adelante y nos hizo pasar de ser un estudio de diseño a ser también una agencia y consultoría. De cara al futuro, debemos ver cómo se fusiona el diseño de packaging con la sostenibilidad”.

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