'Poquita fe', o cómo reírte de tu vida aburrida
Los responsables de 'Camera café' estrenan nueva comedia en Movistar+
BarcelonaLas miserias del día a día de las personas anónimas, en principio, no parecen un gran material para una serie, pero Pepón Montero y Juan Maidagán, guionistas de Camera café, intentan cambiar esta afirmación con Poquita fe, nueva comedia de Movistar +. La serie, especialmente indicada para aquellos a los que les gustan las ficciones cortas –los capítulos duran 15 minutos–, es un retrato de la vida terriblemente anodina de José Ramón y Berta, una pareja que parecen basar su existencia en el dicho popular "Después de un día viene otro".
Poquita fe llega este martes a la plataforma con su primera temporada completa: son doce episodios, uno por cada mes del año, que no superan los 15 minutos. Cápsulas concentradas de aburrimiento vital; de noches ante la tele devorando comida china para llevar; de familiares desesperantes y planes que se tuercen, pero también de momentos surrealistas. Raúl Cimas, surgido de la factoría de La hora chanante, da vida al protagonista de la serie, un vigilante de seguridad sin muchas aspiraciones ni ánimo. Su pareja, Berta, interpretada por Esperanza Pedreño (Camera café), trabaja en una guardería y tampoco es la persona más energética del mundo. Antes de empezar a trabajar cuidando a niños le gustaban mucho, ahora solo los tolera.
Filmada como si fuera un falso documental, los dos explican a cámara sus desgracias cotidianas, que están salpimentadas por comentarios de sus familiares y amigos. Así, el contrapunto a las historias de los protagonistas lo dan los padres y la hermana de Berta –una madre con poco tacto, un padre que pasa de todo y una hermana desinhibida y poco considerada–, la madre pseudohippy de José Ramón, un vecino con mucho morro y una amiga que intenta vivir la vida al máximo.
¿Cualquier vida es interesante?
Pepón Montero y Juan Maidagán explican que la idea de la serie se fue gestando poco a poco, a raíz de escuchar anécdotas de familiares, amigos y conocidos, relatos que ellos denominan "historias mínimas". "La idea fue cogiendo forma: observar con lupa la vida diaria de un personaje. Con la filosofía de «Todo acaba siendo interesante si lo miras mucho». Y elegimos a Berta y José Ramón, una pareja con pocas ambiciones, pocas pasiones, con «poquita fe» en la vida", argumentan los creadores.
A partir de aquí, decidieron recopilar el año de los protagonistas mes a mes, juntando momentos que podrían parecer insignificantes pero que acaban por no serlo. "Son aquellos momentos de los que se quejaba Blade runner, aquellos que «se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia»", señalan Montero y Maidagán.
Los dos creadores explican que una de las grandes dificultades de la idea de la serie era encontrar un formato lo suficientemente atractivo como para enganchar a los espectadores. En el proceso se dieron cuenta de que la mejor opción era un metraje corto y una propuesta humilde, "como la propia historia". "Nos hemos dado cuenta de que hacer una cosa simple es muy laborioso. Ha sido engañoso desde el principio, desde el guion hasta el montaje. Actores, hay casi cien personajes, que venían, aparecían en cuatro o cinco secuencias y no volvían a salir más. Pero es que muchas secuencias no duran más de diez segundos. Localizaciones en las que entrábamos y de las que, media hora después, salíamos. Tiros de cámara que solo utilizábamos para una frase... Todo esto supone que cada capítulo lo componen un montón de piezas que hay que armar", reconocen.
A pesar de que las series de capítulos cortos no son mayoritarias, en los últimos años han surgido propuestas que van en la misma línea de Poquita fe como por ejemplo State of the union, comedia de Nick Hornby que en cada temporada se centra en los problemas de una pareja diferente.