Historia del periodismo

Unas postales perdidas revelan la historia de una pionera del periodismo catalán

Maria Matilde Almendros presentó 'De España para los españoles' durante catorce años en RNE

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Las postales de los oyentes de Maria Matilde Almendros.

En la primavera del año 2007, Radio Nacional de España (RNE) abandonó su histórico edificio del paseo de Gràcia, 1, para ir a otro emplazamiento, de nueva construcción, en el reciente y ambicioso distrito 22@ de Poblenou. Más de cincuenta años de estancia en una sede que, no era secreto, había quedado desfasada y arcaica, pero que era pura memoria del periodismo catalán y que dio muchas historias a la radiodifusión y también muchas pequeñas historias contenidas. Cantidad de profesionales históricos del ente público de comunicación pasaron por sus estudios y redacciones, millones de oyentes a lo largo de más de medio siglo que vivieron intensamente todo lo que surgía de las ondas radioeléctricas. El archivo sonoro de RNE, sí, qué tesoro, afortunadamente conservado y al alcance de quien lo desee consultar. ¿Pero qué ocurrió con otro tipo de archivos? ¿No sonoro, sino tangible, físico, de papel? ¿Qué ocurrió, por ejemplo, con los miles de postales que los oyentes enviaban a la emisora para participar en los programas de la casa, ya fueran concursos o magazines? Hoy en día, la participación es 100% digital a través de los canales de comunicación de los programas y emisoras, pero durante muchísimos años la comunicación analógica era la única vía. Y los servicios de correos echaban humo.

Pues bien, hoy sabemos que la mudanza de RNE desde el centro de Barcelona hasta su nueva casa supuso una cuantiosa pérdida de historia. ¿Cómo lo sabemos? Pues porque hace apenas dos meses, en los Encants de Barcelona, una de sus paradas no podía estar más apretada de archivadores a su vez apretados de postales. Podías entretenerte un buen rato mirando y remirando. José Luis Cidro, comerciante con ojo clínico y olfato infalible, me alertó: ¿has visto que todas las postales tienen el mismo destinatario, Radio Nacional? ¡Caramba, qué hallazgo! En efecto, estábamos ante el inmenso archivo de postales de Radio Nacional de España. Las postales que durante décadas los oyentes enviaron a la emisora y que alguien se preocupó por clasificar y guardar. Queda claro que, llegado el momento del traslado, aquello era un estorbo y, como tantas veces ocurre, había que desprenderse de ello. No pudimos sacar el entramado del recorrido que, desde el 2007, realizaron aquellos archivadores llenos de postales. Seguramente fueron a parar a manos de un comerciante de anciano que los almacenó. Y ahora, quince años después, los Encants los acoge.

La historia de una locutora mítica

Observadas y leídas con paciencia, las postales revelan una hermosa historia. La historia de la gran Maria Matilde Almendros, locutora mítica de RNE, queridísima por los millones de oyentes que entre 1964 y 1978 fueron fidelísimos en su programa de España para los españoles, espacio de participación pensado para conectar radiofónica y emocionalmente con los ciudadanos españoles no residentes en España que trabajaban fuera de sus fronteras. Un programa con el espíritu fundacional de mantener vivo el sentimiento de pertenencia de quienes vivían fuera del país. El lema no podía ser más claro: “Un servicio de Radio Nacional de España en Barcelona dirigido a cuantos españoles nos sintonizan desde fuera de sus hogares”. ¿Cuál era la mecánica? Los oyentes que querían podían enviar sus postales pidiendo una canción para dedicarla a aquel familiar o amigo que estaba lejos y que echaban de menos. Impresiona remover las postales encontradas y comprobar la variedad de peticiones formuladas. “A ser posible para el próximo día 10 desearíamos dedicar la canción 'La escoba'. Con todo cariño a Avelino Puig en el día de su santo”. “Estimada y simpática Maria Matilde Almendros, nos gusta mucho oír su linda voz y las canciones. Y si hiciera el favor de radiarnos la canción 'Tres cosas' de Los Tres Suramericanos, para nuestros sobrinos”. Otra postal, firmada por Juan García, pide a Almendros saludar a su hermano ya su tía que viven en la ciudad francesa de Grenoble. Un niño de 7 años, José Noguera, pide a la locutora “para todos los españoles absentes de su patria” una canción de Manolo Escobar y también una sardana. Un interesante contraste, un eclecticismo fabuloso. Escobar es recurrente en las peticiones –Qué viva España, no falla–, pero también podemos encontrar a Joan Manuel Serrat, Los Panchos, Marisol, Me lo dijo Pérez, Yenka y Antonio Molina. Gustos y preferencias musicales que, aparte de ser clásicos, denotan también los aromas de una época.

Documentación personal de la locutora.

Por los azares de la investigación documental que me acompaña desde hace ya mucho tiempo, hace cinco o seis años pude localizar un rastro que me llevó a poder adquirir también una pequeña muestra de la documentación personal de Almendros: dos carnets profesionales de Radio Nacional de España datados en 1968 y 1970. Otro hallazgo chocante, sin duda, éste aún más misterioso. ¿Por qué se perdió esta documentación? Desde su muerte, en 1995, hasta que cayó en mis manos, ¿cuál fue su camino? Casi imposible averiguarlo. Maria Matilde Almendros (Manresa, 1922 - Barcelona, 1995) fue toda una institución de la radio y el teatro. Recordada por muchísimos oyentes radiofónicos como una voz cálida y una presencia sonora imprescindible, fue también dobladora y es reconocida como una importante introductora del catalán en la radiodifusión estatal. Ella fue la protagonista de uno de los primeros capítulos del programa Un paseo por la vida, que Joaquim Maria Puyal dirigió y presentó en TV3 la temporada 1993-1994. En ese programa homenaje, Almendros recordaba con mucha nostalgia el cariño perenne de los oyentes que durante tantos años le acompañaron desde el otro lado de las ondas ya través de las postales que recibía, docenas cada semana, en Radio Nacional. Postales que son memoria, postales perdidas, memoria esfumada. Tan sólo un aroma intuido.

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