Preocupación en Hacienda: la rebaja fiscal de Ximo Puig abre una rendija en la estrategia socialista
El gobierno valenciano anuncia una rebaja del IRPF para las rentas inferiores a 60.000 euros a pocos días de que la Moncloa anuncie su propio paquete de medidas fiscales
ValenciaEl gobierno valenciano ha anunciado este martes su plan para combatir el impacto de la inflación en las economías domésticas con la presentación de un programa fiscal que rebaje la presión tributaria a las familias con rentas medias y bajas. Las nuevas medidas han sido comunicadas por el jefe del Consell, Ximo Puig, durante el inicio del debate de política general, este martes. Y esta receta se contradice con lo que ha pregonado el gobierno español, crítico con las peticiones del PP de bajar impuestos por la vía de la deflactación del IRPF. A pesar de que Puig no ha optado por esta vía, en la Moncloa ha provocado incomodidad la apuesta del presidente valenciano y su portavoz, Isabel Rodríguez, ha tenido que hacer equilibrios durante la rueda de prensa posterior al consejo de ministros, informa Ot Serra. "El fundamento básico es que contribuyan más los que tienen más", ha subrayado la también ministra de Política Territorial, a las puertas de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presente el paquete de medidas fiscales que quiere aprobar el gobierno español.
Fuentes consultadas por el ARA aseguran que la conselleria de Hacienda había informado al ejecutivo español de lo que anunciaría el presidente valenciano. En concreto, el ejecutivo prevé aprobar una nueva tarifa autonómica –todavía por concretar– que, según Puig, "se adaptará a la situación actual" y no beneficiará a las rentas superiores a los 60.000 euros. Esta nueva tarifa implicará, según ha detallado el ejecutivo, que las rentas de 10.000 euros se ahorren un 21% (94,5 euros), mientras que las de 20.000 y las de 30.000 se ahorrarán un 7,3% (117 euros) y 2,2% (67 euros), respectivamente.
El nuevo programa fiscal valenciano también aumenta en un 10% la cantidad exenta de tributación a toda la ciudadanía –hasta los 6.105 euros–, una modificación que supondrá que los ciudadanos con menos ingresos –962.000– no efectúen ningún pago. En la misma línea, el plan introduce una rebaja del 10% en todas las deducciones y bonificaciones del IRPF para este año. Además, se pasarán de 25.000 a 30.000 euros las rentas que pueden beneficiarse de los descuentos. Las superiores a 60.000 no tendrán ninguna rebaja.
Las deducciones al impuesto de la renta que ya aplica el ejecutivo y que ahora serán modificadas bonifican, entre otros, el alquiler de vivienda, las familias numerosas o monoparentales, la conciliación familiar y el pago de la guardería o colegio para menores de 3 años. Las rebajas beneficiarán, según el gobierno valenciano, a 1.344.000 contribuyentes, es decir, el 97,4%, y permitirán un ahorro global de 150 millones para las familias valencianas y de 111 euros por persona.
Para ayudar a visibilizar el impacto de las deducciones, la conselleria de Hacienda y Modelo Económico ha facilitado algunos ejemplos. Así, una persona soltera con unos ingresos de 28.000 euros y una hipoteca se ahorrará 530 euros. Por su parte, una pareja con una persona mayor dependiente a cargo y una renta conjunta de 30.000 se ahorrará 162 euros. Del mismo modo, una familia monoparental con unos ingresos de 25.800 euros y un hijo de cuatro años se ahorrará 224 euros, y una pareja con dos hijos de menos de cinco años y unos ingresos individuales de entre 30.000 y 38.000 euros se ahorrará 845 euros.
Complementariamente, el Consell ha avanzado una deducción fiscal de 100 euros para las hipotecas cuando la declaración de la renta individual no supere los 30.000 euros y la conjunta los 47.000. Además, el ejecutivo ha reiterado que mantendrá de manera íntegra el impuesto sobre el patrimonio que, en el País Valenciano, pagan los 27.000 ciudadanos más ricos, el 0,48% de los contribuyentes. Por este tributo, la Generalitat recaudará este 2022 cerca de 200 millones de euros.
"No al populismo fiscal"
El presidente valenciano ha defendido este martes que su reforma es opuesta a la que llevan a cabo otras comunidades –en referencia a las gobernadas por el Partido Popular y Vox–, "donde se aprueban bajadas de impuestos que únicamente benefician a las clases altas". En este sentido, Puig ha reclamado elegir bien las reformas. "Ni inmovilismo, ni ayudas a los más ricos. No al populismo fiscal", ha concluido.
Precisamente, una de las administraciones más emblemáticas de las dirigidas por el PP, la gallega, ha anunciado hoy una modificación en los tramos autonómicos del IRPF a las rentas de hasta 35.000 euros. Se trata de una reforma que, según el ejecutivo que dirige Alfonso Rueda, afectará a un millón de contribuyentes que ahorrarán un total de 46 millones de euros anuales. La medida se suma a la adoptada la semana pasada, esta dirigida a unas 7.700 personas con un patrimonio medio de seis millones de euros que dejarán de pagar 4.415 euros anuales.
Durante la comunicación de la rebaja, Rueda la ha explicado como "deflactación del IRPF", una iniciativa que consiste en adecuar los tipos de la declaración de renta a la subida de la inflación. Es por eso que el ejecutivo gallego utilizará un porcentaje del 4,1%, equivalente a la subida salarial media según la estadística de costes laborales del Instituto Nacional de Estadística correspondiente al segundo trimestre de 2022. Esto se traduce en el hecho de que a los contribuyentes a los que se ha incrementado el sueldo por el aumento de precios se les descontará este porcentaje y se quedarán así en el mismo tramo en la declaración de la renta. Es decir, que aunque cobren algo más, seguirán pagando el mismo porcentaje que se les aplicaba, evitando así que el impuesto se coma el incremento salarial acordado por el encarecimiento de los precios.